Pep Grau se pregunta qué esconden los concejales del PP para no publicar sus bienes

El secretario general del PSPV de Castellón, y concejal del grupo municipal socialista, Pep Grau, se pregunta “qué esconden los concejales del Partido Popular para evitar que se publiquen sus declaraciones de actividades y de bienes”. “Sólo quienes quieren encubrir algo por temor a ser pillados en irregularidades son capaces de poner tantas trabas a la transparencia municipal y a que la ciudadanía sea la primera fiscalizadora de la gestión de los representantes ciudadanos en el Ayuntamiento de Castellón”, afirma.

“Los Fabra, Moliner y Amorós se oponen a una propuesta que sólo busca eliminar las sospechas sobre la clase política ante los casos de corrupción que han aflorado en los últimos tiempos”, advierte Grau. En ese sentido, recuerda que “el presidente provincial del PP, Carlos Fabra, es el estereotipo del político investigado por la Justicia, que se niega a explicar el origen de más de 600.000 euros que ingresó en sus cuentas bancarias”.

Pep Grau señala que el grupo popular “se tapó la nariz” para votar en contra de la moción presentada por el PSPV para impedir que las declaraciones de bienes y de actividades de los miembros de la corporación municipal fueran publicadas en la página web institucional del Ayuntamiento de Castellón. Alberto Fabra tuvo que recurrir al voto de calidad para vetar la iniciativa. “El alcalde se ha convertido en el primer cómplice de las indignidades de Carlos Fabra”, dice.

El dirigente socialista lamenta las declaraciones de la popular Carmen Amorós, que ha pospuesto la aplicación en Castellón del Código del Buen Gobierno Local elaborado por la Federación Española de Municipios y Provincias. “Alberto Fabra es vocal de la ejecutiva de la FEMP y debería ser el primer interesado en incorporar los principios éticos a la vida municipal, pero, por lo que se ve, prefiere ser escudero fiel de Carlos Fabra antes que alcalde de Castellón”.

“Los representantes de la voluntad popular deberíamos dar ejemplo de transparencia y ser un ejemplo de conducta política. Las administraciones públicas tienen la obligación de promover códigos de comportamiento ético y de buenas prácticas de gobierno. Los socialistas creemos que el Ayuntamiento respaldaría la democracia municipal con medidas como éstas, con sentido de la responsabilidad y voluntad de servicio a la sociedad. Si el PP no piensa así, deberá explicárselo a la ciudadanía”, apunta.