El Ayuntamiento saca a información pública la revisión del PGOU, que recoge una concepción integral del área metropolitana
Bellver: “La revisión incluye el Catálogo de Bienes Protegidos de Naturaleza Urbanas y Rural más exhaustivo, detallado y ambicioso de España”
Así lo ha explicado esta mañana el Delegado de Urbanismo, Jorge Bellver, al término de la reunión de la Comisión en la que se ha aprobado someter el texto y el Catálogo Estructural a información pública, una vez superada la fase medioambiental –que incluía la fase de Participación pública-, que concluyó con la aprobación de la versión preliminar y la Memoria Ambiental.
Un esfuerzo de transparencia
La revisión del PGOU incluye 8 documentos complementarios más el Catálogo. Para que todos los detalles puedan ser conocidos y analizados por todos los ciudadanos y entidades interesados, se ha hecho un “esfuerzo de transparencia”, en palabras del Concejal. De hecho, los textos estarán disponibles dos meses (el doble de lo previsto en la legislación vigente), y podrán ser consultados tanto a través de la web municipal (www.valencia.es) como directamente en papel en una sala que se habilitará ex profeso en las dependencias municipales de la calle Amadeo de Saboya. De manera paralela, se va a solicitar informe a los 32 municipios del área metropolitana y a una quincena de organismos de las diferentes administraciones públicas.
El Concejal Bellver ha explicado que la revisión es de carácter “simplificado y general, lo que implica, por ejemplo, la reclasificación de nuevos suelos y la adecuación a la normativa legal vigente, tras 22 años del actual PGOU”. Con ello se persigue mayor agilidad en el procedimiento y evitar la excesiva complejidad en un documento único.
Pese a este carácter estructural, se aborda el análisis pormenorizado de 13 enclaves en la ciudad y las oportunas modificaciones en el planeamiento, bajo la premisa de adaptar y actualizar el Plan vigente a la situación actual y a las novedades legislativas.
Una revisión sostenible medioambiental y verde
Tal como ha explicado Jorge Bellver, el modelo territorial que se plasma en esta revisión incide sobre el actual modelo con un planteamiento conceptualmente distinto: frente a la zonificación se apuesta por los amplios espacios abiertos, evita la conurbación (es decir, varios núcleos urbanos inicialmente independientes y contiguos por sus márgenes, que al crecer acaban formando una unidad funcional).
En este sentido, uno de los aspectos más destacados de la revisión es la referente a los aspectos de carácter medioambiental. “Hacemos una revisión sostenible y verde –ha afirmado el Concejal- pensando en el paisaje y la conservación de la huerta. De hecho, es el único Plan General que incorpora un Catálogo de Paisaje con un exhaustivo nivel de estudio y detalle de las principales unidades de paisaje: para cada unidad se ha elaborado una completa ficha; e incorpora, como condiciones de desarrollo en las fichas de los distintos sectores, criterios paisajísticos en relación con aspectos como la integración con la huerta, la preservación de elementos patrimoniales, la integración de las infraestructuras y los bordes urbanos.
Además, en las decisiones sobre infraestructuras y el planeamiento se antepone el criterio medioambiental a cualquier otra consideración. En este contexto, se han establecido novedades en el texto, como la supresión del Corredor Comarcal, la modificación de la Ronda Sur de Poblados, la supresión del transporte por ‘vía reservada’ que afectaba al área de huerta protegida entre Benimàmet y Campanar, y la no reclasificación del borde urbano de Pinedo.
Además, se articulan nuevos mecanismos que favorecen la recuperación de suelo de huerta degradado: por ejemplo, el 60% de las nuevas áreas de reserva dotacional (suelo reservado para equipamientos públicos o privados) será huerta a conservar o regenerar; y el 30% zonas verdes. Y también se crean más de 100 hectáreas de parques “especiales” de transición entre la huerta y la ciudad, (las llamadas “puertas de la huerta”) en Vera, San Miguel de los Reyes y Faitanar.
De los 2.954.883 de metros cuadrados de zonas verdes y espacios libres que hay en la actualidad se prevé pasar a 7.090.724 metros cuadrados (1.322.069 m2 más en red primaria y 706.635 m2 más de red secundaria), lo que supone un ratio de 7m2 de zona verde por habitante de red primaria (si se suma el Parque Natural de L’Albufera, el ratio sube a 18m2 por habitante).
Actividades en la huerta: protegida y viva
La revisión del PGOU supondrá la protección de más de 8.000 hectáreas del término municipal. De hecho, todo el suelo No Urbanizable (agrícola) es de Especial Protección, y se descartan asimismo las reclasificaciones de suelo, más allá de la propuesta del concierto previo de 2005.
Con el objetivo de que la protección de la huerta no se quede en mera declaración, el texto prevé autorizar actividades que repercutan en su vitalización. “Estoy convencido –ha afirmado el Edil- de que la huerta no se protege sólo con decisiones urbanísticas y patrimoniales”. Así, se permitirá la existencia de alojamientos rurales, restauración y actividades de carácter educativo-cultural (escuelas de jardinería, capacitación agraria, aulas de naturaleza, museos, exposiciones…) o lúdico-educativo-etnográfico. “Determinados grupos de la izquierda creen incompatible la protección con la realización de actividades –ha explicado Bellver- y eso es un error: no sólo hay que protegerla, sino favorecer la actividad agrícola y al agricultor, para que no sea una huerta protegida pero muerta”.
No obstante, todos los BICs (Bien de Interés Cultural) y BRL (Bien de Relevancia Local) recogidos en el Catálogo de Bienes de Naturaleza Rural tiene un entorno de protección en el que no se permitirá construir para preservar su ambiente paisajístico. Y ello afecta no sólo el entorno de las edificaciones rurales, sino también al de los caminos, vías verdes y acequias.
