Maite Carbonell y Albert Escrig en la Sala Moruna
La exposición de pintura podrá visitarse hasta el 26 de agosto
El edificio Moruno, en la plaza del Mar del Grau de Castellón, abre mañana viernes sus puertas para acoger una nueva exposición de su calendario estival. En esta ocasión se trata de los pintores Maite Carbonell y Albert Escrig -alumnos del reconocido artista Pere Ribera- que presentan sus respectivas series ‘Fang’ y ‘Policromía Musical’. La inauguración tendrá lugar mañana viernes 10 de agosto a partir de las 19.30 con un cóctel para todos los asistentes. La música también tendrá un papel importante en esta muestra. Mientras dure la exposición una guitarra eléctrica y una silla vacía en el centro de la sala invitarán a todo el público que quiera tocarla.
Tanto Maite Carbonell como Albert Escrig afrontan este proyecto conjunto con mucha ilusión por su común afición a la pintura que cada uno define de una manera. “Le diría que la pintura es la expresión de un sentir; un sentir que es capaz de entrar por los ojos para ser recogido por el alma; pintar es un arte, un arte que nace en la mente y que crece con el talento de las manos. Pintar es, para mí, respetar la vida para poder respetar las obras; pintar es como los espejos, que sirven para vernos las cara, y que pintando te das cuenta de como es tu alma; pintar es la expresión de los mas profundos sentimientos, pintando te das cuenta de qué es, como el cielo, que te hace olvidar que estás en la tierra. Es crear una belleza”, señala Carbonell. “Aunque, lo más grande es saber que todas las tardes veo a mis chicos-chicas, como yo les digo en clase, y te lo pasas fenómeno. Llega el sábado y ves a los compañeros que nunca faltan a la cita, lo pasas bien viendo como pintan, es algo que te apasiona o te asusta, pero nunca te deja indiferente, es al finalizar tu obra como la vida misma, arte, vida y amistad”, reconoce con entusiasmo.
Albert Escrig define así sus jornadas de trabajo: “Para mi la pintura supone más que una herramienta de expresión, me sirve de motivación y de superación, una necesidad en mi vida ya que durante el proceso creativo consigo ejercitar y sacudir el estado anímico que tantas veces cuesta liberar. Por otra parte resaltar que es para mi la pintura me supone también el placer de poder estar trabajando rodeado de varios amigos pintores que nos reunimos semanalmente y durante tantos años en casa de nuestro maestro-amigo Pere Ribera. Pese a no dedicarme profesionalmente me siento afortunado pictóricamente hablando”.
La exposición permanecerá abierta hasta el próximo 26 de agosto. El horario de visitas de la Sala Moruna es de tardes de 18.00 a 21.00 horas y noches de 22.00 a 24.00 horas.
