El mayor barco en excavación del mundo y la Torre Funeraria romana de la Vila arrojan nuevos hallazgos gracias a los trabajos arqueológicos estivales
Por un lado se confirma la existencia del muro perimetral del recinto funerario que presidía dicho mausoleo y por otro saber las especies de pescado que consumían, así como conocer cómo eran los vasos en los que bebían los romanos de la tripulación
El campo de trabajo desarrollado en Villajoyosa por el IVAJ (Genaralitat Jove) con la colaboración de las concejalías de Juventud y Patrimonio Histórico en las dos primeras semanas de agosto ha obtenido importantes resultados científicos en los dos escenarios en los que han participado los voluntarios.
En la torre de Sant Josep (la mayor torre funeraria romana de Hispania) existía la duda de si el muro que marcaba el recinto funerario romano en torno al monumento, descubierto recientemente, se conservaba bajo los cimientos de la casa del s. XVIII que estaba adosada a la torre, o si al construirse ésta se había destruido en su mayor parte. La cata realizada por los voluntarios del IVAJ ha confirmado que, por fortuna, el muro de opus caementicium (hormigón romano) se conserva debajo, y, por tanto, se podrá integrar en la próxima restauración de la torre. Es una excelente noticia, dado que se trata de un resto arqueológico excepcional en Hispania y enriquecerá mucho las visitas a la torre.
Por otra parte, en las dependencias de Vilamuseu el resto de voluntarios ha realizado diferentes tareas, entre ellas el vaciado de 14 ánforas del pecio Bou Ferrer, -la mayor nave romana en excavación actualmente en el mundo-, proyecto bajo la dirección de Carlos de Juan y Franca Cibecchini en el que participan la Generalitat Valenciana, la Universidad de Alicante y el Ayuntamiento de Villajoyosa (Vilamuseu). El objetivo era cribar el fango que contenían con mallas de 3 y 1 mm en las que recuperar los restos de espinas de las especies de pescado de las que se hicieron las salsas que contenían, para su análisis por Gaël Piques, de la Universidad de Montpellier. Pero además en su interior se han recuperado otros objetos muy interesantes, como las tapaderas de muchas de las ánforas, astillas de madera del casco del barco e incluso pequeños fragmentos de las copas que la tripulación usaba para beber, y que ayudarán a establecer la fecha del naufragio.
