Jóvenes promueven la recuperación de una ermita incendiada en 1936 en Llíria para reabrirla al culto
Colaboran ya en la limpieza de la ermita de la Mare de Déu, del siglo XVIII, guiados por técnicos
Una quincena de jóvenes de Lliria, pertenecientes al movimiento diocesano “Juniors” e integrantes de un grupo del Itinerario Diocesano de Renovación de la parroquia Asunción de Nuestra Señora, han iniciado un proyecto para recuperar la ermita de la Mare de Déu, situada en el casco antiguo de la población, con el fin de reabrirla al culto tras más de 75 años en desuso.
La iglesia, ubicada en la calle de la Virgen, fue construida en el siglo XVIII, y ha sido utilizada durante los últimos años como almacén de andas y enseres litúrgicos.
El templo presenta un “estado ruinoso y muy deteriorado, como consecuencia del incendio sufrido durante la persecución religiosa de 1936”, según ha indicado hoy a la agencia AVAN el párroco de la Asunción de Nuestra Señora de Lliria, Javier Camañes.
Se trata de una capilla “sencilla” de arquitectura barroca, conocida como “Ca la Mare de Déu” y dedicada a María, en la que antiguamente, según la tradición, “existía una imagen de la Dormición de la Virgen que todos los 14 de agosto se bajaba hasta la parroquia de la Asunción para celebrar con solemnidad su fiesta”, ha añadido.
En el exterior de la iglesia destacan “los sillares de las esquinas, mientras que en el interior existen unas pinturas con alegorías marianas muy características de este tipo de iglesias”, según ha explicado.
El trabajo de los jóvenes en la ermita, que es supervisado y guiado por técnicos, consiste en la limpieza de las dependencias para la recuperación de la sacristía, los bajos y el suelo. Igualmente, los jóvenes adecentarán las paredes, que cuentan con añadidos de pintura a lo largo de los años, y grietas.
La rehabilitación, que se prolongará durante un año, “respetará las pinturas y estilo arquitectónico de la ermita”, según el párroco. Además, permitirá recuperar en ella las celebraciones y posibilitará su uso como oratorio para los jóvenes, que podrán realizar allí encuentros y vigilias.
Igualmente, el proyecto pretende “ayudar a recuperar la fiesta perdida de agosto, celebrando allí la novena y la vigilia del 14 de agosto, para después salir en procesión hacia la parroquia”, según Camañes, que ha asegurado que “la idea de restaurar la ermita surgió de los mismos jóvenes, que vieron la necesidad de tener un espacio propio y adecuado a sus necesidades espirituales”.
