El PP celebra sus últimas reuniones en la histórica sede de la Calle Quart de Valencia
La que fuera la histórica sede del PP en la Comunitat Valenciana, radicada en la valenciana Calle de Quart, tiene las horas contadas. Tal y como ya anunció su presidenta regional, Isabel Bonig, durante el mes de septiembre del presente año, el partido tiene previsto abandonar sus actuales instalaciones que sirven de sede autonómica, provincial y local, para trasladarse a un nuevo espacio de un coste menor e igualmente en el centro de la ciudad de Valencia. Con el traslado, los populares ya estimaron en su momento un ahorro de unos 2700 euros mensuales, ya que actualmente están abonando alrededor de 10.000 euros. La nueva sede, ubicada en el conocido Edificio América de la plaza del mismo nombre, cerca de la Porta de la Mar.
El nuevo espacio contará con una superficie de unos 770 metros cuadrados, y servirá, además, para dar cabida a la sección juvenil del PP, -Nuevas Generaciones-, una de las sectoriales más activas del partido y que actualmente nutre al mismo de cargos institucionales y de libre designación en varias instituciones. Durante la presente semana, la todavía sede de la Calle Quart, ha albergado una reunión de las agrupaciones más veteranas y emblemáticas de las que posee el PP en Valencia, la de Ciutat Vella, y que congregó a los afiliados de la zona para seguir tratando sobre los temas del distrito, tal y como se ha hecho habitualmente.
El Partido Popular, que celebró en esta sede sus amplias victorias desde 2007, y en especial en el 2011, pretende con este movimiento, ahorrar costes y adaptarse a la nueva situación en la que se encuentra el partido. Cabe recordar, que desde las elecciones municipales y autonómicas de 2015, el PP redujo considerablemente su poder y su peso en la práctica totalidad de municipios y provincias, así como en la Generalitat, de la cual perdió el control, a pesar de ser el partido más votado, al no ser capaz de alcanzar una mayoría parlamentaria. Tras el descalabro electoral de mayo del pasado año, que les hizo pasar de tener 2958 concejales a poco más de 2200, y pasar de 55 diputados autonómicos a tan sólo 31, además de perder a los populares las capitales de provincia, la mayoría de ayuntamientos del área metropolitana de Valencia, la Diputación de Valencia, y mantener la de Alicante gracias al voto de Ciudadanos, el partido tiene que rediseñar su estructura y adaptarse a la nueva situación, en este sentido Bonig ya apuntó que la sede "se había quedado grande".
No obstante, a pesar de la recuperación en las Elecciones Generales de noviembre, con respecto a las autonómicas, y también en las de junio, gracias en gran parte a la caída de Ciudadanos, el PP mantiene su mudanza y recorte de gasto interno, con el objetivo, tal y como apuntó su actual líder regional, Isabel Bonig, de alcanzar, algún día, una sede en propiedad. Asimismo, el cambio de sede responde, en palabras de Bonig, a la necesidad de cambio de imagen del partido, muy afectado en los últimos años por varios casos de corrupción en el ámbito valenciano.
