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España: Cajón de sastre

    Creo que no podía dar otro título mejor a este artículo, aunque esa vieja expresión, siempre se hacía alusión al cajón que los sastres que tenían en su lugar de trabajo, porque siempre estaban llenos de botones, hilos, cremalleras, dedales, tijeras y mil cosas más.

    Hoy el título que he empleado, está bien aplicado si nos referimos a nuestro país. Ya que la RAE en su significado de la expresión: “Cajón de sastre”, nos ofrece dos lecturas: 1- Conjunto de cosas diversas y desordenadas. Y 2- Personas que tienen en su imaginación, gran variedad de ideas desordenadas y confusas.

    Bueno, hasta aquí quería llegar, aclarando el significado del título y del porque se lo había dado. Y es que exactamente las dos descripciones que hace la RAE del “Cajón de sastre” son en mi opinión, lo que está sucediendo hoy en España.

    España es, hoy más que nunca lo fue, la confluencia de una multitud de problemas de carácter estructural: económicos, sociales, laborales, de desigualdad y pobreza, del separatismo nacionalista, de Reformas Constitucionales, entre otros, además de los derivados del incumplimiento del Déficit y los niveles de Deuda alcanzados. Provocados unos por la crisis económica, y otros agravados por la gestión incapaz, austera y corrupta del Gobierno de Mariano Rajoy y sus Ministros del PP. que han creado un escenario que de por sí, hace muy dudosa, la gobernabilidad del país, y naturalmente por las enormes dificultades para una acuciante solución de los problemas que tenemos.

    Y por otro lado un pluripartidismo cuyos líderes y con la correlación de fuerzas presentes en las bancadas del Congreso de Diputados, que no son hoy fuente de soluciones a los citados problemas, empezando por la imposibilidad real para formar un Gobierno estable y capaz de trazar la hoja de ruta necesaria para abordar progresivamente los innumerables problemas cuya falta de soluciones durante la legislatura neo-liberal de Rajoy, los ha convertido en el gran fracaso de un Gobierno, y en la gran deuda impagable, que ahora pesa sobre nosotros los españoles.

    Vayamos desenredando el nudo gordiano. Cuando Mariano renunció a aceptar la propuesta del Rey para presentarse a la investidura de Presidente. Fue Pedro Sánchez el designado por Felipe VI, quien asumió la designación para intentar lograr la elaboración de una alternativa transversal para formar Gobierno. Y que después de conversaciones y negociaciones se logró un acuerdo de 200 propuestas, que en gran medida recuperaba derechos económicos y sociales anulados por el Gobierno de Mariano Rajoy. Sin embargo los ¡No! de los diputados del PP y de Podemos que se unieron para rechazar la investidura del líder socialista. En consecuencia, vinieron a mostrar las dificultades para articular una alternativa de progreso y de izquierdas en nuestro país, a partir del pluralismo político surgido de las urnas el 20-D, y en el fondo PP y Podemos, fueron los que decidieron de hecho, la necesidad de convocar otras elecciones. Como así fue, y se fijaron para el 26-J.

    Curiosamente, no se le acusó desde las filas del PP, al PSOE por tener que repetir las elecciones. Porque en todo caso, esa acusación de tener que repetir los comicios, y los reproches ante la situación económica que tenía en esas fechas el país, no se airearon mucho, porque sin lugar a dudas, si se había llegado a esa situación era por la decisión del PP y Podemos de votar contra la investidura de Pedro Sánchez.

    Pero a partir de que Mariano Rajoy quiso emular al ave Fénix. Levantando el vuelo de sus cenizas políticas, hacia la conquista de la mayoría que lo invistiese Presidente, la incapacidad para lograr las mayorías necesarias para su investidura a la que asistió a la sesión con los únicos 169 diputados a favor, fruto del acuerdo contraído con Ciudadanos. Un acuerdo, donde las desconfianzas mutuas fueron evidentes a lo largo de las dos jornadas de sesiones. El gran fracaso rotundo, del aspirante a Presidente, lejos de buscar la forma de aumentar el número de apoyos, se ha transformado en la campaña mediática, descalificaciones y amenazas orquestadas desde programas específicos que día tras día, y recurriendo a los más peregrinos argumentos pretenden lograr que Pedro Sánchez y el Comité Federal, claudiquen de las decisiones adoptadas en su reunión del 28 de diciembre. Es decir: “Que ni por activa ni por pasiva el PSOE iba a facilitar el Gobierno Mariano Rajoy, ni se establecerían acuerdos con los partidos independentistas de ninguna de las maneras”.

