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Càrcer luce su cerámica morisca del siglo XVII

Càrcer luce su cerámica morisca del siglo XVII
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    Càrcer luce su cerámica morisca del siglo XVII - (foto 2)

    Una exposición permitirá a partir del jueves 2 de noviembre lucir el importante patrimonio material de Càrcer. Bajo lo titulo “Cerámica de Càrcer del siglo XVII”, el Salón de Plenos del ayuntamiento acogerá una muestra de piezas de uno de los productos estrella de la localidad a lo largo de la historia, siendo uno de los puntos neurálgicos de producción valenciana durante décadas. Esta exposición permitirá mostrar a todos los vecinos y vecinas de Càrcer, por primera vez, algunas de las piezas que se encontraron por casualidad en el municipio durante la construcción del alcantarillado del pueblo en los años sesenta del siglo pasado. Una oportunidad para poner en valor este patrimonio, dar a conocer un capítulo más de la historia del municipio y hacer posible el retorno de las piezas, durante un tiempo limitado, a su lugar de origen. En el acto de inauguración se contará con la presencia del actual director del Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí, Jaume Coll Conesa, además de las autoridades locales presididas por el alcalde, Josep Botella. La inauguración tendrá lugar a las 19 horas y la exposición estará disponible hasta martes 21 de noviembre, con horario de lunes a viernes, de 11:00 horas a 14:00 horas.

    Durante la construcción del alcantarillado en el suelo de la actual Plaza del Teular de Càrcer en 1964 aparecieron una serie de piezas de cerámica deformadas, rotas o con defectos, un horno y una balsa de sedimentación de arcilla. Un hallazgo que acreditaba toda aquella documentación y testimonios referidos a la existencia de múltiples fábricas de cerámica en Càrcer hasta principios del siglo XVII. Esos testimonios provocaron el interés y la curiosidad de Manuel González Martí, el fundador del Museo Nacional de Cerámica, el cual no dudó en visitar el municipio durante los años treinta. A los años sesenta, González volvió a Càrcer ante la noticia del hallazgo de varias piezas de cerámica procedentes de una malograda hornada, lo que permitió conocer la decoración, los barnices y la calidad de la arcilla local que fabricaban los artesanos moriscos de Càrcer. Durante mucho tiempo la industria de la cerámica, junto con el cultivo del arroz y la industria de la seda, fue uno de los principales motores económicos de Càrcer. Empresas mayoritariamente ejercidas por la población morisca y que sufrieron un duro golpe con la alta tasa de mortalidad provocada por distintas epidemias, destacando entre ellas el paludismo como consecuencia del cultivo el arroz, y por otro lado, debido al decreto de expulsión de los moriscos de 1609 durante el reinado de Felipe III. A diferencia de otros núcleos poblacionales con manufacturas de cerámica, la sociedad cristiana de Càrcer y los nuevos pobladores fueron incapaces de continuar con estas empresas, las cuales se detuvieron con la expulsión de los moriscos, que se llevaron con ellos este arte.

     

     

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