Casi 200 congresistas analizan la actualidad del sector citrícola

La cifra de participantes en el XI Congreso de Citricultura de la Plana ha sido la mejor constatación de lo acertado en la elección de los temas que han centrado las ponencias desarrolladas a lo largo de la jornada, dado que prácticamente 200 personas entre profesionales, agricultores y estudiantes han acudido a esta convocatoria para analizar la actualidad del sector y plantear las pautas que han de marcar su evolución a partir de este momento.

Ya en la sesión inaugural, el alcalde de Nules, Mario García, ha destacado el interés del Ayuntamiento por plantear temas “que realmente den respuesta a las inquietudes de los profesionales y agricultores”. De hecho, en la clausura del Congreso ha planteado varias cuestiones directamente relacionadas con los temas expuestos.

Por un lado ha reivindicado la necesidad de que España esté mejor representada en el ámbito agrario comunitario, planteando como objetivo que el próximo Comisario Europeo de Agricultura sea un español “que demuestre una mayor sensibilidad por este sector”. Por otra parte, se ha hecho eco del mensaje lanzado por los dos investigadores que han participado en el congreso, en representación del IVIA y el ICCSA, instituciones autonómica y provincial que dedican todos sus esfuerzos a “asegurar que mantenemos nuestra competitividad consiguiendo variedades más rentables y productivas”. A este respecto, el alcalde no ha dudado comprometerse en hacer llegar su llamamiento a quien corresponda “ya que la investigación forma parte fundamental del proceso de desarrollo de nuestra agricultura, que no puede mantenerse por más tiempo en una concepción romántica del cultivo de la tierra, sobre todo teniendo en cuenta la globalización de los mercados y la dura, y muchas veces desleal competencia de otros productores”. En cualquier caso, no ha obviado que el actual contexto social y económico hace muy complicado para cualquier administración marcar determinadas prioridades “cuando existen tantos frentes abiertos, muchos de los cuales afectan a las necesidades fundamentales de los ciudadanos”.

Con todo, García se ha mostrado muy satisfecho por la calidad y la profesionales en el desarrollo de los temas tratados “porque no han hecho más que poner de manifiesto cual es la realidad del sector agrícola en la actualidad y cuáles son sus expectativas y posibilidades de futuro”.

EL PAPEL DEL SEGURO AGRARIO EN EL FUTURO DEL SECTOR CITRÍCOLA
Carmen Bellot Cases, directora de Engrupo, ha planteado en su exposición la necesidad de que los agricultores se decidan por buscar alternativas a los actuales seguros agrarios, que ya no les resultan rentables, principalmente por su alto coste. Las nuevas tendencias en este ámbito llevan a la contratación de seguros más amplios. De hecho, gran parte de su exposición se ha centrado en los Seguros Asociativos, que contratan las personas jurídicas relacionadas con la producción agrícola, y de los que se benefician directamente los socios.

Bellot ha asegurado que el sector debe aprovecharse del modelo de cooperatismo, aunque adaptándose a las nuevas necesidades competitivos y legislativas, dado que el modelo que ha funcionado durante 30 años “y del que tanto hemos presumido”, en los dos últimos años ha perdido su efectividad.

En su exposición ha analizado cuáles son los problemas de los seguros actuales, al tiempo que ha apuntado los cambios, siempre enfocados desde el punto de vista cooperativo y “superando las soluciones individuales”. Bellot ha afirmado que “un agricultor no encuentra lo que espera en los seguros actuales, pero a través de su cooperativa sí que puede solucionar algunos de sus problemas”. De este modo, la cooperativa se convertiría en la gestora de todo el proceso, facilitando el trabajo del productor. Para la ponente, “la cooperativa es la agricultora del presente”.

Entre los congresistas ha surgido la duda sobre cómo recogen los seguros asociativos especificaciones concretas como las que sí existen en la actualidad en los seguros individuales, dado que cada agricultor cubre unos riesgos dependiendo de las características de su producción o incluso la ubicación geográfica de su parcela.

Según Carmen Bellot, este tipo de cuestiones todavía están en estudio y pueden incorporarse a los nuevos seguros para mejorarlos y hacerlos más interesantes para los agriculturas.

