elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià

Las obras del Barranquet empezarán después de Pascuas para no afectar a las procesiones de Burriana

Las obras del Barranquet empezarán después de Pascuas para no afectar a las procesiones de Burriana
  • En un futuro se plantea que los vehículos no puedan aparcar para poner en valor el rico patrimonio modernista de esta calle

Burriana iniciará las obras de la calle Barranquet después de la Semana Santa para no afectar a las procesiones que discurren tradicionalmente por ese vial.

Así lo ha indicado la alcaldesa, Maria Josep Safont, este viernes, en una rueda de prensa en la que ha confirmado que “las obras se iniciarán en el primer semestre de 2023, pero después de Semana Santa y Pascua”.

La reforma tiene un plazo de ejecución de seis meses y al acabar se adjudicará la segunda parte de las obras, por lo que el año 2023 se extenderán los trabajos en este céntrico vial de la ciudad.

La alcaldesa ha recordado que la calle se encuentra “en muy malas condiciones”, con baches y adoquines sueltos, por lo que se reformará por completo y, además, se creará una doble canalización de aguas de evacuación “para que estas vayan directamente al río no se produzcan inundaciones como las de las últimas lluvias”.

Prioridad para los peatones

La Junta de Gobierno Local de Burriana aprobó la adjudicación a la mercantil Facsa de la primera parte de la reurbanización de la céntrica calle del Barranquet por 235.620 euros, al objeto de transformarla en zona de uso peatonal, rebajando las aceras hasta el nivel de la calzada, para dar prioridad a los peatones, eliminando además la barrera que suponen los escalones de las aceras para la movilidad de los viandantes.

Los trabajos incluyen la mejora y renovación del pavimento de la calle que actualmente está en muy mal estado y también de los colectores para evitar el estancamiento de agua en momentos de fuertes lluvias, en el tramo entre la plaza de Pla hasta la calle Sant Agustí.

Con el cambio, el vial quedará como una calle de plataforma única, para lo que se deberá demoler el adoquín y la acera hasta 20 cm por debajo de la rasante y pasará de ser una zona 30 a una zona limitada a 20 kilómetros por hora para los vehículos.


 Esta es la primera parte de la obra de reurbanicación de la calle, puesto que también está previsto en 2023 completar los aproximadamente 70 metros que quedarán de calle con un presupuesto aún mayor para finalizar la mejora de la calle en su totalidad. La primera fase está financiada al cien por cien por el Plan de Obras de la Diputación y la segunda con recursos municipales.

Según explicó el concejal de Servicios Públicos, se pretende “dar uniformidad al casco antiguo”, y ha destacado que se ha dado prioridad a este vial porque “es una calle muy transitada y ya en muy malas condiciones. Su estado actual es deficiente y mediante la repavimentación se conseguirá una única plataforma, situando al mismo nivel el itinerario peatonal y el de vehículos y, además, se aprovechará para renovar y mejorar la red pública de evacuación de aguas y el alcantarillado”.


“Ya se hicieron actuaciones similares en la calle Sant Pasqual y Sant Xotxim, y seguiremos así cerrando el anillo del centro urbano”, argumentó Aparisi, quien ha recalcado “el importante patrimonio modernista de la zona que hay que poner en valor”.

En esta calle seguirán aparcando vehículos, al menos hasta que se pongan en marcha los aparcamientos disuasorios en la zona cercana del río. “La idea es ir vaciando de vehículos el centro, pero primero hay que preparar las infraestructuras”, indicó Aparisi.

En la actualidad, la calle cuenta con numerosos baches y el adoquinado en mal estado, en la calzada se pueden observar parcheados con hormigón, ya que se han realizado trabajos para la renovación de parte de la red de alcantarillado, por lo que se aprovechará las obras para dejar el pavimento en condiciones, así como para cambiar y aumentar las tuberías de alcantarillado y suministros, incluso en la primera parte de la calle, donde el Ayuntamiento ya realizó actuaciones de emergencia ante la pérdida de agua de las conducciones.

Las aceras, además, no son accesibles puesto que algunas de las rampas existentes en pasos peatonales no están completamente enrasadas a nivel de calzada, de esta forma, queda un desnivel entre la acera y la calzada. Además, una de las aceras es estrecha, no superando los 90 cm de anchura, dificultando así el tránsito de los peatones.

 

Subir