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La Vila se consolida como la potencia arqueológica más importante de la comarca

La Vila se consolida como la potencia arqueológica más importante de la comarca
  • La localidad posee el 33% de los BICs de la Marina Baixa y se posiciona en décimo lugar en toda la Comunidad Valenciana

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La Vila Joiosa es una de las ciudades con mayor patrimonio monumental y arqueológico de la Comunidad Valenciana; ocupa el décimo puesto en número de monumentos declarados Bien de Interés Cultural (BIC) entre los 542 municipios de la Comunidad Valenciana y posee la tercera parte de todos los BIC de los 18 municipios de la comarca de la Marina Baixa.

La Vila Joiosa es uno de los principales puertos históricos valencianos desde la época de las colonizaciones fenicias, hace casi tres mil años, y es la capital histórica de la comarca desde época ibérica.

Fue sede del municipium romano de Allon, cuyo término municipal era la comarca de la Marina Baixa; único puerto autorizado en la comarca en la Baja Edad Media, cuando se le otorga el codiciado privilegio de Villa Real (1443) y se convierte en puerto de escala de las flotas de Flandes; capital del Requerimiento de defensa anticorsaria de la Marina Baixa entre los siglos XVI y XVIII y sede de una de las tres compañías de caballería de la costa del Reino; fue segunda matrícula naval de España en la década de 1860; y recibe el título de ciudad de manos de Alfonso XIII en 1911.

El concejal de Cultura del consistorio vilero, Pepe Lloret, ha destacado que “testimonios destacados de la relevancia histórica de La Vila son las termas de Allon y la villa romana de Barberes Sud, las murallas renacentistas, la iglesia-fortaleza gótica de la Asunción, el parque del Castillo medieval, las torres vigía renacentistas del Aguiló, de San José y del Charco, varias torres vigía renacentistas de huerta, la Casa Museo la Barbera dels Aragonés (con visitas teatralizadas) o el Chalet de Centella (1930), además de muchos otros monumentos de todas las épocas”.

Fondos del Museo de La Vila
El papel histórico de La Vila se ve reflejado en los fondos del Museo Municipal, que alberga numerosas piezas excepcionales en la Península Ibérica, como los collares fenicios de oro o las piezas egipcias, tartesias, etruscas o griegas antiguas, únicas o muy raras todas ellas en los museos españoles.

La riqueza y variedad de estos fondos coloca al Museo de La Vila entre uno de los principales de la Comunidad Valenciana. Sus colecciones contienen joyería fenicia, púnica, romana o del Romanticismo (s. XIX); juguetes y juegos infantiles y de mesa de todas épocas (desde el s. V a.C. hasta el s. XX); objetos mágicos y amuletos egipcios, fenicios, púnicos, ibéricos, romanos, islámicos y hasta los s. XIX y XX; la moda de los siglos XVIII y XIX, (colección recientemente restaurada); así como grafitis de todo tipo (militares, navales, religiosos, del espectáculo…) y de todas épocas (ibéricos, romanos, griegos, bizantinos, renacentistas, del s. XIX, de la posguerra…).

Los fondos del Museo de La Vila también destacan por los conjuntos cerámicos extraordinarios (entre los que destaca un nuevo estilo decorativo simbólico de la cerámica ibérica, bautizado estilo de Villajoyosa); grandes pinturas murales romanas (seis mil fragmentos en proceso de reconstrucción de la villa romana imperial de Barberes Sur), o modernas como las de las diosas eróticas del Mercantil, que decoraron un reservado del conocido café —cuna del Nardo, la bebida de las Fiestas de Moros y Cristianos de Villajoyosa— entre 1909 y 1931

Además, se le suman grandes y completas colecciones etnográficas que ilustran las industrias y costumbres tradicionales de una ciudad que es cuna de la moderna industria redera española y de algunos de los principales artes y métodos de pesca que, aún hoy, se siguen utilizando en el mundo.

Política de conservación, relevancia arqueológica
El Museo pertenece a la Sección Municipal de Arqueología, Etnografía y Museos y desarrolla una función básica en el Patrimonio Histórico de La Vila Joiosa gracias a una política de prevención en la que el municipio fue pionero en la Comunidad Valenciana. En 1992 (seis años antes de la aprobación de la Ley del Patrimonio Cultural Valenciano) se aprobó una normativa específica por la que se han podido excavar yacimientos de importancia crucial para la arqueología española, como las grandes necrópolis de Casetes y Poble Nou (utilizadas ininterrumpidamente durante 1.300 años) o el pecio Bou-Ferrer.

