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Llega Sant Blai, uno de los santos más populares, ¿por qué es el protector de los males de garganta?

Llega Sant Blai, uno de los santos más populares, ¿por qué es el protector de los males de garganta?
  • Conoce el milagro de este santo al que honran varias localidades de la Comunitat Valenciana

Bocairent, el barrio valenciano de Ruzafa, Burriana, Jalance, Gaibiel, Ràfol de Salem, Cortes de Arenoso, Requena, Ayora, Torrent… muchos son los municipios de la Comunitat Valenciana que honran a San Blas, o Sant Blai. 

Este santo, que fue obispo de Sebaste y mártir del siglo IV, es uno de los santos más populares. Su culto se extendió durante la Edad Media y llega hasta la actualidad, sobre todo al ser considerado el protector ante los males de garganta y atragantamientos.

Su fiesta se celebra cada 3 de febrero y es habitual que en las parroquias se bendigan roscas o aceite, para proteger las enfermedades e infecciones relacionadas con la garganta.

¿Quién fue San Blas?

San Blas nació a mediados del siglo III en Sebaste (Armenia), la actual Turquía. Según la tradición ejerció como médico antes de ser elegido obispo, en la que igualmente derramaría su sangre como mártir por odio a la fe en las persecuciones de Diocleciano

El milagro de San Blas

La devoción hacia San Blas se fundamenta en el milagro atribuido a él horas antes de su martirio. 

Mientras era llevado encadenado por los soldados a través de Sebaste, los habitantes de la ciudad se le acercaban. Conocido por sus habilidades médicas además de su fuerza espiritual, las crónicas martiriales relatan un momento especialmente conmovedor: una mujer afligida se acercó con su hijo moribundo, quien se estaba ahogando por una espina en la garganta

Con el niño en sus brazos, suplicó al obispo preso: "Siervo de Jesucristo, apiádate de mi hijo. Es mi único hijo". A pesar de estar encadenado, San Blas escuchó su súplica, se acercó a ella y, trazando la señal de la cruz sobre la garganta del niño, impuso sus manos sobre él. 

Tras unos instantes de oración, el niño se recuperó milagrosamente, expulsando la espina que lo había estado asfixiando.

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