EL PASADO Y EL FUTURO DE LA CLEMENULES ESTÁ ESCRITO EN SU GENOMA
Manuel Talón Cubillo, director del Centro de Genómica del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), ha sido el encargado de explicar cuál es “la secuenciación del genoma de la Clemenules, fruto de una colaboración internacional, y que se ha convertido en el genoma de referencia a nivel mundial para el resto de cítricos”.

En su exposición, Talón ha demostrado que el genoma de la Clemenules “ha permitido la re-recuenciación en nuestro país del genoma de las 150 variedades de cítricos más importantes para el sector, entre las que se encuentran naranjas, limones, limas, pomelos y representantes de otros grupos y especies”. Además ha señalado que el conocimiento del genoma “ha permitido descifrar el origen de los cítricos y abre un abanico de múltiples aplicaciones prácticas que serán el soporte de la citricultura en los próximos años”, como al identificación de variedades o el establecimiento de programas eficaces de mejora de cítricos.

Manuel Talón ha completado su exposición con la demostración práctica de las últimas investigaciones para la creación de nuevas variedades lo más próximas posibles a la clemenules, pero con características distintas que permitan alargar las campañas y aumentar la producción.

La última parte de su exposición ha sido más reivindicativa, al exponer la necesidad de que se siga apostando por la investigación, dado que la aparición espontánea de variedades con la calidad de la clemenules “podría definirse como un milagro que difícilmente volverá a repetirse”, por lo que considera fundamental mantener los proyectos de investigación para la creación de nuevas variedades, ya que en este campo están trabajando seriamente nuestros principales competidores.

LA NUEVA PAC (Política Agraria Común), 2014/2020, SU INCIDENCIA EN EL SECTOR CITRÍCOLA
José Miguel Ferrer Arranz, doctor ingeniero agrónomo y especialista en gestión de calidad, recientemente designado como director general de Producción Agraria, se ha encargado de detallar las implicaciones y principales características de la nueva Política Agraria Común (PAC).

Entre las conclusiones más significativas ha destacado la intención de la Unión Europea de reforzar el papel del productor “la parte más débil de la cadena comercial” y para ello se plantea, entre otras posibilidades, la modificación de la política de competencia.

Una de las novedades que más ha llamado la atención ha sido la propuesta de creación de un fondo de globalización, con el que se pretenden compensar los posibles perjuicios que puediera suponer para algún estado miembro la firma de acuerdos comerciales con terceros, como sería el caso del que se alcanzó con Marruecos y que afectaba directamente a exportación de los cítricos.

En cualquier caso, Ferrer ha insistido en que la PAC está en pleno proceso de debate y elaboración, dado que se pretende modificar y adaptar sistemas como el pago único (ayudas directas a los agricultores), el funcionamiento de los Organismos Comunes de Mercado (OCM).

Lo que parece más que evidente es que se van a reducir los fondos que se destinan a las ayudas agrarias, aunque el objetivo es equiparar las aportaciones que se realizan, de manera que sean iguales para todos los productos y países, algo que en la actualidad no es así.

Con todo, según José Miguel Ferrer, esta nueva PAC pretende ser el anticipo “de un verdadero cambio en las políticas agrarias comunitarias” que se acometerán previsiblemente a partir de 2020.

PROYECTO ICCSA (Investigación Citrícola Castellón, S.A.). I+D+I EN CÍTRICOS DE LA PROVINCIA DE CASTELLÓN
Juan Carlos Claramonte Martinavarro, ingeniero agrónomo y director técnico de ICCSA, ha iniciado su exposición explicando cuáles han sido los principios que motivaron la creación de este instituto de investigación en Castellón en el año 2010, que lleva ya tres años de investigación en campos experimentales en nuestra provincia, dado que hasta ahora prácticamente todas las investigaciones sobre nuevas variedades se realizaban en zonas con características climatológicas y orográficas distintas.

