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De Cullera a Francia: La historia de un pintor valenciano en el exilio

De Cullera a Francia: La historia de un pintor valenciano en el exilio
  • Los descendientes del pintor recopilan desde hace años las obras del artista para darlo a conocer

La Comunitat Valenciana es cuna de cientos de artistas, desde escritores a escultores, músicos, arquitectos o poetas. También pintores, como es el caso de Manuel Matoses, un cullerano que fue contemporáneo de dos de los artistas valencianos más reconocidos: Sorolla y Benlliure.

“Mi abuela heredó una parte de la colección pictórica de la familia y desde que regresó a España, participó en subastas para recopilar más obras del pintor y su familia. Mi padre continuó con esta tarea, que ahora recae en mí”, explica Francesc Cholvi, que relata la trayectoria de su antecesor, al tiempo que destaca la necesidad de que un artistas de esta importancia sea conocido por la sociedad.

De hecho, la familia ha donado recientemente dos obras del pintor: una al Museo Naval de San Fernando de Cádiz (Evasión del Buque Prisión Castilla Vieja) y otra a la Real Academia de Bellas Artes de San Jorge (Paisaje con abeto), donde Matoses fue estudiante entre 1886 y 1887.

Manuel Matoses Vicent se matriculó en 1882 en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, en la que fue compañero de Joaquín Sorolla o Mariano Benlliure. Tras dejar Valencia, estudia en las Reales Academias de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) y San Jordi (Barcelona). Tanto en Madrid como en Barcelona, se dedicó a realizar retratos por encomienda, una técnica en la que siempre destacó.

Posteriormente, viajó a París (seguramente entre 1888 y 1890), donde realizó copias de las obras de grandes maestros en el Louvre y donde conoció a su esposa, Margarita Dumas. Esta también pintora, fue alumna de los grandes maestros Bonnat y Bouguereau. En 1892, tuvieron su única hija Maria Rafaela Matoses, que adoptó, como nombre artístico Pastora Matoses.

Debido a la inestabilidad política antes de la Gran Guerra, la familia se trasladó a un pueblo de la Dordoña francesa, Comberanche, donde siguen trabajando. Gran parte de su obra es el vivo reflejo de la sociedad rural francesa de principios del Siglo XX.

Sin perjuicio de vivir alejados de la capital, Matoses mantuvo contacto y encargos con la sociedad parisina (fundamentalmente retratos) y con los editores con los que había trabajado en su época de París. Participa en grandes exposiciones en el Gran Palais desde 1910 hasta 1940.


Su hija no tardó en aprender de sus padres artistas. Laureada y societaria del Salón de artistas franceses, Pastora Matoses tuvo un gran reconocimiento en su época. Mayoritariamente, dedicó gran parte de su obra al arte de la miniatura.

Más adelante, en 1927, los Matoses se establecieron en Angoulême, capital de la Charente, desde donde siguieron participando en exposiciones y salones de arte de Burdeos o Madrid. Consiguieron fundar en 1946 el Salón de Bellas Artes de Angoulême.Sin embargo, Matoses muere el 24 de marzo de 1956, y su esposa, el 4 de abril del mismo año.

Actualmente sus obras se reparten entre las colecciones privadas fundamentalmente de Alemania, Francia y España. No suele salir mucha obra a subasta, aunque han salido obras suyas en grandes casas de subasta como Christie’s o Sotheby’s. Tienen obra expuesta en el Museo de Bellas Artes de Angoulême y otros museos de la zona.

En España, tienen una obra del torero Vicente Pastor en el Museo Taurino de Valencia, y las obras una a Evasión del Buque Prisión Castilla Vieja y Paisaje con abeto han sido donadas por la familia al Museo Naval de San Fernando de Cádiz y en la Real Academia Catalana de Bellas Artes de San Jorge respectivamente. 

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