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Valencià
Por Miguel Bataller
Columna de Michel - RSS

Ya pasaron cien días gobernando

    Es una norma común y sensata cuando se cambia de Gobierno en las instituciones del Estado, dar un margen de 100 días a los recién llegados, para empezar a analizar su labor al frente de sus nuevas responsabilidades.

    Esos 100 días ya han pasado sobradamente, tanto a nivel municipal como autonómico y por eso me voy a permitir recordarles tanto a unos como a otros mis percepciones sobre su actuación al frente de las instituciones que representan.

    Imagino que como de costumbre, a la mayoría de quienes votaron a los respectivos tripartitos que comparten las responsabilidades de Gobierno repartiéndose la tarta del poder, les parecerá perfecto todo lo que han hecho de puertas hacia fuera, aunque sin duda muchos de ellos cuestionarán bastantes decisiones íntimamente, porque han chocado frontalmente con sus principios, pero nunca lo reconocerán públicamente para evitar el debilitamiento evidente que ello llevaría implícito.

    Al resto de los votantes no nos condiciona ese pacto (en mi opinión “antinatura”) que trata de homogeneizar los intereses de un socialismo de ancho espectro, con un populismo comunista radical y un nacionalismo pancatalanista que defiende la secesión de Cataluña del Estado Español.

    ¿Cómo es posible armonizar postura tan dispares, cuando lo único que les ha únido a estos tres contingentes de votantes ha sido evitar que gobierne el Partido Popular, que ha sido el partido mas votado en toda España con las excepciones de Andalucía, Cataluña y las Vascongadas?

    En estos momentos de efervescencia, con el tema catalán a punto de estallar, se demuestra que mientras el PSOE forma un bloque sólido con PP y Ciudadanos en defensa de la unidad nacional, Podemos se desmarca y argumenta que “ ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario” como hacen siempre los que no tienen las ideas claras y Compromís ha dejado bien patente en las declaraciones de algunos de sus miembros que son partidarios de la Independencia de Cataluña, aunque dentro del mismo partido haya dudas mas que razonables, entre el bando “catalino” y el “podemista”.

    ¿En que quedamos?

    ¿Somos los que somos, o queremos ser lo que nos interese ser en cada momento, según para quienes hablemos y donde lo hagamos?

    Nunca creí en ese Tripartito que gobierna Burriana y a la vez la Comunidad Valenciana, por lo tanto no me siento decepcionado en absoluto.

    Pero bajando desde la teoría política al terreno de la labor de Gobierno, tampoco he visto que se hayan tomado medidas que beneficien las condiciones de vida de burrianeros ni valencianos.

    Empezando por el principio, les comentaré que sólo he visto brindis al Sol con medidas tan absurdas como retirar medallas de nuestra ciudad, concedidas hace mas de medio siglo y que nadie conocía ni recordaba, reclamándolas al Patrimonio Nacional con yo no sé que propósito ni que intereses.

    Prescindir de los símbolos de identidad de los valencianos en actos públicos e incluso de tradiciones seculares entre todos nosotros, por querer identificarlas con posturas de la derecha.

    Tratar de eliminar de nuestros cementerios o tanatorios municipales no solo los símbolos de nuestra religión como la Cruz, sino cubriendo vidrieras artísticas con motivos religiosos, como si con ellos se hirieran los sentimientos de los ateos o agnósticos.

    Pretenden taparlos y esconderlos para no ofenderles a ellos, haciéndolos desaparecer sistemáticamente y separando sólo las cortinas cuando así lo requieran las familias de los finados.

    Mucho más práctico sería dejarlo todo como estaba, y cubrirlos cuando así lo requieran las familias de los finados agnósticos o ateos, que son muchos menos que los católicos aunque estos practiquen su religión de una manera más o menos evidente.

    Y a nivel municipal además del tema de las medallas, que me hizo reír más que llorar, por lo ridículo, hay otros dos temas que quiero señalar negativamente.

