Pese a que se había anunciado a través de los medios de comunicación, muchos vecinos se han visto sorprendidos por la obras de la calle Mayor
La actuación abarca la totalidad del vial, desde el inicio, a la altura de la ronda Poeta Calzada, hasta la calle San Vicente y el Pla, con el fin de renovar los aproximadamente 225 metros lineales de la antigua canalización, muy deteriorada por el paso del tiempo, y en algunos puntos casi inexistente. Nada más picar la zanja se ha podido comprobar que hay tramos en los que la tubería no existe, y sólo queda una acequia de ladrillo por la que discurren las aguas.
Técnicos de Facsa ya habían comprobado estas deficiencias durante las últimas semanas, gracias a la utilización de un avanzado sistema robotizado con cámaras e iluminación, manejado por control remoto e introducido en el interior del alcantarillado, lo que permite ver por pantalla, en tiempo real, el estado de la red.
Las obras de sustitución de la vieja tubería y sistemas de alcantarillado están siendo supervisadas por técnicos de la Dirección General de Patrimonio y por el Servicio Arqueológico Municipal, al estar enclavadas en el pleno Conjunto Histórico (declarado Bien de Interés Cultural), y forman parte de un ambicioso plan municipal para, paulatinamente, sustituir la vieja red de alcantarillado de la misma forma que se está actualizando y modernizando la red de distribución y abastecimiento de agua potable.
El Ayuntamiento de Burriana quiere poner en marcha el proyecto de renovación integral de la red de alcantarillado de la ciudad que data, en algunos casos, de la década de los años cuarenta. El equipo de Gobierno ha expresado su voluntad de abordar el problema del alcantarillado en su conjunto, ya que cada vez son más los problemas que surgen por lo que el Ayuntamiento se ve obligado a acometer continuas obras de emergencia.
Gran parte de las tuberías del alcantarillado de Burriana – a excepción de las nuevas urbanizaciones –, son de fibrocemento y ladrillo, construidas in situ en los años cuarenta.
El sistema de financiación del proyecto de renovación del alcantarillado pretende ser similar al iniciado en 2004 con el de la red de agua potable, cuyo coste ha superado los 6 millones de euros, y que se han ido costeando a través de una cuota por renovación de la red en el recibo del agua potable. En este caso la cuota por renovación del alcantarillado aparecería en el recibo de la tasa anual.
La red se encuentra en muy mal estado – en algunos casos ni se encuentra – motivo por el cual se producen fugas, obstrucciones y malos olores.
El proyecto del alcantarillado de Burriana se redacto en 1929 por José Ignacio Mirabet Matheu, Ingeniero Industrial de la Oficina Técnico Jurídica de Aguas de Barcelona. Este proyecto se elaboró al mismo tiempo que las obras de ampliación de la red de abastecimiento del agua potable. El proyecto del alcantarillado llegó a recibir el visto bueno de la subcomisión sanitaria en julio de 1930, sin embargo, a partir de la proclamación de la II República, en 1931, se dio prioridad, mediante la contratación de presupuestos especiales, a la ampliación de la red de agua potable y la construcción del Mercado Municipal. Así las cosas, el proyecto del alcantarillado se vio frenado por la Guerra Civil y el inicio de las obras tuvo que esperar a 1944, fecha en la que se abrió la primera zanja, con comitiva municipal y banda de música incluidas, al inicio de la calle Encarnación, en el extremo que confluye con el Camí d’Onda. Hasta ese momento no hubo más que fosas sépticas que se vaciaban cada cierto tiempo.
