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El PSPV denuncia la opacidad del equipo de gobierno de Castellón en la contratación de servicios municipales

  • El portavoz socialista, Juan María Calles, recuerda las arbitrariedades e irregularidades detectadas en las contrataciones con empresas de la trama Gürtel

El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Castellón y candidato a la alcaldía, Juan María Calles, declara que el último informe de Transparencia Internacional revela el “suspenso” del Partido Popular a la hora de gastar el presupuesto municipal. El ranking elaborado por la ONG destaca que el Ayuntamiento de Castellón sólo ha obtenido 42,9 puntos, sobre un máximo de 100, en lo que respecta a las contrataciones de servicios.

Calles mantiene que el informe de Transparencia Internacional “constata las denuncias que desde 2007 ha estado haciendo el grupo municipal socialista”. “El PP no es transparente en la contratación de servicios. Fabra no quiere que sepamos qué se está haciendo con el dinero de nuestros impuestos”, añade. En ese sentido, el portavoz socialista reclama al PP que “dé un giro a las políticas oscurantistas y abra la gestión municipal a la ciudadanía”.

“Fabra está contaminando el buen nombre del Ayuntamiento de Castellón con la sospecha de irregularidades. Los socialistas ya denunciamos hace unos meses las arbitrariedades que se han producido en la contratación con las empresas de la trama Gürtel”, expone. El dictamen socialista refleja numerosas irregularidades en la contratación de servicios a las empresas que están acusadas de financiar de forma irregular al PP de Castellón.

“Los contratos que se firman con las empresas que realizan obras o prestan servicios al Ayuntamiento de Castellón no están claros. Los castellonenses pueden pensar que el presupuesto municipal no se está gestionando con la eficacia que sería necesaria, precisamente en un momento de crisis como el actual en el que ha de exigir más transparencia, más claridad y más responsabilidad que nunca”, afirma.

“Alberto Fabra es el peor alcalde de Castellón en todo el periodo democrático”, señala. “El Ayuntamiento debería ser en estos momentos un motor económico de primer orden que colaborara con el sector privado para adelantar la salida de la crisis, pero Fabra está más pendiente de lo que se cuece en la sede del PP en Valencia y de las imputaciones judiciales de Camps que de los miles de parados de la ciudad de Castellón”.

 

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