Una catalana decepcionada

Mi marido ha trabajado toda su vida laboral de 6 de la mañana a 7 de la tarde, cotizando todo lo que se podía cotizar con la idea de cuando fuéramos mayores nuestra pensión nos permitiera vivir con dignidad.

Él realizó un acuerdo con los que crearon las normas laborales, nos dijeron que la pensión sería según los años trabajados y su cotización, la pensión se revalorizaría según el IPC y que las medicinas serían sin cargo.

Pero el trato que hizo no se está cumpliendo ya que los que gobiernan este país se lo están pasando por el “forro”. Él nunca ha votado por el PP y como demócrata ha aceptado el resultado de las urnas. Nunca se ha metido con los políticos ya que trabajando tantas horas difícilmente le quedaban fuerzas para entrar en estos temas.

Tampoco acabó de entender a los del CIU ya que con el incumpliendo del programa que están realizando los del PP, los del CIU también se han sumado a la alta velocidad sin tener en cuenta que las multas las pagaremos nosotros.

Con el tiempo tanto él como yo pensamos que la política prometen y prometen hasta que te la meten. No iremos a votar a nadie ya que nadie es merecedor de nuestro voto y espero que los partidos políticos se renueven con personas que cumplan sus promesas.

Nosotros poca cosa podemos hacer, más que quejarnos y denunciar estos abusos de los impresentables que permiten que nos quiten nuestros derechos y reduzcan nuestras pensiones. Entiendo que todo esto que pasa, el pueblo lo ha aceptado como normal, este es el verdadero problema, mientras los civiles no se movilicen los políticos seguirán machacando a los pensionistas y trabajadores.

Se me olvidaba, mi nombre es María del Carmen.