    Mientras que Mariano Rajoy permanece a la espera de que ese conjunto de factores ofensivos, logre su objetivo: Claudicar y humillara al PSOE y a su Secretario General y al Comité Federal que tomos las decisiones archiconocidas por todos los españoles. Amenaza por la situación crítica de difícil salida por los incumplimientos del Déficit, y el incremento de la Deuda, y de la que solo el Presidente en funciones y su Gobierno, son culpables. Acusando a Pedro Sánchez de tener que ir a unas nuevas elecciones.

    Y esa campaña basada en falsedades, amenazas y argumentos de feria, inconsistentes están todos los días dinamitando al Secretario General del PSOE, desde la televisión, como la Sexta, 13-TV y periódicos como El País, El Mundo, La razón y otros de carácter regional.

    Esa campaña tiene dos objetivos, bien estudiados: Por un lado se le acusa de todos los males habidos y por haber, Pedro Sánchez y al PSOE. Aunque yo quisiera agradecer que el hundimiento del Titanic, y la muerte de Manolete, se haya excluido a Pedro Sánchez de la culpabilidad de estas desgracias.

    Pero esa es la cuestión. Y si se está día a día con esa matraca, como decía Goebels, al final parecerá que es verdad. Y por otro lado, si se presentan las elecciones que – a mi juicio – son inevitables, como si fuera un atentado Yihadistas, y la culpa de ello, en exclusiva es de Pedro Sánchez y el PSOE, lo que se están consiguiendo los poderes fácticos, Mariano Rajoy y su cohorte de corruptos ó no, así como los analistas políticos de tres al cuarto. Es realizar la campaña electoral para que cuando llegue en diciembre el tener que ir a votar, el PSOE vaya directamente al cadalso, porque el juicio y la condena ya la han decidió toda la parafernalia al servicio del Gobierno de la corrupción, de la desigualdad, del desempleo y el trabajo precario, y del caos económico en que han sumido al país.

    Y como el bloqueo parlamentario es una realidad inequívoca, y Mariano Rajoy está solo bajo de la higuera, esperando a ver si como fruto de todas las presiones el PSOE modifica sustancialmente la posición adoptada el 28 de diciembre por el Comité Federal.

    Pedro Sánchez dio a conocer su compromiso y su voluntad para intentar lograr el desbloqueo y hacer posible, desplazar de la condición de en “funciones” a Mariano Rajoy y a su Gobierno.

    Después de las elecciones en Galicia y el País Vasco, Pedro Sánchez ha convocado el Comité Federal para el próximo 1 de octubre. Una noticia que ha sido anunciada por todos los medios aliados en la campaña anti-PSOE, como si fuera la fecha de su sentencia de muerte.

    Sí, eso se creen los analistas de tres al cuarto, porque para eso les pagan. Que presentan a Pedro Sánchez desde ese día como el responsable de las derrotas en Galicia y el País Vasco, y que ya han decidido que en el Comité Federal no va a encontrar quien esté dispuesto a perdonarle.

    A mí me parece, que esos analistas saben, porque así lo pregonan los “barones díscolos”, que lo que quieren es que Gobierne Mariano Rajoy, y que Pedro Sánchez se vaya, porque no lo aguantan más.

    Veamos la pequeña historia: Cuando Pedro Sánchez fue elegido en primarias, quiso poner el partido en manos de la militancia. En las campañas de las dos elecciones celebradas, Sánchez se ofreció como “artífice del cambio”, y se comprometió a cambiar al Gobierno corrupto, inhumano y mal gobernante de Mariano Rajoy, por un Gobierno orientado al bien común, que antepondría la justicia social a cualquier otra consideración. Y Pedro Sánchez cumplió.

