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Víctor Mínguez: “La cultura jeroglífica se recuperó en el Renacimiento, fue instumentalizada políticamente en el Barroco y ha llegado hasta hoy a través del arte, la ficción y la publicidad”

Víctor Mínguez: “La cultura jeroglífica se recuperó en el Renacimiento, fue instumentalizada políticamente en el Barroco y ha llegado hasta hoy a través del arte, la ficción y la publicidad”
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    Víctor Mínguez: “La cultura jeroglífica se recuperó en el Renacimiento, fue instumentalizada políticamente en el Barroco y ha llegado hasta hoy a través del arte, la ficción y la publicidad” - (foto 2)
    Víctor Mínguez: “La cultura jeroglífica se recuperó en el Renacimiento, fue instumentalizada políticamente en el Barroco y ha llegado hasta hoy a través del arte, la ficción y la publicidad” - (foto 3)

    Están presentes en películas de éxito, en novelas superventas de Arturo Pérez-Reverte o en multitud de campañas publicitarias. Sus orígenes están en las culturas egipcias y mayas, en el Renacimiento se recuperaron como juego intelectual y durante el Barroco y en las colonias hispánicas fueron instrumentalizados políticamente. Son los jeroglíficos, que componen el núcleo simbólico y codificado de buena parte del arte moderno y cuya historia y evolución ha desentrañado con maestría esta mañana el profesor de Historia del Arte de la Universitat Jaume I Víctor Mínguez durante la primera jornada del curso de verano de la UJI que él mismo dirige “Jeroglíficos. Los lenguajes herméticos del arte”, impartido en el hotel Bonaire de Benicàssim hasta el próximo viernes.

    La tesis que ha planteado Mínguez al inicio de su conferencia -después de que el vicerrector de Relaciones Institucionales y Bienestar Social de la Jaume I, Manuel Chust, inaugurara el curso- es que “los jeroglíficos no sólo se quedan en las culturas egipcias o mayas como se tiende a pensar, sino que el simbolismo y los lenguajes herméticos se prolongan codificados en obras de arte hasta el mundo moderno y contemporáneo”. “Los profesores de historia del arte de la UJI nos hemos especializado en la iconografía del arte y varias conferencias del curso tratarán esta materia, que se enriquecerá con las aportaciones de profesores de reconocido prestigio, especializados en egiptología o cultura maya”, ha explicado el director del curso.

    Víctor Mínguez, especialista en emblemática e iconografía política que está trabajando en un proyecto sobre la iconografía de Carlos II, ha analizado el descubrimiento de los jeroglíficos en piedra de época antigua durante el Cuattrocento, las publicaciones compilatorias que durante el Renacimiento pusieron las bases de la cultura simbólica y la sistematización de la misma y relación con las culturas prehispánicas, para finalmente subrayar su relevancia artística, histórica y política hasta la actualidad.

    Como punto de partida de su conferencia, el profesor de la UJI se ha remontado al descubrimiento del Egipto clásico incorporado al Imperio Romano y de las culturas prehispánicas por parte de los humanistas italianos del Renacimiento para referirse a la remodelación urbana de Roma en época de Sixto V, en la que los obeliscos egipcios traídos por los césares articularon el nuevo entramado de plazas para conectar las basílicas y canalizar a los peregrinos. “Eran ejes verticales, axiales, que articulaban la ciudad y contenían jeroglíficos que nadie sabía todavía interpretar, lo que provocó un gran esfuerzo intelectual para intentar descifrarlos, algo que no se lograría realmente hasta el siglo XIX”, ha indicado.

    “En 1459 los humanistas italianos descubren en Andros un libro clave, el ‘Hieroglyphica’ de Horapollo (gramático del siglo V), que les transmite la creencia que después se demostró errónea de que los jeroglíficos eran verdades secretas, procedentes de una cultura adánica, que habían transmitido los dioses a los sacerdotes. Pensaban que a partir del libro de Horapollo podían desentrañar el significado de los jeroglíficos, lo que se tradujo en una gran cantidad de publicaciones”, ha relatado Mínguez.

    A continuación, el profesor de Historia del Arte de la UJI ha destacado la importancia histórica de los libros que por primera vez clasificaban e interpretaban los jeroglíficos durante el Renacimiento, como el ‘Hypnerotomachia Poliphili’ de Francesco Colonna, el ‘Emblematum libellus’ de Andrea Anciato –“que marca un antes y un después”- o los españoles ‘Empresas morales’ de Juan de Borja y ‘Emblemas moralizadas’ de Hernando de Soto. “Al mismo tiempo, los emblemas, que es como pasaron a denominarse en época moderna a partir de la obra de Anciato, empezaban a protagonizar certámenes, decorar fiestas y divisas de la indumentaria de los caballeros. Eran planteados como acertijos que escondían reflexiones morales”.

    Inicialmente, Mínguez se refirió a la obra de Athanasius Kircher, “uno de los científicos más importantes del siglo XVII, el primero que relacionó la cultura jeroglífica egipcia y maya y que creyó desentrañar definitivamente su significado como un lenguaje simbólico casi universal, y cuya influencia fue clave en Europa y América”.

    “Posteriormente, en época Barroca, los emblemas fueron instrumentalizados políticamente, porque las coronas europeas se dieron cuenta de que esa simbología se podía utilizar como propaganda, para difundir una ideología y una moral. Y en América Latina encuentran en los jeroglíficos de sus pirámides un testimonio grandioso de las culturas prehispánicas, que podía competir con las culturas europeas. Los criollos entienden que podían reivindicar esos orígenes en un proceso de autoafirmación que, con el tiempo, les llevaría a los movimientos independentistas”.

    Mínguez concluyó afirmando que “en el siglo XVIII los ilustrados despreciaron toda esa cultura emblemática, pero artistas como Goya la utilizaron en su obra y actualmente se utiliza en la publicidad, con imágenes crípticas, en el último epílogo de esa cultura simbólica”.

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