Otros hallazgos arqueológicos han las primeras calzadas (se han excavado tramos de las tres calzadas principales, en dirección a Alicante, a Alcoy y a Denia) y bancales de cultivo hallados y excavados en el mundo ibérico; lujosas villas romanas como las de Barberes Sud, Plans, Jovada I, El Xarquet o la Estación de Servicio; una tintorería romana, alfares de tejas y tinajas e industrias de la pesca o del envasado de caracoles; tres alquerías y una mezquita islámica rural en la Almiserà, o un santuario ibérico en la Malladeta.

El director del Museo Municipal, Antonio Espinosa, ha explicado que “el hallazgo más importante de estos últimos años ha sido el de las Termas públicas imperiales de la ciudad romana de Allon, en pleno centro urbano (calle Canalejas). Se trata de un edificio de grandes dimensiones en un magnífico estado de conservación que poseía, además de las habituales piscinas y saunas, espacios abiertos para la gimnasia y una calle comercial con tiendas. Además, son las termas romanas de mayor tamaño e importancia de cuantas se han descubierto hasta la fecha en la provincia”.

Termas de Allon
El Ayuntamiento de La Vila Joiosa, a través de la Concejalía de Cultura y del Museo Municipal, puso al descubierto en 2006 las Termas Romanas de Allon, ubicadas en la calle Canalejas de la localidad, y construidas a finales del s. I d. C., en la época en la que se levantaba el Coliseo de Roma o entraba en erupción el volcán Vesubio sobre Pompeya. Con este hallazgo concluían cinco siglos de hipótesis y discusiones científicas sobre la localización de la cuarta, y última, ciudad romana de la provincia de Alicante, la de Allon, según fuentes del Museo de La Vila.

La ciudad romana de Allon, declarada municipium por el emperador Vespasiano hacia 74 d. C., era la capital de la comarca de la Marina Baixa, toda la cual formaba su término municipal (territorium), y dentro de la cual había dispersas aldeas y residencias señoriales como la del Albir, en Alfas del Pi, o la de La Pila en Altea, entre otras, y los habitantes de las cuales eran igualmente alonitas y desarrollaban su actividad pública en el foro de la ciudad de Allon.

Barberes Sur
Otro de los grandes hallazgos, en el que se sigue trabajando en la actualidad, es el de las excavaciones arqueológicas en Barberes Sur (junto a la urbanización de las Torres de Invisa), donde se ha descubierto una lujosa residencia romana de los siglos I y II d. C. con vistas al mar y con zonas industriales, ubicada en el extrarradio de la ciudad de Allon.

“Este yacimiento está dando continuas sorpresas, como un tramo de calzada o 6.000 fragmentos de paredes pintadas de vivos colores, que al montarse en el laboratorio de restauración están mostrándonos escenas de animales a tamaño natural de la misma época que las famosas pinturas de Pompeya, que es también la época de mayor esplendor de la ciudad de Allon”, ha explicado Pepe Lloret.

Las torres vigía
Testimonio de la grandeza cultural e histórica de La Vila son sus torres vigía. Una de las recientemente restauradas es la Torre de L´Aguiló; esta torre de planta cuadrada es una de las más antiguas del sistema renacentista de defensa anticorsaria del Reino de Valencia, construida entre 1525 y 1550. Está ubicada en el monte de La Cala de La Vila, ha sido restaurada y se ha adecuado una senda de acceso con paneles interpretativos y puntos de descanso. Las vistas desde la torre abarcan la tercera parte de las costas del antiguo Reino de Valencia, y prácticamente toda la comarca de la Marina Baixa.

“Otra de sus importantes torres vigía es la Torre de San José (S. II d. C.); se trata del monumento funerario romano más grande de España y que, aunque aún no se ha restaurado, se mantienen sus piezas en un excepcional estado de conservación. Parte de la relevancia de esta torre es que sólo se conservan tres en España, la de La Vila y otras dos en Tarragona y Cartagena”, ha señalado Antonio Espinosa.

 

 

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