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La Policía de Xàbia pone en marcha la vigilancia para controlar la campaña de erizos de mar

La Policía de Xàbia pone en marcha la vigilancia para controlar la campaña de erizos de mar
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    La Policía de Xàbia pone en marcha la vigilancia para controlar la campaña de erizos de mar - (foto 2)
    La Policía de Xàbia pone en marcha la vigilancia para controlar la campaña de erizos de mar - (foto 3)

    La Policía Local de Xàbia ha puesto en marcha un año más la campaña especial de vigilancia para supervisar que la extracción de erizos de mar (bogamarins) se realice de forma arreglo a la normativa que vela por la recuperación de este equinodermo, esquilmado durante años por las capturas masivas.

    Ayer 1 de diciembre se abrió la veda que autoriza su recolección hasta el 28 de febrero, siempre que se haga con artes tradicionales, con una talla mínima y acatando un cupo máximo de dos docenas por persona. Es por ello que los agentes de la patrulla rural de la policía intensificarán el control en las calas durante estos meses de calmas marinas, para evitar sobre todo la extracción ilegal mediante la práctica del buceo, ya sea en apnea o con botellas. Además de la vigilancia en el litoral, se hará un seguimiento al destino de estos erizos. En este sentido, se pide responsabilidad a la hostelería, recordándoles que deben de adquirirlos en las lonjas y subastas profesionales y colaboración ciudadana para evitar este tipo de prácticas ilegales que, por lucro personal, podrían acabar con este marisco autóctono tan apreciado.

    La pesca de bogamarins está regulada desde 2005 por el decreto 50/2005 de la Generalitat, una norma que comporta multas de más de 600 euros a los infractores y que, en caso de reincidencia, faculta a los agentes a decomisar las artes de pesca utilizadas para la extracción ilegal.

    Hace unas semanas, la Policía de Xàbia sorprendió a buceadores que extraían ilegalmente erizos de mar de la cala de la Barraca, en la zona de Portitxol. A los furtivos se les incautó una media superior a las 300 piezas cada uno que, tras ser contadas para instruir las diligencias necesarias para la denuncia, fueron de inmediato devueltas al mar una a una y por separado con la esperanza de que sobrevivan.

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