Ser voluntario en tiempos de pandemia: “Ahora es cuando se necesita de verdad gente”

Un gracias y una sonrisa emocionada, ese es el sueldo que reciben los miles de voluntarios de Cruz Roja que trabajan día a día por hacer un poco más llevadera la crisis sanitaria a los colectivos más vulnerables. Ellos son los encargados de ofrecerles asistencia y poner a su disposición todo aquello que necesiten para sobrellevar el confinamiento.

El perfil de voluntario es múltiple y variado, casi tanto como el de las personas que solicitan su ayuda el cual va desde niños y adultos hasta personas mayores o dependientes. Todos son bienvenidos en este gran programa de voluntariado que, pese a ya estar en funcionamiento antes de atravesar la actual situación, en las últimas semanas se ha visto obligado a redoblar esfuerzos.

Desde elperiodic.com hemos querido poner rostro e historia algunas de estas personas que han decidido dedicar su tiempo a arrimar el hombro durante la crisis del COVID-19. Tres historias diferentes pero que todas tienen un denominador común: la gratitud de ayudar sin recibir nada a cambio.

Ellos son Miguel, María Jesús y Juanvi, tres valencianos que por diferentes circunstancias de la vida decidieron unirse a Cruz Roja. Tres personas distintas, pero unidas por el voluntariado.

En el cambio de María Jesús su ayuda llega a los vecinos de Alzira y su experiencia es corta pero muy satisfactoria. Tras cuatro días con en la Asamblea Local no lo duda: “Cruz Roja hace mucho trabajo y hacen falta más recursos, humanos y económicos”.

 Explica que su aterrizaje en el programa llegó después de saber que se necesitaba más gente y aprovechando que se encuentra sin trabajo, no quiso dejar pasar la oportunidad, y con menos de una semana vivienda esta experiencia ya tiene anécdotas que contar: “El viernes empecé una conversación telefónica diciendo que llamaba del hotel donde yo trabajo, la costumbre…”.

También le ha dado tiempo a emocionarse, y es que no hay que olvidar que la situación de muchas familias pasa a veces a ser crítica de la noche a la mañana. “He llorado al escuchar a una chica decirme si podía darle cita para mañana y no para el miércoles, sólo tenía pan para comer”. Historias duras pero reales, a las que también hay que darles voz.

Junto a ella, en Alzira ejerce de voluntario Juanvi desde el año 2013. Él ha participado en proyectos como transporte adaptado, almacén solidario y actualmente se encuentra colaborando en los repartos de alimentos, promoción del éxito escolar (PEXES) e infancia hospitalizada. Cuenta qué es lo que le llevo a ser actualmente el Director de Cruz Roja Juventud: “Me hice voluntario sobretodo por que me gusta ayudar a los demás en mi tiempo libre junto a otros compañeros y compañeras, de los cuales siempre aprendo cosas nuevas y me enseñan mucho”.

Algo parecido es lo que llevó a Miguel a unirse a este proyecto hace ya 16 años: “La verdad que fue por amigos que estaban en Cruz Roja como voluntarios, pero no hubo un motivo concreto. Fueron casualidades de la vida y ya es mi vida, mi segunda vida” nos cuenta en una conversación telefónica.

Miguel compagina su trabajo como mecánico en el Puerto con su labor de voluntario, la cual también ha cambiado desde la llegada del virus a nuestras vidas. Antes formaba parte del programa de socorros de la ciudad de Valencia y ahora su labor está más orientada al ámbito social y la entrega de alimentos.

Es una labor que, confiesa, es cansada pero que vale mucho la pena. “Que se te ponga un usuario cuando le llevas un kit de emergencias a llorar dándote las gracias, como voluntario es el mejor sueldo que te pueden dar. Un gracias y ver que lo necesitan de verdad y que le estás dando esa ayuda es de lo mejor”.

Y es que, no hay que olvidar que hay algunas personas que llevan más de 40 días sin tener contacto con el exterior y ellos, los voluntarios, son los primeros a los que ven desde que se decretará el estado de alarma.

Desde ese 14 de marzo la vida cambió para todos, también para los miembros de Cruz Roja quienes se encuentran dando servicio más de 12 horas al día y desde donde piden más colaboración para poder seguir dando esta ayuda por todos los rincones: “La gente está respondiendo, la sociedad se está volcando mucho. Ahora es cuando se necesita de verdad gente”.

Tres historias que escenifican una labor necesaria y muchas veces vital, que debe de permanecer el tiempo más allá de la crisis sanitaria actual.