Xàbia se interesa por la normativa cívica para las fiestas

La propuesta del reglamento de las fiestas de Xàbia ha despertado un gran interés por parte de las peñas festeras. Cerca de 200 personas se dieron cita ayer en la Casa de Cultura para asistir a la reunión convocada por la comisión de Fogueres y la concejalía de Fiestas de Xàbia para informar a las peñas que participan en los festejos de Sant Joan sobre la nueva normativa cívica aprobada provisionalmente por el Ayuntamiento y recordar el decreto que regula los cadafales de los bous al carrer.

Durante la sesión informativa, el concejal de Fiestas, Vicent Chorro, acompañado por la concejala de Participación Ciudadana, Pepa Chorro, y varios miembros y la presidenta de la comisión festera, Tere Bisquert, explicó los detalles más importantes de esta propuesta y despejó las dudas que los asistentes planteaban en un ambiente distendido en el que hubo mucha participación y debate. Tal y como recordó el edil, la filosofía de este reglamento municipal, que recoge las conclusiones de numerosos colectivos involucrados en las fiestas, es el de “promover un mayor civismo, y más participación y protagonismo de la población tanto en la organización como en el desarrollo de los festejos”, subrayó Chorro.

Se trata, en definitiva, de unas mínimas normas de civismo y convivencia con las que se pretende “mejorar el funcionamiento de las peñas y de nuestras fiestas”, añadió Chorro, que además indicó que lo que “más nos gustaría es que volviera a crearse una asociación de peñas”, una idea apuntada también por Tere Bisquert. 

Entre los apartados más importantes que recoge esta propuesta está el relativo a las condiciones de apertura de los populares ‘casals de penya’. Para poder abrir un casal, la agrupación festera deberá inscribirse previamente en un registro para poder localizar el local y a sus responsables. Se intenta así crear un censo con todas las peñas existentes en el municipio para que estén debidamente registradas y así poder mantener una mayor colaboración y comunicación entre las peñas y la organización. Las solicitudes ya están disponibles en la Casa de Cultura de Xàbia donde deberán presentarse al menos 20 días antes del inicio de los festejos.

Los locales también habrán de reunir unas condiciones mínimas de higiene y seguridad como disponer de inodoro, no tener material inflamable, evitar las aglomeraciones o dejar libre de obstáculos las puertas. La falta de inscripción en el registro así como el incumplimiento de estas condiciones podrá conllevar el cierre y precinto del casal.

Para ser responsable legal de una peña se exige tener al menos 18 años, por lo que los grupos de menores deben elegir a un tutor (o varios), que aunque el reglamento exige que debe estar siempre en la peña cuando solo haya menores ayer se decidió, como indicó el concejal, suprimir este requisito. Así, sólo se pide que el responsable esté localizable y no que esté en la peña de forma permanente. Esta modificación la planteará la comisión festera en forma de alegación a la propuesta de reglamento. Y es que una vez salga el anuncio publicado en el Boletín Oficial de la Provincial (BOP),  - previsto en los próximos días-, se abre un periodo de 30 días hábiles para presentar cualquier alegación o sugerencia al reglamento municipal.

Otro factor que se regula es la ocupación de la vía pública. La peña que quiera colocar algún elemento como toldos, mesas o sillas y organizar una actividad en la vía pública deberá solicitarlo al ayuntamiento con al menos 15 días de antelación rellenando una solicitud que también deberá presentarse en el departamento de Fiestas, ubicado en la Casa de Cultura.

También, por razones de civismo y convivencia social, se establecerá un día de apertura de los casales, el 11 de junio, y se limita el horario de ruidos que puedan ser molestos a las dos de la madrugada. Se trata de evitar la música muy alta y aquellas actividades a altas horas de la noche que pueden molestar a los vecinos. No se trata de un “toque de queda sino de disfrutar de las fiestas respetando a los demás”, según señaló el responsable municipal. Eso sí, en los días más señalados de los actos festivos o los que coincidan en fin de semana el horario se adaptará según el programa, ya que lo que se pretende es concentrar los días de fiestas a base de no dejar ningún día sin actividades y en el caso de los actos que se prolonguen por la noche se deberán programar en los días de más fiesta.

Con esta propuesta, como explicó Chorro, también lo que se pretende es “estimular que las peñas y demás entidades festeras se impliquen en las fiestas organizando actividades y primándolas con algún tipo de ayuda”. Asimismo, se quiere fomentar que la programación contemple a la población de todas las franjas de edad para propiciar una mayor participación.

Con todo, “la intención es que todos vayamos a una y disfrutemos de las fiestas con civismo”, ya que lo que no buscamos es establecer un dispositivo que se encargue de vigilar y controlar a las peñas pero si algún grupo provoca quejas de los vecinos de manera continuada podrá ser motivo de un mayor control.  

Normativa que regula los cadafales
Respecto a los cadafales que se instalan para los bous al carrer, Chorro explicó que en las próximas fiestas de Fogueres se va a reestructurar el recinto taurino disminuyendo su amplitud. Se trata de dar respuesta a la demanda de que los cadafales de una y otra parte estén más cerca configurando una en forma de calle.

Entre los requisitos que incluye la normativa valenciana para este tipo de elementos de protección está que la altura máxima entre la base del palco y el suelo no debe haber más 10 centímetros para evitar tropiezos. Los barrotes verticales deben disponer de una altura mínima de 1,90 metros y su separación máxima estará comprendida entre los 28 y los 32 centímetros. También, las escaleras de acceso a la parte superior de los cadafals se situarán en su parte interior de manera que no impidan ni obstaculicen el acceso desde el recinto taurino. La estructura del cadafal será metálica y no deberá presentar signos de desperfectos, corrosión o abolladuras que disminuyan su resistencia o seguridad.