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Por José Luis Ramos
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Rubiales: machista y mentiroso

  • “Hay que tener autocrítica para mejorar.” Marcelo Bielsa

Tras proclamarse campeonas del mundo la selección de futbol femenina de España, empezaron las críticas a Rubiales por su forma de celebrar en triunfo. Un par de días después, pregunté a mi nieto si sabía por qué se pedía la dimisión de Rubiales. Contestó que era por el beso a Jenni Hermoso. Le contesté, que no era exacto, que seguramente dejaría de ser Presidente de la Federación de futbol, pero que no sería por su comportamiento equivocado en la celebración del triunfo, sino por el intento de justificar todo su comportamiento. Añadí, si horas después, una vez apagada la euforia propia de un triunfo tan importante, él humildemente hubiera pedido disculpas a todas las personas por el beso a Jenni, tocarse las partes, o coger por el hombro, a la Reina como si una compi de juergas se tratara, el tema se hubiera calmado y él podría haber salvado el cargo. Pero como esa misma noche, le preguntaron en la Cadena COPE por el malestar general que había provocado su actitud, respondió qué los que criticaban su comportamiento en el césped y en el palco eran: “gilipollas, tontos del culo, idiotas, estúpidos, pringados”. Es decir, echo gasolina al fuego, y demostró carecer de facultades para representar a un país. Ello solo puede obedecer a que piense que la Federación es como su cortijo, por lo que nadie puede recriminarle su forma de gestionarla. Por otra parte, el que no pidiera disculpas mientras no vio peligrar su cargo, y que sigue manifestando toda clase de excusas para justificar su comportamiento, permite creer que sigue pensando que su comportamiento fue correcto. Así las cosas, cabe pensar que las disculpas que ha presentado no fueron sinceras.

En mi opinión, Rubiales para evitar su destitución miente como un cobarde incapaz de asumir su responsabilidad. Así lo deduzco del video publicado el pasado 28 de agosto en el que se ve a Rubiales, saltando sobre el cuerpo de Jenni. En ese video se ve desde que Rubiales da una palmada de despedida a la jugadora con dorsal número 20, hasta la palmada despidiendo a Jenni que va detrás. La duración es de 8 segundos. En el segundo 6, agarra la cabeza de Jenni con las dos manos, en el 7 le da el beso, y en el 8 la palmada de despedida. Es decir, solo tuvo 6 segundos para decir lo que dice en el vídeo que distribuyó el mismo Rubiales justificándose. Concretamente dice que antes del beso le dijo: “Olvídate del penalti. Has estado fantástica. Y sin ti no hubiéramos ganado este Mundial. (Ella me contestó: 'Eres un crack'. Y yo le dije: 'Un piquito'. Y ella me dijo: 'Vale'. Para decir solo las palabas que se dijeron entre ellos, según Rubianes, yo necesito un mínimo de 10 segundos, por lo que no me creo que se pueda decir en 6 segundos. Por otra parte, él dice: “ella me levantó a mí del suelo. Me cogió por las caderas, por las piernas. No recuerdo bien.” Sin embargo, en el vídeo se ve que ella lo abraza, a la altura del pecho, como se hace, y no lo coge ni de la cadera ni por las piernas, como se hace para levantar a una persona. Él sí que la coge de los hombros y da un salto con las piernas abiertas para colgarse de su cuerpo, del que se dejar caer enseguida. En fin, el vídeo muestra que miente como un bellaco. Si es capaz de negar lo que se ha hecho a los ojos de miles de personas y se ha grabado, en mi opinión tiene un problema que solo podría solucionar un tratamiento médico.

Al inicio del artículo he citado, palabras del entrenador de futbol argentino de fama mundial, como es Marcelo Bielsa. Ese entrenador ha creado escuela que tiene entre sus seguidores destacados entrenadores como Guardiola, que defienden que para superarse hay que aceptar la crítica y asumir la autocrítica. Está claro que Rubiales no es de esa escuela.

No hay duda, que errar es de humanos, pero aferrarse en el error es propio de la arrogancia y demuestra que las personas que así actúan carecen de la virtud de la humildad. Todas las personas cometemos errores, por eso, quien se equivoca, por regla general, merece tener nueva oportunidad. Sin embargo, quien se molesta por las críticas, no practica la autocrítica, y se empeña en sus errores, como el señor Rubiales, no merece ostentar cargos de representación de un país, de tanta relevancia social como tiene el Presidente de la Federación de Futbol.

Desde mi punto de vista todos los errores fruto de un despiste son perdonables. Pongamos ejemplos: poner súper a un motor, diésel, comprar un billete de tren a Palencia, cuando se quiere ir a Valencia, pisar el acelerador cuando se quiere pisar el freno del coche. Pero cuando se trata de manera vejatoria, o discriminatoria, ejerciendo un cargo de representación publica en repetidas ocasiones, eso no responde a despistes sino a la voluntad guiada por valores incompatibles con la no discriminación que deben practicar los representantes públicos. En mi opinión, el comportamiento de Rubiales en la final de la copa del mundo no es fruto de un despiste, sino de la carencia de valores respetuosos con la igualdad. Por cierto, no se pueden equiparar los besos no consentidos, dados por Julio Iglesias en un plató de televisión, con el dado por Rubiales. Julio Iglesias se representa así mismo, se dedica al espectáculo y las ofendidas por sus besos le pueden enviar a la mierda. Rubiales representaba a España, y tenía una relación prevalente con Jenni, por ser su jefe superior.

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