El ICCSA está centrando sus esfuerzos y medios en la búsqueda de la postcosecha, el aumento de la producción y la calidad de los destrios, así como en la creación de nuevas variedades. De hecho, ha informado sobre el avanzado estado de certificación de la variedad ISA10, Clemenclara, que podría comenzar a comercializarse a partir de 2015. También ha expuesto cuáles son sus ensayos en nuevos patrones, que ha calificado como fundamentales.

Entre algunos de los aspectos más interesantes de su exposición cabría destacar la creación de una red de búsqueda de mutaciones espontáneas, ya que se confía en las posibilidades de esta provincia a la hora de dar origen a las mejores variedades citrícolas, tomando como referencia la aparición de la propia clemenules.

CONCLUSIONES DE LA MESA REDONDA

Ramón Mampel Della (Unió de Llauradors)
Doménech Nácher Cervera (Secretario General de Fepac-Asaja)
Eduardo Primo (Doctor ingeniero agrónomo)
Pascual Pla (Presidente de la Asociación de Comercializadores de Cítricos de Nules)

Las personas que han intervenido en la Mesa Redonda con la que se ha llegado al final del XI Congreso de Citricultura han ofrecido la posibilidad de analizar los problemas del sector desde todas sus facetas posibles, tanto desde el punto de vista del agricultor, como de la comercialización y la investigación, lo que ha posibilitado enriquecer el debate, pero sobre todo llegar a la conclusión de que se cuenta con las herramientas suficientes para alcanzar salidas positivas para la citricultura, aunque en ocasiones no es fácil utilizarlas, porque son muchos los factores que afectan a la producción y la comercialización.

En cualquier caso, prácticamente todos han coincidido a la hora de afirmar que el principal problema del sector no está fuera. La necesidad de lograr una unidad real entre los productores es la base fundamental para alcanzar uno de los principales objetivos, que es garantizar un precio justo por la fruta y que deje un margen digno al labrador que le permita seguir explotando sus propiedades.

Si bien todos han identificado un serio problema en la competencia internacional de terceros países a los que se les ha abierto las puertas de la Unión Europea sin plantear unas mínimas exigencias que equiparen su oferta a la que se produce en España, especialmente en la Comunidad Valenciana, también es cierto que en conjunto se ha planteado como única alternativa ante esta evidencia la apuesta por la calidad, que por sus sistemas de producción estos competidores no pueden alcanzar.

Entrando en casos concretos, precisamente ha sido el presidente de la Asociación de Comercializadores de Cítricos de Nules, Pascual Pla, el que ha planteado la posibilidad de reducir la extensión de producción destinada al cultivo de clemenules, apostando por otras variedades que darían nuevas opciones de comercialización, dado que, como ha recordado la clemenules se ha extendido por todo el mundo y se cultiva en países como Chile, Argentina o Marruecos, lo que crea una sobreoferta que los mercados no pueden absorber y por lo tanto se alcanzan precios muy bajos.

Eduardo Primo ha planteado entre sus propuestas para reducir coste y por lo tanto ser más competitivos, la mecanización de la recolección o la poda, señalando de nuevo la ventaja de nuestros competidores en este aspecto, dado que las grandes plantaciones facilitan un trabajo más intensivo y con costes menores. Sin embargo, Pla ha reivindicado la importancia del trabajo que se desarrolla en municipios como Nules, donde la poda sigue siendo manual, así como la recolección “lo que garantiza la calidad que distingue nuestras clemenules de las que se producen en otros países” y donde deben destinarse todos los esfuerzos. Ha señalado que en Nules “hay empresas marquistas que buscan las fincas donde se trabaja de esta forma y no quieren fruta que se obtiene mediante sistemas mecanizados y debemos apostar por eso”.

En este sentido ha recordado el trabajo que se está desarrollando desde la Asociación de Comercializadores de Cítricos de Nules para conseguir una marca propia “que nos permitirá reivindicar en los mercados la distinción de nuestra clemenules, ya que creemos que la que se produce aquí es la mejor” y si se sabe llevar ese mensaje al comprador final, cabe la posibilidad de que se obtengan precios más altos.

Finalmente, todos han coincidido en la necesidad de seguir investigando en nuevas variedades y patrones que permitan alargar las temporadas y aumentar la producción, de manera que se puedan abarcar nuevas cuotas de mercado.