    En primer lugar intentando pactar con todos los partidos que sumaban una mayoría de diputados. No fue posible porque, en vez de pensar en el interés de los ciudadanos, los líderes de esos partidos estuvieron enfrascados en velar por sus propios intereses. Y el doble No del PP y Podemos dieron al traste con la única posibilidad de haber formado un Gobierno de cambio real en nuestro país.

    Las elecciones del 26-J vinieron a dejarlo todo como estaba. A Pedro Sánchez solo le quedó una alternativa, la de cumplir con su programa electoral y negarse a permitir que el PP volviera al poder.

    Desde entonces creo yo, que al menos, la militancia socialista está recompensando a Pedro Sánchez por la coherencia y la firmeza apoyándolo en numerosas resoluciones de agrupaciones y en las redes sociales, al grito de “NO es NO”.

    Pero desde hace ya dos años, prácticamente desde que fue elegido Secretario General en unas primarias, seis presidentes de Comunidades autónomas y algunos ex-personajes apolillados de un pasado, pasado del PSOE, han utilizado todos los medios públicos para criticar a Pedro Sánchez, diciéndolo lo que tiene que hacer desde diciembre, conminándolo a la abstención para que permita la continuidad del Gobierno de Mariano Rajoy.

    Desde que se convocaron las elecciones e inmediatamente saltaron los “barones” y los ex-ministros, aireando sus críticas contra Pedro Sánchez y la ejecutiva del PSOE, lo único que consiguen es dar la imagen de un PSOE dividido, por lo que no es aconsejable votar. ¡Esa es la triste y pura realidad!

    Las batallitas internas por el poder, los repugnantes rifirrafes, los dimes y diretes y cotilleos por las aceras de Ferraz, constituyen desde hace tiempo: Historias para no dormir. Porque nos quita el sueño a todos los que consideramos al PSOE como el único partido de izquierdas, democrático y progresista, capaz de ser alternativa a lo que tenemos en nuestro país.

    Y cuando se ocupan las páginas de diarios, y horas y horas de tertulias de radio, y TV. Que no dejan títere con cabeza dándole a Pedro Sánchez y al PSOE, y no dejan ni un minuto para hablar del programa del PSOE, de las propuestas de Pedro Sánchez para Gobernar España. Será digo yo, porque así lo han decidido los que mandan en los medios de comunicación.

    En un país donde la mayoría de votantes, lo sigue haciendo a favor de un partido corrupto, el PP, y que incluso se ríe en las narices de todos los españoles, utilizando el dinero de los trabajadores para beneficiar al PP y llenarse los bolsillos de algunos dirigentes del mismo. Ya nadie duda de que lo único que mueve el voto de esa mayoría, sea la certeza de que el PP es el único que puede garantizar la estabilidad. Lo que es absolutamente FALSO, FALSO, FALSO. Así de claro lo digo.

    Y con este panorama al que están contribuyendo los híper-críticos de la “Quinta columna” del PSOE, están haciendo todo lo posible para convencer – de hecho – a los ciudadanos de que el PSOE es un partido inestable, con un Secretario General que no es de fiar.

    ¿Qué puede pasar con estos elementos? Pues una de dos, o llegar a la conclusión que estos varones, “barones” y alguna otra de sexo femenino, son rematadamente estúpidos, o es que tienen un plan deliberado para hundir a su propio partido, lo que así a primera vista parece cosa de locos. ¿Pero es así de simple?

    Yo voy a intentar ver en qué mundo estamos ya inmersos, para desentrañar lo que está sucediendo: Vivimos en una etapa de la evolución económica, donde el neo-liberalismo triunfante desde hace décadas en EE.UU., se ha extendido por toda Europa, como una marca negra que nadie puede contener.

    Triunfan los conservadurismos más radicales y los líderes del populismo que apelan a los instintos más bajos de la gente. Hasta el extremo que el populismo en algunos países, nos recuerdan al nazismo de Hitler y Cía. de los años 30.

