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Pepín Liria corta una oreja con deslucida corrida de Fuente Ymbro

Pepín Liria corta una oreja con deslucida corrida de Fuente Ymbro
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    Magdalena 2008 :: Corrida de Toros :: Pepín Liria, Juan Bautista y César Jiménez
    Magdalena 2008 :: Corrida de Toros :: Pepín Liria, Juan Bautista y César Jiménez
    Repetía la ganadería de Fuente Ymbro en Castellón después de la importante novillada que lidió este martes, en la que triunfó con fuerza el local Abel Valls. Por ello, había muchas esperanzas puestas en la corrida del ganadero Ricardo Gallardo para la cuarta de feria. Pero al término del festejo sólo había una palabra que resumiese lo ocurrido: decepción.

    Decepción porque la corrida resultó deslucida en conjunto, si bien hubo un toro excelente como el lidiado en primer lugar. Un animal muy bien hecho, con trapío, y que fue una máquina de embestir. Pero que fue un espejismo y no logró salvar el cómputo general de la corrida. Y decepción también porque al salir de la plaza la sensación era que se había ido al desolladero con las orejas puestas.

    Ese primer toro, de nombre “Rebueno”, fue más que bueno. Ya desde que salió por los chiqueros, humilló con mucha nobleza en el capote de Pepín Liria, que toreó despacio a la verónica y que decidió dejar crudo al toro en el caballo. Tras el tercio de banderillas, el de Fuente Ymbro se vino arriba.

    El torero de Cehegín, que se despedía de Castellón como matador de toros, comenzó la faena por bajo y a partir de ahí le dio distancia. Primero por el lado derecho y más tarde por el izquierdo, su mejor pitón. El murciano instrumentó por ahí la mayor parte de su faena, ligando los naturales pero sin terminar de romperse con él. Porque “Rebueno” era muy agradecido, se entregaba cuando le bajaban la mano y transmitía mucha emoción. Pero la faena no llegó a tomar vuelo y todo se quedó en una ovación con saludos tras leve petición.

    La oreja al murciano le llegaría en el cuarto, un toro manejable al que Liria recibió de rodillas con dos largas cambiadas. Y de rodillas comenzaría también la faena de muleta para posteriormente dar distancia al animal, que acudía al engaño de lejos pero que también protestaba cuando se le toreaba a media altura. Y Pepín, experto en mil batallas y con una trayectoria profesional impecable, se pegó el arrimón para cortar la única oreja del festejo.

    Además de ese cuarto, también resulto manejable el lidiado en segundo lugar. Otro animal bien presentado, que salió suelto de los capotes, que cabeceó en el caballo, que se dolió en banderillas y que sufrió una voltereta al comienzo del trasteo de Juan Bautista. El francés instrumentó una faena a media altura, lo que perjudicó al de Fuente Ymbro, que como el primero, pedía a gritos que le bajasen la mano. Y Bautista sólo lo hizo una vez. El toro tenía mucha movilidad y algo de clase. Pero Juan no lo vio claro y sólo fue ovacionado.

    El quinto, al contrario, fue de peor condición. “Amante” tuvo genio y malas intenciones, defendiéndose desde el tercio de varas y sobre todo en banderillas. Con él, Juan Bautista estuvo aseado, sin terminar de jugársela y escuchó silencio.

    En esta cuarta de feria, completó cartel César Jiménez. El madrileño, que afronta una temporada clave tras su discreto 2007, se llevó el peor lote de toda la corrida. Su primero, violento, no le dio apenas opciones, mientras que el sexto resultó manso. Dos toros malos para un César Jiménez que tampoco puso toda la carne en el asador.

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