Diez planes para disfrutar de la Semana Santa en la provincia de Castellón
La segunda provincia más montañosa de España invita al deporte y al contacto con la naturaleza para pasar unos días festivos de Semana Santa con mucha actividad
Los municipios y comarcas de la Comunitat Valenciana ya celebran sus primeros actos con motivo de la Semana Santa. Este año vuelven con una casi total normalidad respecto a las festividades anteriores y a una menor incidencia actual del coronavirus. Es el tiempo de conectarse con la naturaleza y con tu entorno más próximo en una época en la que todos los elementos se aúnan para crear un ambiente ideal.
Por ello, la provincia de Castellón es un mineral por explotar en el que costa y montaña se unen para ofrecer una serie de planes con un denominador común: el deporte, la actividad y sobre todo, un precioso entorno paisajístico. En elperiodic.com te hacemos una lista:
1. Una visita a Montanejos, tierra de contrastes
El pueblo situado en la zona oeste de la comarca del Alto Mijares es un lugar muy concurrido en todas las épocas del año. Visitarlo en Semana Santa parece la opción ideal para meterse en las aguas termales de la Fuente de los Baños, que sale a 25 grados durante todo el año. Es uno de los principales reclamos y la temperatura ambiente en las horas de Sol del mes de abril puede ser un adecuado contrapunto para probar la experiencia.
Además, Montanejos cuenta con muchos más espacios naturales y rutas de senderismo, hasta contabilizar un total de diez. Por ejemplo, la más recomendada para tener una experiencia completa es la del Sendero Familiar, con un recorrido de 4,7 km. En ella, se puede disfrutar de puntos brillantes de comunión con la naturaleza como el Estrecho de Chillapájaros o la Cueva Negra.
2. Ruta de los pueblos de Els Ports
La comarca de Els Ports es sinónimo de un patrimonio natural y un entorno cultural que los sentidos perciben desde la distancia. Castell de Cabres, Castellfort, Cinctorres, Forcall, Herbés, La Mata, Morella, Olocau del Rey, Palanques… en cualquiera de estos pueblos situados al interior norte de la provincia de Castellón podrás pasar un día en esta Semana Santa.
En esta zona, el tono calizo de paisajes medievales se fusiona con el verdoso de los bosques y árboles frondosos para crear un precioso contraste. La pureza de lo estético se traslada a un ambiente que siempre es un remanso de paz y acaba deleitando a sus visitantes.
3. Semana Santa de Vinarós
Si hablamos de festividades religiosas, una de las más multitudinarias en la provincia de Castellón es la Semana Santa de Vinarós. Des del 8 al 17 de abril, vecinos y turistas abarrotarán las calles de la localidad costera para formar parte de una reedición de una festividad que es declarada de Interés Turístico Autonómico.
Tradicionalmente, la Semana Santa se inicia con un encuentro de Bombos y Tambores que reúne a bandas procedentes de Teruel, Tarragona y el resto de la provincia de Castellón. Además, uno de los actos de obligada asistencia es el de la procesión de Miércoles Santo que se celebra a las cinco de la madrugada. Cabe destacar que este año el Ayuntamiento ha puesto en marcha una feria de artesanía de cariz marinera entre Jueves Santo y Domingo de Resurrección -del 14 al 17 de abril- que contará con actividades de animación y juegos infantiles para los más pequeños.
Imagen de la procesión de Miércoles Santo de Vinarós
4. Subida al Peñagolosa
La segunda cima de la Comunitat Valenciana se encuentra en el Parque Natural del Peñagolosa. En torno al macizo, se estructura todo este paraje que constituye un hito geográfico y es eje vertebrador de los preciosos pueblos de alrededor. Por ejemplo, en el caso de Villahermosa del Río, un pequeño pueblo propio de un cuento pintoresco.
El senderismo en grupo es una práctica habitual durante los meses menos fríos del año. No obstante, la montaña siempre deja espacios por descubrir y el Peñagolosa es un ejemplo. Por ese motivo, el mismo Domingo de Pasión, día 10 de abril, se ha organizado una ruta guiada de dificultad media con el nombre de “Por los antiguos caminos del Penya” para conocer uno de los senderos menos transitados en la subida a la cima.
Un segundo punto de visita del entorno que preside el Peñagolosa es el del Chorro del Villar, un gran salto de agua natural de 70 metros.
5. Visita familiar al Planetario de Castellón
Siempre es una buena opción combinar ocio y tiempo libre con divulgación y entretenimiento. El Planetario de Castellón ha preparado un programa especial para esta Semana Santa dedicado especialmente a los más pequeños. Así, siete planetalleres bajo el nombre de ‘Vayamos al espacio’ se desarrollarán juntamente con ginkanas y todo tipo de juego. El objetivo: dar nociones para astronautas, y por supuesto, pasarlo muy bien. Para poder acudir al menos algún día a estos talleres gratuitos, hay que formalizar una previa inscripción ya que se limita a 30 plazas.