    Prometen lo que la gente quiere escuchar en cuanto a asuntos económicos, pero ofrecen además una especie de indulgencia plenaria que libera de culpas y revaloriza el auto- estima. Ya no hace falta que usted vaya por el mundo fingiendo que no es racista, porque el racismo está mal visto. Ahora, el discriminar es propio de la raza y de los individuos más evolucionados Sin ser clasista, es señal de integración social. Lo son los aristócratas y los ricos, ¿Por qué no lo va a ser usted? que a duras penas llega a fin de mes; ¿y porque no lo va a ser usted que no llega ni a eso?

    Contra todos esos valores infrahumanos, luchó durante décadas la social- democracia, obligando a la mayoría a fingirse humana, solidaria, defensora de la igualdad políticamente correcta, obligándola a un incómodo ejercicio de hipocresía.

    ¿Quién quiere volver a la época en que la social-democracia recordaba a los ciudadanos en la responsabilidad, en la necesidad de trabajar entre todos para conseguir una sociedad más igualitaria, más justa?

    Quita, quita, dice el clasista, desde el más alto al más bajo: “Bastante tiene cada cual con lo suyo”.

    Tratando en entender en este cajón de sastre, lo que está pasando, he llegado a la conclusión que voy a exponer: Guillermo Fernández Vara, ofrece una razón muy comprensible para justificar su campaña anti- Pedro Sánchez, y, por extensión anti-PSOE.

    Él se debe – dice a la ciudadanía – muy digno, que lo han elegido, a los extremeños. Y los extremeños necesitan que haya Gobierno para que transfiera a la Comunidad los fondos necesarios para cumplir con sus presupuestos.

    Un razonamiento más simple, que toda la nano-tecnología del complicado mecanismo de un mondadientes. Me parece a mí.

    Pero este Vara, partiendo de esa simpleza, encuentra justificado. ¿Que para eso es necesario que siga Gobernando en España un partido corrupto, y mal gobernante, como es el PP? Bueno pues, ¿qué le vamos a hacer? Porque si no hay transferencias, no hay dinero, y si no hay dinero, las cosas irán muy mal, y es muy probable que en las próximas elecciones los extremeños - añado yo – no le voten a Fernández Vara.

    Ese y no otro, es el “razonamiento desinteresado de Vara”.

    Pero yo le digo desde este modesto artículo: Oiga usted, que usted y los que piensan como usted, están hundiendo al PSOE. ¿Y qué esperan después de cuatro años más del Gobierno de la corrupción? Que como los cuatro años de Gobierno de Rajoy volverán las cosas a ir peor, la gente entonces volverá a votar al PSOE.

    A esos planteamientos se le pueden dar muchos nombres, pero yo no quiero alargarme, es: “Ceguera política crónica”. Y ese nombre es aplicable a Susana Díaz y a cuantos socialistas hoy como “avezados políticos”, es decir, dejando de lado una ideología, que están desprestigiando, lo que desean es conservar cargos y privilegios, aunque pretendan utilizar un ropaje que deberían abandonar por el bien del país. Porque si bien hay que resolver los problemas de España, eso no será jamás posible sin un PSOE con una mayoría social, que hoy está confundida con tantas “batallitas” gracias a los Vara, Díaz, y otros.

    Lo que Pedro Sánchez, en mi modesta opinión se merece, es el reconocimiento de su empeño por hacer de España una península de ciudadanos responsables en medio de un océano de financieros, grandes empresarios y políticos corruptos que solo miran por lo suyo, “por sus únicos y exclusivos intereses”.

    Y esa voluntad, no es un sueño irrealizable, Pedro Sánchez ha querido democratizar el PSOE y se ha encontrado con una militancia y unos votantes que no están dispuestos a renunciar a sus ideales socialistas, y que no están dispuestos a dejarse engullir por la marea Neo-liberal.

    Convencido de lo que he manifestado en este artículo. El próximo Comité Federal del 1 de octubre será el de la clarificación y el apoyo a Pedro Sánchez, y el de la reafirmación TOTAL DEL NO AL GOBIERNO DE MARIANO RAJOY.

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