L’Albufera de Valencia, cerca del punto de no retorno
Las ONGs alertan de que el lago más grande de España y uno de los parajes naturales más bellos y ricos de la Comunidad Valenciana está en grave riesgo de no recuperarse
Desde SEO/BirdLife instan a los responsables políticos a tomar medidas serias y lanzan una campaña de recogida de firmas a través de change.org
Lejos queda la Albufera que describía Blasco Ibáñez en 'Arroz y Tartana'. Los ecologistas alertan de que el lago más grande de España y uno de los parajes naturales más bellos y ricos de la Comunidad Valenciana está en grave riesgo de no recuperarse, lo que han calificado de "punto de no retorno".
"Hoy en día, la laguna está fundamentalmente poblada por una sopa verde de microalgas que se acumulan en la superficie, lo cual ha oscurecido y enturbiado las aguas, impidiendo que afloren plantas en el subsuelo y, en consecuencia, reduciendo la diversidad piscícola y ornitológica", denuncian desde SEO/BirdLife, la organización ambiental decana en España.
¿Qué ha ocurrido para que este ecosistema único en Europa se encuentre tan enfermo?
Desde la organización apuntan al incremento de vertidos industriales y urbanos desde hace unos cuarenta años debido a la actividad humana en la zona, "gracias a la riqueza de recursos que aportaban los ríos Turia y Júcar".
Hay un desequilibrio de nutrientes en el lago lo que está contribuyendo a un incremento de microalgas, según explican desde la ONG, impidiendo "el normal desarrollo de una comunidad diversa de fitoplancton, zooplancton y otras plantas acuáticas, todas las especies que hasta entonces vivían en el espacio natural se resienten". Y aunque se han ejecutado medidas paliativas -el nivel de nitratos y fosfatos se ha reducido desde la década de los ochenta-, "L'Albufera está aún lejos de alcanzar un estado que se asemeje a sus condiciones naturales".
¿Dónde está la cura?
Solo será posible recuperar la Albufera, alertan desde la organización, "si se corrige la excesiva entrada de nutrientes, eliminando por completo todos los vertidos directos y la contaminación difusa". Además, hay que garantizar la entrada de al menos 250 hectómetros cúbicos anuales de agua con bajas concentraciones de nutrientes que renueven el lago. De lo contrario, el deterioro será irreversible.
¿Y quiénes pueden revertir la situación?
Desde SEO/BirdLife piden a la Confederación Hidrográfica del Júcar y la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural de la Generalitat Valenciana que se pongan "manos a la obra".
Para conseguir un mayor impacto, la ONG ha hecho un llamamiento a la ciudadanía a través de la plataforma change.org y han lanzado una recogida de firmas para pedir soluciones también en Doñana y en el Delta de l'Ebre.
"Nuestros nietos ya no podrán ver los humedales que conocieron sus abuelos pero, si no actuamos, tampoco verán los humedales tal y como los conocimos nosotros", señala la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz.
"Los responsables de la política de aguas disponen de la información científica suficiente para comprender la necesidad urgente de tomar medidas. De seguir así llevaremos estos ecosistemas al punto de no retorno al que ya hemos llevado otros humedales relevantes", asegura Roberto González, responsable del programa Alas sobre agua de SEO/BirdLife