Por las tardes, se realizará una doble sesión de proyecciones -a las 17:00h y a las 18:30h- para compartir contenidos divulgativos sobre ciencia del tipo ‘Abuela tierra’ o ‘Explorando el sistema solar’. El museo situado en el mismo paseo del Grao de Castellón combina la divulgación científica, educación y entretenimiento infantil.
El planetario de Castellón prepara una programación especial para la Semana Santa del 2022
6. Pina de Montalgrao y la ermita de Santa Bárbara
Tan lejos del centro de la ciudad de Castellón como de la de Valencia, se encuentra la pequeña y acogedora localidad de Pina de Montalgrao. En días festivos como durante la Semana Santa llega incluso a multiplicar la población. Es cierto que allí se celebran actos con motivo de la celebración de la Feria de Pascua de Pentecostés, pero no es tal la devoción como la que sí hay con las fiestas patronales.
Dos días al año los vecinos suben a la Ermita de Santa Bárbara, a unos 1.405 metros de altitud, en un espacio rodeado de pinares y una área recreativa. Para no iniciados en el senderismo, supone un verdadero reto esa ruta, que permite observar desde lo alto Castellón, Valencia y parte del Mediterráneo en los días más claros.
7. Ruta de la Vía Verde Benicàssim-Oropesa
La Vía Verde es una ruta litoral ciclista de unos 11 kilómetros entre Oropesa del Mar y Benicàssim. Accesible para personas con movilidad reducida, la vía verde es una ruta para familias y se puede realizar andando o en bici. En el recorrido, además de zonas recreativas para descansar, entrenar o incluso coger fuerzas en el aperitivo, se pueden visitar las calas de la Renegà, la del Retor o la de Orpesa la Vella.
Aprovechando el trazado de una vía ferroviaria entre Valencia y Barcelona, este es el plan que comienza a ganar en popularidad ahora que llega el buen tiempo para llenarse de la vitamina D del Sol. Una manera agradable de observar mar y montaña al mismo tiempo mientras realizas algo de deporte.
La Ruta de la Vía Verde de Benicàssim-Oropesa
8. Las cuevas de San José de la Vall d’Uixó
Al menos una vez en la vida todo castellonense ha visitado las cuevas de San José de la Vall d’Uixó. Este es el tesoro que esconde el corazón de la Sierra de Espadán tras miles de años moldeando la roca. Ahora, el río subterráneo más largo de Europa es una excursión a los adentros de la tierra en alrededor de un kilómetro.
En primer lugar, un paseo en barca a lo largo de unos 800 metros, que se suman a 250 metros más a pie. Con todo, no por ser repetitivo deja de ser la realidad: las cuevas de San José ofrecen un juego de luces en una joya de la naturaleza que quedará en la retina de los más pequeños, aunque no sean demasiado conscientes de ello.
9. Conocer las pinturas rupestres de la Valltorta
En el área de los barrancos de la Valltorta-Gallusa, se encuentran las pinturas rupestres más reconocidas de toda la Comunitat Valenciana. Tal es la relevancia de este enclave por el que pasaron los primeros homínidos que se ha construido el Museu de la Valltorta para poder ponerle un punto en el mapa.
Reconocido por la UNESCO en 1998, se ha hecho necesaria la regulación de las visitas en todo el entorno del Parque Natural. Esas pinturas reflejas los modos de vida y las preocupaciones religiosas que se tenían desde hace ya más de siete siglos, y por ello se ha creado una ruta que clasifica los diferentes abrigos en el que se plasmaron los modos de comunicación que ahora son verdaderas obras de arte.
10. Visitar el Castillo de Onda
La medieval Onda es un sitio obligado en Semana Santa. Casco antiguo, gastronomía y castillo son tres factores a los que no se puede renunciar cuando visitas la ciudad de la Plana Baja. El cronista Ramón Muntaner se refirió a la fortificación que vigila la ciudad como el castillo de las 300 torres, símbolo de la fortaleza y elegancia con la que se percibía el castillo al establecer esa irreal comparación de “tantas torres como días”. No tiene tal vez tantas torres, pero sí años.
La fortaleza de origen musulmán data de muchos siglos y se restaura cada cierto tiempo para mantener el principal reclamo turístico de la localidad. Durante esta Semana Santa, una vez realizado el paseo desde el casco antiguo, se podrá entrar de forma gratuita al castillo en horario de lunes a sábado de 10:30h a 20:30h y domingos y festivos de 10:30h a 14:00h y de 17:30h a 20:00h.