Las necesidades de comunicación
En el apartado de infraestructuras y comunicaciones, el proyecto de Revisión del Plan General refleja “la falta de capacidad de los accesos a Valencia, tantas veces denunciado y reclamado por el equipo de Gobierno” con el escenario de referencia hasta el año 2016.
Según los cálculos que prevé el nuevo texto, la ciudad crecerá un 8%, sólo 481 hectáreas más sobre las 13.720,57 del término municipal. De esas 481 hectáreas, sólo 362,52 serán para uso residencial. En este sentido, Jorge Bellver ha recordado que el PGOU de 1988, aprobado por el Partido Socialista reclasificaba 815 hectáreas que, sumadas al suelo sobre el que se desarrolló la ZAL (Zona de Actuaciones Logísticas) y la Universidad Politécnica, ascienden a 911 hectáreas.
El nuevo documento, el más importante desde el punto de vista urbanístico con que cuenta una ciudad, es pionero en un planeamiento donde los criterios medioambientales y de paisaje son predominantes “y donde –en palabras del Delegado de Urbanismo- destaca el concepto de calidad de vida para el ciudadano y de la búsqueda de una ciudad con mayor proporción de espacios libres, manteniendo un umbral de población no desarrollista”.
La revisión implica también un esfuerzo “para suturar y comunicar el frente marítimo con la ciudad, incorporando la ordenación del sector de El Grao”. Así mismo, se prevé mejorar las infraestructuras de conexión con el área metropolitana y, sobre todo, con los municipios colindantes mediante el diseño de espacios verdes públicos que sirvan de transición entre los municipios.
El catálogo más exhaustivo de España y, quizás, de Europa
Uno de los aspectos más llamativos de la revisión del Plan General es el Catálogo de Bienes y Espacios Protegidos de Naturaleza Rural y Urbana. En contraste con un PGOU vigente, cuyo catálogo era un mero listado, el nuevo texto incluye un conjunto de fichas ampliamente documentadas que incluyen denominación, localización, referencias catastrales, nivel de protección, conservación, tipo de edificación, planos, fotos y normativa de aplicación al bien en cuestión. Incluso se llegan a recoger los materiales a utilizar en el caso de una intervención de restauración o rehabilitación.
En el caso de los Bienes de Naturaleza Rural, se ha incluido un gran abanico de bienes patrimoniales: alquerías, barracas, casas campesinas, porxadas, molinos, acequias, partidores, lléngües, chimeneas, motores de riego, caminos, ermitas, cementerios, paneles cerámicos, cruces de término, restos arqueológicos etc. “Es –ha afirmado Jorge Bellver- el catálogo más exhaustivo, detallado y ambicioso de arquitectura rural de España y, quizás, de Europa”. Todos los BICS Y BRL tienen un entorno de protección que se señala en los planos de cada ficha.
En total, se contemplan 145 Bienes y Espacios Protegidos de Naturaleza Rural: 4 BIC y 141 BRL.
En cuanto a los Bienes y Espacios Protegidos de Naturaleza Urbana, aparecen agrupados por Distritos, con una ficha para cada elemento. Se identifican aquellos bienes que poseen unos valores patrimoniales destacados, bien por su interés arquitectónico, histórico, tipológico, urbanístico, o por tener funciones de representatividad de la memoria histórica y que deben formar parte de nuestro patrimonio cultural, con el objetivo de analizarlos y ofrecer la protección adecuada para asegurar su conservación y preservación en el tiempo.
El Catálogo recoge como BIC, incluso aquellos sobre los que se haya iniciado la tramitación de declaración BIC, pero aún no han sido declarados como tal. Además, se presta especial atención a los núcleos históricos tradicionales, a las muestras más representativas y valiosas de la arquitectura popular o tradicional y del patrimonio arquitectónico industrial, y a los yacimientos arqueológicos de especial valor existentes en el término municipal, con la consideración de espacios de protección arqueológica. Todos ellos son BRL (Bienes de Relevancia Local).
Tal como ha explicado el Concejal, son BRL, por ejemplo, los elementos finalmente no calificados como BIC en el decreto de 2007 (refugios y defensas de la Guerra Civil, arquitectura e ingeniería civil o industrial, arquitectura e ingeniería rural e hidráulica, palacios y casas señoriales, arquitectura del siglo XX, jardines y espacios públicos, y espacios de protección arqueológica, así como los núcleos históricos tradicionales, las chimeneas de tipo industrial construidas de ladrillo anteriores a 1940, las barracas tradicionales de la comarca de L' Horta, la arquitectura religiosa anterior al año 1940 y los paneles cerámicos exteriores anteriores al año 1940.
Los BICs de Naturaleza Urbana también tienen entorno de protección, que constituye el área de influencia de bien protegido, sobre la que debe ejercerse la tutela de la administración. En cuanto a los entornos de los BIC, se regula la intervención, tanto su conservación, como la restauración, rehabilitación, o reconstrucción, teniendo en cuenta la obligación en muchos casos de utilizar elementos tradicionales, técnicas tradicionales de construcción…
Igual que en el caso de los Bienes Rurales, todos y cada uno de los BICS y BRL de Naturaleza Urbana tienen una ficha donde se expone la ubicación, datos sobre la edificación, circunstancias urbanísticas, planos, fotos…
En total, el número de Bienes y Espacios protegidos de Naturaleza Urbana, según la revisión del PGOU es de 304 (249 BRL y 55 BIC).
El Concejal de Urbanismo, Jorge Bellver, ha manifestado su satisfacción por el trabajo realizado a lo largo de estos 5 años, y ha agradecido efusivamente la dedicación y el esfuerzo de los técnicos municipales, y de la Conselleria de Infraestructuras.
