Sociólogos consideran las universidades un factor clave por el cambio de imagen de los valencianos
La Lonja del Cáñamo, Sede de la Ciudad de la Universitat Jaume I, ha acogido una nueva sesión del Club de Debate que giró alrededor de la mesa redonda titulada Nosaltres, els valencians del futur, que contó con la presencia de la vicerrectora de Cooperación, Relaciones Internacionales e Institucionales y Multilingüismo de la UJI, Inmaculada Fortanet; las intervenciones de Josep Vicent Boira, profesor de la Universitat de València y escritor, y de Artur Aparici, profesor de la UJI y sociólogo, bajo la moderación del socio lingüista Vicent Pitarch.
Los ponentes del acto, enmarcado dentro de la programación en homenaje al 80 aniversario de las Normas de Castelló, replantearon el concepto de valencianidad que propuso ahora hace 50 años el ensayista Joan Fuster en base a los hitos y hechos más relevantes de la idiosincrasia del País Valencià desde los puntos de vista económico, político, demográfico, social y cultural.
En este sentido, Josep Boira consideró que las universidades valencianas tienen que ayudar a mejorar la imagen negativa que se tiene de la sociedad del País Valencià en el resto del Estado español. Boira explicó que esta desconfianza histórica ya se reflejaba en los textos de clásicos como Unamuno o Valle Inclán y aseguró que ahora mismo sigue muy patente en los medios de comunicación estatales, los cuales se hacen eco exclusivamente de los casos de corrupción y de la desmesura de los políticos. De cara al futuro próximo, Boira apostó por la moderación y por el papel de la sociedad civil contra el derroche, por un pacto político que corte “la hemorragia financiera” del País Valencià y le garantice una financiación justa y equitativa, y por una reindustrialización que cambio el terreno económico aportando innovaciones.
Para Artur Aparici, el País Valencià se ha convertido en un espacio sociológicamente más complejo des de la publicación del texto del ensayista. En su intervención, habló del desequilibrio económico y demográfico que sufre el territorio, resultado de una vertebración de las comunicaciones que ha concentrado la actividad productiva en las comarcas del litoral. Aparici definió la Universidad como un pasaporte para el actual éxodo rural, especialmente femenino, y apostó por una reordenación de las infraestructuras que benefician el desarrollo de los municipios del interior, así como para hacer un aprovechamiento solidario y colectivo de los recursos propios como vía de salida de la crisis. Para acabar, el sociólogo habló de la desafección política y de los posibles efectos del “proceso catalán” y concluyó que sobre estas cuestiones, se genera una disyuntiva entre “el sucursalismo y el provincialismo”, de los que ya hablaba Fuster en el 1962, y el valencianismo político.
El debate, que contó con la asistencia de numerosas personalidades de la política y de la cultura valencianas, giró en torno a cuestiones como la identidad y la imagen mediática de los valencianos, la política lingüística, la gestión del patrimonio, la financiación autonómica, la vertebración del territorio y el papel del eje mediterráneo o el fenómeno de la emigración de los jóvenes. El público pudo participar en el acto de manera presencial y, por primera vez, en directo a través de la página web de la Llotja del Cáñamo.
