Los técnicos municipales ultiman los detalles del equipamiento del edificio sociocultural

Tras la inauguración del nuevo Edificio Sociocultural, el pasado mes de diciembre, los técnicos municipales han estado desarrollando los proyectos necesarios para dotar de equipamientos a la nueva infraestructura.

Tras cerrar el diseño exclusivo del Salón de Plenos, por parte de la arquitecto y la aparejadora municipal, ya se ha procedido a la solicitud de la producción del mobiliario, “por lo que se esperamos poder celebrar el próximo pleno ordinario del día 25 de marzo en el nuevo salón” afirmaba el alcalde, Andrés Martínez, durante su visita al centro junto con la empresa y los técnicos encargados de la tarea.

El alcalde ha recordado al equipo de trabajo “la importancia de crear un nuevo espacio de debate cómodo, abierto a todos, adaptado y accesible”.

La arquitecto, Natalia Tomé, por su parte, ha asegurado que el nuevo mobiliario “sorprenderá por su diseño exclusivo, moderno, trabajado, elegante y funcional”.

La capacidad de la sala, que se ubicará en la segunda planta del edificio, será variable, pues el patio de butacas de la zona central de la planta sumará sesenta asientos, a los que se podrán añadir los asientos laterales de las salas contiguas, si fuese necesario.
En la misma planta se alojarán la nueva sala de prensa y un aula para el desarrollo de cursos, espacios “que deberían estar ya en marcha alrededor de los meses de verano” explicaba Dulce Pascual, la aparejadora, quien ha puntualizado que las fechas las determinará el concurso público por el que se adjudicará el equipamiento de estos espacios.

Por otro lado, la concejala de cultural, Matilde Guzmán, junto con José Miguel Zurita, técnico del área, han estado revisando los planos de la tercera planta donde se ubicará la nueva biblioteca municipal, “pues ya tenemos claro las necesidades de mobiliario y debemos sacar el máximo provecho posible al espacio de que vamos a disponer” explicaba.

El nuevo edificio ha albergado ya, en repetidas ocasiones, en su planta baja, la celebración de distintas festividades, “y pronto se podrá disfrutar del resto de espacios” aventuraba el primer edil.