Mazón ataca a Puig en un debate en el que la izquierda saca pecho del Botànic y acusa al PP de “tener la cara de cemento armado”
Se evidencia la existencia de dos bloques tradicionales, izquierda y derecha, que se encuentran empatados de cara a un 28M en el que todo puede pasar
Faltan pocas horas para que termine la campaña electoral y los partidos tengan prohibido pedir su voto. Este domingo 28 de mayo los valencianos elegimos si se renueva un gobierno de izquierdas o si la Comunitat Valenciana registra un cambio de gobierno hacia uno de derechas.
Conscientes de la importancia de apurar hasta el último minuto para pedir el voto, movilizar a sus electores y convencer a sus indecisos, los candidatos a la Generalitat de las principales formaciones aprovecharon el último debate conjunto que tuvo lugar anoche en À Punt para, a grandes líneas, preguntar al PP si pactará con Vox y, desde el lado de la izquierda, defender a toda costa el Botànic y echar algún capote a un Ximo Puig (PSPV-PSOE) cercado por las preguntas y acusaciones de su máximo oponente, el popular Carlos Mazón.
Ximo Puig (PSPV), Carlos Mazón (PP), Joan Baldoví (Compromís), Mamen Peris (CS), Carlos Flores (Vox) y Héctor Illueca (Unides Podem) han discutido sobre economía, estado del bienestar, territorio y futuro y pactos.
En el bloque de economía, Mazón ha hablado del “infierno fiscal” de Sánchez y de Puig, destacando que “es un lujo” llegar a fin de mes “a pesar de que tenemos el gobierno más caro de la historia”. Frente a estas acusaciones, Puig le ha respondido que “qué credibilidad tienen las promesas de aquellos que nos llevaron a los peores momentos”. Illueca le ha echado en cara a Mazón que su partido cerró la televisión pública valenciana y afeaba al popular que prometiera reducir impuestos tan a la ligera: “Sin recaudación no es posible mantener los servicios públicos”.
El de Podemos apuesta por crear empresas públicas para gestionar servicios básicos y Mamen Peris se ha sumado al tren de las rebajas de impuestos y desgravaciones fiscales. El único partido que habló claramente de la financiación fue Compromís, quien acusó al resto de formaciones de no haber presionado en Madrid: “Ningún partido ha hecho nada por mejorarlo”.
Vox ha dicho que los valencianos debemos 10.800 euros por habitante, en la misma línea que Mazón al referirse al “gobierno más caro de la historia” y han atacado a Puig por el número de altos cargos y asesores que tiene la Generalitat. El socialista ha sido tajante y le ha devuelto a Mazón esa acusación lamentando que Mazón, también presidente de la Diputación de Alicante tenga el sueldo más alto: “Bájate el sueldo”, le ha espetado al popular: “Tu demagogia es infinita”.
A lo largo de los distintos bloques de debate, los grupos de izquierdas han defendido la gestión del Botànic e incluso han apoyado a Puig cuando desde la derecha ha recibido ataques: “Si todo va estupendo, yo le recuerdo la realidad”, decía Mazón. Y es que la estrategia del PP ha sido en todo momento buscar un cara a cara directo con Puig aunque no lo ha logrado, al tener a Podemos y Compromís como defensores -no siempre- del president de la Generalitat.
Se ha vivido algún momento más tenso como cuando se han sacado los antecedentes por condenas de violencia de género del candidato de Vox y Mamen Peris ha sido la más dura al respecto al rechazar tajantemente incluir en las listas electorales a condenados por este tipo de violencias.
El tema de la salud también ha creado importantes enfrentamientos, donde Mazón ha vuelto a atacar a Puig por ser “el campeón de las listas de espera”, mientras que el socialista defendía que estas listas son mejores que en Andalucía o Madrid, regiones en las que gobierna el PP.
Vox ha sido el partido que más ampliamente ha hablado de “proteger a la familia” hasta el punto de incluir “la perspectiva de la familia en cualquier política que se ponga en marcha”. También ha hablado de regular la inmigración ilegal “que compromete cada vez más la seguridad en los barrios” y Illueca ha acusado a Mazón de “tener la cara de cemento armado” ya que su partido “cortó la tarta de la sanidad privada” entre los amigos.
En este debate hemos visto guerras de cifras, mucho “y tu más” y hasta merchandising con camisetas y gráficos para llamar la atención de un votante que tan solo tiene 48 horas para decidir su voto, si todavía no lo ha hecho.
