La xabiera Jerónima Cholbi Pons cumple cien años

El Centro de Día Santa María de Betania de Xàbia acogió el viernes una jornada de lo más festiva para celebrar el especial aniversario de una de sus usuarias. La xabiera, Jerónima Cholbi Pons, cumplió el viernes, 14 de enero, cien años con un entrañable homenaje y rodeada de sus muchos familiares y conocidos.

Con un siglo de vida a sus espaldas, el estado de salud que goza esta vecina centenaria es envidiable, tanto desde el punto de vista cognitivo como físico. Según comentan desde el Centro de Día de Xàbia, “salvo la pérdida de visión, Jerónima está perfecta”. Además, desde que acude diariamente a este centro sociosanitario, hace unos seis meses “ha ido a mejor y se involucra mucho en todas las actividades”, añaden desde el centro.

No en vano, su vitalidad, su buen humor y sus ganas de vivir son algunas de las virtudes en las que sus seres queridos y todos los que la conocen coinciden en destacar de Jerónima, que se casó y ha visto crecer a sus tres hijos, sus siete nietos y sus siete bisnietos. De ella, sus nietos dicen que la “uela Jero es la abuela que todos los nietos quisieran tener, cuenta historias, canta canciones y siempre está de buen humor”. Son algunas de las emotivas palabras que le dedicaron durante el homenaje.

El Ayuntamiento de Xàbia también quiso sumarse al reconocimiento entregándole en manos del alcalde, Eduardo Monfort, una placa conmemorativa. También asistieron los concejales Francesca Gil, Pepa Chorro, José Francisco Erades, Vicent Chorro y Empar Bolufer.

La jornada, organizada por la Congregación Marta y María, comenzó por la mañana con un encuentro intergeneracional en el que participaron los alumnos de tercero de Primaria del colegio Trenc d’Alba. Por la tarde, continuó con la celebración de una eucaristía cantada por el Coro Parroquial de Nuestra Señora de Loreto en la capilla del Convento de las Agustinas. Seguidamente, sus compañeros del Centro de Día la obsequiaron con un ramo de flores y le dedicaron un recital que habían preparado con mucho cariño durante las sesiones de terapia ocupacional consiguiendo en ellos y ellas una inyección de motivación y autoestima. El acto acabó con la actuación de la Tuna de Xàbia, como obsequio de los sobrinos de Jerónima, que después de una jornada muy intensa todavía tenía fuerzas para marcarse un baile, uno de tantos a lo largo de sus cien años.