La niña de Rajoy

Con un padrino como el que ha tenido, ahora, la niña que no es tonta, empieza a analizar todas las opciones que se le abren sobre su futuro y tiene claro que:

A) No está dispuesta a montar un comercio o una industria, porque necesitaría descubrir un hueco en el mercado para cubrirlo con un nuevo producto o un servicio. Tendría que organizar la producción, formar un equipo de colaboradores, pedir un crédito a algún banco que tuviera liquidez, publicitar el producto entre sus clientes y finalmente gestionar los posibles impagos. Las cosas pueden salirle bien o mal. Si le salen bien puede obtener un dinero para vivir holgadamente pero si le salen mal lo probable es que se hunda en el fracaso.

B) No se ve apta para dedicarse a la política defendiendo con ética sus nobles ideales. No quiere entrar en la política porque -dice- que “no es posible, desde el aparato de un partido decir lo que se piensa y mucho menos criticar lo que allí ocurre”.

C) Tampoco se ve apta para orientar su vida buscando el poder a través de asociaciones o cargos institucionales. Lo tiene muy claro tras conocer ejemplos como el de Antonio Tirado en Bancaja a donde ha llegado tras pasar por el PSOE y luego apoyándose en quien ha tenido ocasión, para continuar su carrera hasta llegar a Bankia y secar a ella y a su Fundación. Ejemplos como el de Arturo Fernández, vicepresidente de la CEOE, que desde ahí ha saltado a Consejero de Bankia logrando avales y préstamos sustanciosos para sus empresas y un salario para él de más de 250.000 euros. Lo grave -piensa la niña- es que, desde sus púlpitos, estos personajes inmorales se dedique a dar lecciones de moralidad. Hace falta mucho cinismo y mucha cara dura.

A partir de esas premisas, la niña de Rajoy ha concluido que su vida no puede transcurrir por el sendero que le apunta su madre: “despojarse de sus valores éticos y dedicarse, vacía de principios, a la política”. Sabe que le resultaría muy difícil romper con su honradez y para lograrlo tendría que emplearse a fondo. Necesitaría ser muy hábil en el lenguaje y olvidarse de cualquier sombra de ética. La forma de escalar no sería difícil apuntándose a uno de los dos grandes partidos: PP y PSOE. Ya desde dentro del partido el ascenso se logra si se es medianamente inteligente lanzando piropos a los del escalón superior hasta que llega el momento adecuado para desplazarlos y ocupar sus puestos. Un buen ejemplo -dice su madre- está en Rafael Blasco que se movió como pez en el agua dentro del PSOE hasta que vio llegar su oportunidad cogiéndose de una pata de la gaviota de Camps. Subido en el ave se desprendió tanto de sus principios que hasta ha acabado robando los fondos destinados a los miserables haitianos,...pero ha vivido muy bien.

La niña ha decidido que nada de meterse en trapos sucios, ni en negocios industriales o comercios de venta de móviles, ni de abrir una peluquería o similar. De mayor será una gran empresaria de las que fundan bancos o inmobiliarias o empresas de telefonía eléctricas o petroleras, y si como espera, todo le sale bien, ganará muchísimo dinero, pero si las cosas se le tuercen, siendo una importante empresaria, el gobierno acudirá en su ayuda y tendrá reservas a buen recaudo en algún paraíso fiscal, como hacen legalmente el 80% de las empresas del Ibex. Lo tiene muy claro la niña, porque ha visto socializar las pérdidas de las grandes inmobiliarias, de los grandes bancos y de las autopistas. Las empresas buenas dice “son esas grandes que por su tamaño mandan a los gobiernos ayudarlas cuando es necesario, así se trabaja con la legalidad en la mano y con todas las garantías. Incluso con la de que el gobierno vaya actualizando periódicamente las tarifas.”

¿Lo ves mami? , acaba diciéndole a su progenitora. Acaban de decirlo por televisión: el Estado tiene que apoyar a los bancos “para que fluya el crédito “y el dueño de un puticlub de gran tamaño está siendo cortejado por la presidenta de la Comunidad de Madrid, por Arthur Más, y por los alcaldes de dos grandes ciudades. Es más tiene tanto poder el ser uno grande como este mafioso del juego (como si esto fuese una república bananera) que se propone hacer una gran inversión con dinero que él no tiene y que le prestaran los bancos (para él sí habrá el crédito que no tienen las empresas españolas). Más todavía: Esperanza Aguirre ha dicho que el Estado modificará la ley Antitabaco para que, al revés de lo que ocurre en toda España, en su tugurio sí pueda fumarse sin problemas, tenga muchas exenciones fiscales y sea un espacio apto para la especulación inmobiliaria ( ¿Otra vez? ¡No!.¡Otra vez no!).

¡Ay mamá! -sigue diciendo la niña- es que el poder es el poder y con el dinero, lo mueven todo. ¿O preferirías tu verme de empleada con bragas detrás de un salón lleno de jugadores viciosos y con un contrato de un año en prácticas cobrando dos euros?

Siendo la protegida de Rajoy, la niña no iba a salir tonta.

MÁS DE 400 MEDICAMENTOS SIN COBERTURA, ADEMÁS DEL COPAGO
Mientras los españoles estábamos pensando en que España gane a Portugal, ese mismo miércoles día 27, el gobierno, aprovechando la euforia colectiva patriotera acordaba incrementar los beneficios de la Seguridad Social, por la vía de obligarnos a todos a pagar los medicamentos más comunes que necesitan sobre todo las personas mayores.

Medicinas como antidiarréicos, laxantes, mucolíticos, para las varices, para los hemorroides, antitusivos, para la ansiedad, artrosis, psoriasis, etc. solo serán accesibles para los que los paguen. Nos explican (tienen explicación para todo) que son “obsoletos” y “de baja utilidad terapéutica”.

JACOBO PIN
No tengo el gusto de conocer personalmente al juez que se ocupa del caso Fabra, pero me ha bastado conocer el escrito que ha dirigido al CGPJ para sentir admiración hacia él.

No es fácil actuar de forma independiente (como nos dicen que actúa la Justicia) cuando el más que presunto culpable es un político del nivel de Fabra capaz de mover hilos, probar una rara y oculta violación de su amante y quebrar voluntades y además poder hacerlo con el apoyo del partido que ostenta el poder.

¡Felicidades por tu valentía y tu no sometimiento, Jacobo! Una valentía que te hace actuar con rectitud; una rectitud que te dignifica a ti y a tu profesión.

Yo, que también he conocido las presiones que de manera tan sutil vienen de los poderes ( en mayor o menor grado, los poderes suelen ser corruptos) sé lo difícil que es abstraerse de ellos para seguir el dictado que emana de la propia conciencia. ¡Felicidades Jacobo!