Xàtiva conmemora el domingo al mártir setabense San Jacinto Castañeda, decapitado en China en el siglo XVIII
Con una misa en la Colegiata en la que será venerada su reliquia
Feligreses y vecinos de Xàtiva participarán este domingo en una misa solemne en honor a San Jacinto Castañeda, mártir nacido en esta localidad valenciana en el siglo XVIII, cuya festividad litúrgica se celebra hoy, jueves.
La celebración, en la que se venerará la reliquia de San Jacinto Castañeda que se conserva desde principios del siglo XX en un relicario en la capilla que la Seo tiene dedicada al santo, tendrá lugar a las 12 horas en la Colegiata, según ha indicado hoy el abad de la Colegiata, Arturo Climent.
La imagen del santo será llevada en procesión por primera vez desde la Colegiata a su casa natal donde se bendecirá una reproducción de la jaula de bambú donde fue martirizado el santo, ha añadido.
Asimismo, en la mañana de hoy, jueves, se ha celebrado una eucaristía en la Colegiata y por la tarde, a las 19 horas, la iglesia de Sant Francesc de la localidad acogerá otra misa en honor al santo. Posteriormente, el archivero y canónigo de la Catedral de Valencia Vicente Pons presentará el sexto libro de la colección “Dignitatem Collegiatae” que la Seu de Xàtiva ha editado con motivo del Año Jubilar declarado al cumplirse el 600 aniversario desde que fue erigida como Colegiata.
Jacinto Castañeda nació el 13 de enero de 1743 en Xàtiva y fue bautizado en la Colegiata. Tras ingresar en la orden de los Dominicos y recibir la ordenación sacerdotal, desempeñó su labor pastoral en China, en el territorio que hoy forma parte de Vietnam. Murió decapitado el 7 de noviembre de 1773, en Tunkin (actual Vietnam), "cuando contaba tan sólo con 30 años y después de haber permanecido encerrado en una jaula durante tres meses", ha indicado Climent.
Sus restos mortales que se veneraban en Filipinas desaparecieron durante un bombardeo en la Segunda Guerra Mundial, aunque se conservan algunas reliquias suyas extraídas para su beatificación en 1906 por el papa Pío X. En el año 1988 fue canonizado por el papa Juan Pablo II.
La casa natalicia del mártir setabense fue habilitada como museo, “para dar a conocer la vida de nuestro santo por medio de paneles de cerámica, objetos, facsímiles y documentos, entre otros materiales”. Igualmente, la casa-museo, “conserva escritos referentes a su beatificación en 1906 y a su canonización en el año 1988”, ha señalado.