    Los bailes de yenka en el tema del Parvulario Príncipe Felipe, que después de todos los problemas generados por el equipo de Gobierno desde su toma de posesión, resulta que en este ejercicio, ha pasado de generar unos ingresos garantizados a las arcas municipales de 12.000 euros, que era la aportación de los nuevos gestores que desistieron ante las trabas que se les pusieron, pasará a costar más o menos unos 60.000 euros en el presente curso según se me ha informado, al mantener toda la infraestructura que había, al hacerse cargo de la gestión el Ayuntamiento y debido a su propia incompetencia contar con un número muy reducido de alumnos, ya que cuando decidieron llevar la gestión municipal directa, la mayoría de los niños ya habían sido matriculados en otros centros.

    Y recuerdo perfectamente dos compromisos de la Alcaldesa y de su Primer Teniente Alcalde, en los dos debates mantenidos en el Paya antes de las elecciones.

    María José Safont me dijo muy claramente, que si de ella dependía, en Burriana gobernaría la lista mas votada y luego cambió de opinión.

    Vicente Granel, se quejaba de que el Ayuntamiento de Burriana no les pagará la luz y el agua a las (según él) 700 familias de Burriana que no tenían ningún ingreso. Cuando yo le pregunté que debería de hacerse, dijo “lo que se ha hecho en el pueblo del lado, pagarlo el Ayuntamiento”.

    Que yo sepa, nadie me ha dicho que se les pague ahora que él gobierna.

    No se puede vivir de la demagogia ni de la mentira eternamente.

    Uno debe de ser prudente en la Oposición, para que no se le pueda reprochar una vez llegue al poder, lo que condenó entonces y no cumple ahora.

    Y creo que tanto en Burriana como en la Comunidad Valenciana nuestros gestores públicos deben alejarse de nimiedades que no llevan a nada ni preocupan a la ciudadanía, para centrarse en una autentica labor de Gobierno, pensando en el bienestar de sus convecinos o conciudadanos.

    No sirve de nada quejarse de los recortes que hicieron otros obligados por las circunstancias que heredaron, porque ahora cuando vosotros tengáis que recortar o aumentar impuestos como lo estáis haciendo, se os vera el plumero desde el primer momento.

    Cuando las arcas están vacías y hay que mantener las ciudades o las autonomías funcionando, solo caben cuatro soluciones:

    a) Recurrir al crédito si no lo hemos perdido totalmente.
    b) Recortar gastos superfluos, o priorizarlos.
    c) Aumentar las tasas e impuestos municipales o autonómicos.
    d) Incentivar la creación de nuevas empresas y fuentes de riqueza.

    Recurrir al crédito excesivo es hipotecar el día de mañana.

    Recortar gastos, siempre disgustará a quienes se sientan afectados y se perderán votos.

    Aumentar tasas e impuestos va a soliviantar a todo el mundo, porque afecta a todos.

    Así que la solución más inteligente es la última, pero parece ser que esa solución y las políticas de izquierdas están reñidas en España desde hace más de un siglo.

    O se revierte esa situación o la izquierda seguirá condenada al fracaso muchos más años.

    Y en apenas mes y medio, tendremos la confirmación de este punto de vista.

    Bastaran 150 días de gobierno de la izquierda en muchos sitios, para cambiar muchos votos.

    La noche del 20 de Diciembre, me dirá si estoy acertado o equivocado.

     

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    comentarios 7 comentarios
    miguel bataller
    miguel bataller
    10/11/2015 05:11
    Al "Viejo demócrata"

    La gente como tu, solo piensa en cultivar los rencores y la venganza, y por si no lo sabes, en España y desde finales de los años setenta se inició un período de reconciliación nacional, para borrar odios pasados y situaciones injustas de los dos contendientes de la Guerra Civil. Hasta el año 2004 esa filosofía de reconciliación nacional,se respetó totalmente, hasta que unos políticos carentes de moral y principios éticos, consideraron que les sería mucho mas rentable empezar a desenterrar muertos y despertar odios. En ellos seguís los amargados, los vengativos, los insensatos y los que no tenéis nada que aportar que no sea resentimiento y odio. Estoy seguro que tu como yo, ni vivimos la guerra, ni la sufrimos, pero ahora pretendeis ser jueces y parte. Lamentable, sobre todo porque de ese modo solo llegáis al fracaso y en cada elecciones os vais hundiendo en vuestro propio resentimiento y cada vez os vota menos gente.

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