Pisos y edificios públicos vacíos
Las familias de la nueva sociedad, tiende a vivir alejadas de las ciudades, quieren estar en contacto con la naturaleza, que sus hijos gocen de un pinar o de una playa; ya que estamos en una zona privilegiada si la comparamos con otros lugares del país.
Mientras se produce este hecho los pisos de las ciudades están vacios, pisos de los 60 y 70 que están perfectamente preparados para vivir; aunque algunos, que son la mayoría, no reúna las condiciones especiales para ancianos y discapacitados.
Tener un inmueble cerrado, sin habitar en él, produciendo gastos que aunque sean mínimos son gastos, que una familia de clase media ya no se lo puede permitir, es un lastre. ¿Qué se hace con el inmueble?
Alquilar un piso en las circunstancias actuales es una temeridad, puesto que el Salario Mínimo Interprofesional es de 645,30 Euros, cuando un piso por término medio cuesta 658 euros; ante estos datos, uno se asusta al recordar a esas familias que están en paro alguno de sus miembros o todos.
En vista de lo anterior, el mercado de alquiler de viviendas está pasando por momentos muy graves para ambas partes; y esto tiene vías de solución en un país roto, hundido por la miseria. ¿Qué solución damos a estos pisos?
Por otro lado existen otros inmuebles, que en su día fueron sede de Organismos Oficiales, grandes edificios que se podrían utilizar para múltiples cosas; a nadie se le ha ocurrido readaptarlos para familias que se hayan quedado sin casa.
El mismo fin se podría dar a aquellas edificaciones destinadas para viviendas que están casi terminadas o terminadas; no costaría nada repoblar urbanizaciones nuevas con familias de pocos recursos, cuyos hogares han sido embargados a golpe de maza, sin tener en cuenta a niños ni a ancianos.
Este es el panorama que de alguna manera se podría solucionar, reciclando viviendas que harían mucho bien a personas con muy pocos recursos, o ninguno; nadie se ha pronunciado sobre esta posible solución.
Sería mucho mejor reutilizar los edificios ya hechos para casos límite, realojar a las familias que están al borde de la pobreza; reciclar y adaptar los edificios que fueron sede de Organismos Oficiales que están en desuso. Hasta ahora nadie se ha percatado de ello…
