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Ecologistas en Acción denuncian que la “regeneración” de algunas playas valencianas se tramitan con los fondos Next Generation EU

    Los ecologistas denuncian que la “regeneración” de las playas del Saler y La Garrofera en València y Les Deveses en Dénia se tramiten con los fondos Next GenerationEU incumpliéndose el requisito de “No causar un perjuicio significativo”, dados los impactos ambientales asociados a esas actuaciones.

    Los proyectos, con un importe de 36 millones de euros de las dos licitaciones realizadas por la Dirección General de la Costa y el Mar serían irregulares, pues la actual tramitación del proyecto de extracción de arenas frente a las costas de Cullera, tardará meses o años en obtener la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), que puede modificar de forma sustancial esos proyectos de “regeneración”. Se están licitando actualmente por parte de la Dirección General de la Costa y el Mar los dos proyectos de “regeneración” de las playas del Saler y la Garrofera en València y de Les Deveses en Dénia, por un importe respectivo de 24,84 y 14,75 millones de euros, cuyos expedientes fueron colgados en la página web de Contratación Pública el 18 y 20 de julio de 2022 respectivamente.

    Los proyectos consisten en el vertido de arena extraída del yacimiento de Cullera y transportada a las playas mediante un barco-draga, que depositaría 2,22 y 0,6 millones de metros cúbicos respectivamente, para conseguir tramos de playa con arena seca entre 30 y 100 m de anchura. Los dos proyectos se presentan dentro del marco de los fondos europeos del Mecanismo de Recuperación, Transformación y Resiliencia tras la COVID, en el caso de València con el objetivo del título engañoso de “Adaptación de la costa al cambio climático” y el proyecto de Dénia con el objetivo también falso de “Restauración de áreas y ecosistemas degradados”. Es inaudito que esos proyectos de obras de vertido de arena sean disfrazados con esos títulos rimbombantes, pues esas “regeneraciones” nada tienen que ver con adaptaciones al cambio climático ni con la restauración de ningún ecosistema.

    Los proyectos encuadrados en el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia deben tener como objetivo la transformación estructural de la economía y estos proyectos son continuistas con las políticas tradicionales de “regeneración” de playas desarrolladas en los últimos años. El fenómeno de la regresión de las playas tiene varios motivos: elevación del nivel del mar por el calentamiento global, retención de sedimentos en pantanos y embalses, infraestructuras portuarias y destrucción de las dunas por la edificación excesiva, aumento e intensidad de los temporales marinos y la destrucción de las praderas de las fanerógamas marinas que frenan las corrientes y protegen la costa.

    Delante de esta problemática tan compleja el Ministerio de Transición Ecológica tira por la calle de en medio y busca “soluciones” rápidas pero transitorias para contentar a hoteleros, promotores urbanísticos, empresas constructoras y alcaldes, despilfarrando decenas de millones de euros y dañando los fondos marinos, contaminando la atmósfera con barcos y maquinaria pesada alimentada con combustibles fósiles, y agravando el cambio climático. Esas “regeneraciones” tendrán además una corta vida útil, pues los próximos temporales marítimos devolverán al mar parte significativa de la arena vertida. Lo inaudito ahora es que se presenten esos proyectos con esos falsos objetivos para recibir fondos europeos. El cinismo y la confusión del MITERD no pueden ser mayores.

    Una de las condiciones exigidas por Europa es la de “no causar un perjuicio significativo”, DNSH en inglés. El MITERD asegura que los dos proyectos cumplen ese requisito. Sin embargo en nuestra opinión la extracción de arena de aguas profundas y su deposición sí que causará ese perjuicio significativo. Ecologistas en Acción va a denunciar ante la Comisión Europea esos dos proyectos. Esos proyectos para ser financiados por Europa deben finalizar antes de diciembre de 2023 y de ahí vienen las prisas. Y nos encontramos que el proyecto de extracción de arena, ahora en información pública, tardará unos meses o años en obtener la DIA, o sea las condiciones ambientales de la extracción de arena, que forma parte sustancial de los dos proyectos. ¿Cómo se pueden licitar los mismos sin conocer esos condicionantes finales que pueden alterar de forma sustancial los mismos?

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