Burriana celebra Sant Nicolau
Cualquier excusa es buena para reunirse en grupo y compartir un almuerzo, una comida o un rato de diversión. Y la excusa para hacerlo este miércoles en Burriana ha sido la tradicional fiesta de Sant Nicolau, que ha sacado a la calle a los niños provistos de una espada de cartón o madera y el inolvidable bocadillo de longaniza.
También lo han hecho algunos grupos de amigos y comisiones falleras. Aunque no se sabe bien el origen de la tradición, esta se celebra en la Plana Baixa desde tiempos inmemoriales. La costumbre marca que el día de Sant Nicolau los niños, y ahora también las niñas, deben ir provistos de una espada de madera o cartón, un lazo, que las niñas suelen llevar en el pelo y los niños de pajarita, hay que merendar longaniza, y cantar una canción popular que mezcla frases en castellano y valenciano que dice: "Sant Nicolau, santo bendito, confesor de Jesucristo, viva el rey, muera el gallo, cuatrocientos para mi caballo. Tris Tras, llonganissa menjarás, Tris Tras en la espasa morirás".
Aun así, Sant Nicolau ha estado presente en muchos de los almuerzos esta mañana en Burriana. Honores gastronómicos a los que también ha acompañado una buena taza de café caliente o de chocolate para calmar el frío que hacía en Burriana, sobre todo a primeras horas de la mañana.
Una tradición que ha dejado atrás el conflicto derivado de sus orígenes que se remontarían a las disputas entre moros y cristianos. De hecho, se puede comprobar en la canción cuando se obliga a los moros a comer longaniza de cerdo. Hoy en día ya las hay de pollo y otras carnes para evitar la discusión.
Aun así, más allá de los orígenes, lo cierto es que los vecinos han aprovechado esta fecha para salir a la calle, acudir a los bares o montar una mesa en la puerta de casa para disfrutar de un almuerzo en familia, amigos y, sobre todo, de la compañía y del día festivo.
