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El departamento de Salud de la Marina Baixa presenta un protocolo de manejo del Pie Diabético

El departamento de Salud de la Marina Baixa presenta un protocolo de manejo del Pie Diabético
  • El pie diabético es una de las complicaciones más frecuentes de la diabetes y principal causa de las amputaciones no traumáticas de la extremidad inferior

  • El objetivo de dicho protocolo es disminuir el impacto de la enfermedad, mejorar la calidad asistencial del enfermo y reducir las amputaciones

La Diabetes constituye un grupo de enfermedades metabólicas caracterizada por hiperglucemia, es decir, un aumento de los niveles de glucosa en la sangre.

En la actualidad, la diabetes constituye un problema sociosanitario de primer orden por los costes tan elevados que produce (el 7,4 por ciento del gasto sanitario total), por su elevada prevalencia (el 14 por ciento en un estudio realizado en la Comunitat Valenciana según datos del Estudio Valencia) y por las complicaciones que contempla la evolución de la enfermedad.

Una de las mayores complicaciones que puede presentar esta enfermedad es el conocido como ‘Pie Diabético’, cuya prevalencia oscila entre el 8 al 13%, afectando con mayor frecuencia a la población diabética entre 45 y 65 años y causando una disminución muy importante en la calidad de vida del paciente que lo padece.

Para disminuir el impacto de la enfermedad, el departamento de Salud de la Marina Baixa ha elaborado un protocolo de Manejo del Pie Diabético con carácter multidisciplinar, con la finalidad de marcar unas directrices dirigidas a los profesionales sanitarios que permita mejorar la calidad de la asistencia a los pacientes afectados por esta enfermedad y disminuir el número de amputaciones.

El pie diabético es un síndrome que aparece en los diabéticos y que se convierte en una de las complicaciones más frecuentes de esta enfermedad y principal causa de las amputaciones no traumáticas de la extremidad inferior.

El 15% por ciento de los diabéticos desarrollan a lo largo de su vida una úlcera en el pie y son la causa del 85% de las amputaciones. La prevalencia de úlceras varía según el sexo, edad y población desde el 2,4 por ciento hasta el 5,6 por ciento. Entre los factores de riesgo se encuentran algunos como la edad avanzada y tiempo de evolución de la enfermedad, antecedentes de mal control metabólico, obesidad, el tabaquismo, un calzado inadecuado o la falta de higiene en los pies.

Como explica la coordinadora del Grupo de Trabajo del Pie Diabético del departamento y directora Médica de Atención Primaria, la Dra. Remedios Alarcón, el abordaje de un problema de salud tan importante, frecuente y de difícil solución como es el pie diabético, mejora cuando se constituye un equipo multidisciplinar, ya que son varios los profesionales sanitarios implicados en el diagnóstico y tratamiento de este síndrome.

Médicos de Atención Primaria, Urgencias, Unidad de Hospital a Domicilio, Cirujanos, Endocrinólogos, Internistas, Infectólogos, Ortopedas, Podólogos y Enfermeros han participado en la elaboración de este protocolo de actuación.

Por ello, y según se refleja en el protocolo presentado, los programas de prevención precoz, correctamente estandarizados y aplicados, han demostrado su efectividad en la profilaxis de estas complicaciones, en la mejoría de calidad de vida y en la reducción de la tasa de mortalidad.

Hay estudios que han demostrado que un enfoque multidisciplinar que conviene prevención, educación y tratamiento multidisciplinar de la úlcera del pie, reduce la tasa de amputación en un 43-85%.

“Además, diversos estudios han demostrado que la tasa de amputaciones se pueden reducir a la mitad si se ponen en práctica estrategias como inspecciones periódicas, cuidados preventivos, un diagnóstico precoz de la enfermedad o un seguimiento continuo de los pacientes con úlceras en los pies”, ha subrayado la directora médica de Atención Primaria.

Objetivo principal: La Prevención

La prevención en el cuidado de los pies es el objetivo principal para reducir a la mitad el número de amputaciones.

La presencia de dolor, quemazón, calambres, trastornos de la sensibilidad, presencia de úlceras, heridas o cambios de coloración, son algunos de los síntomas que nos pueden hacer pensar que estamos ante un pie de riesgo.

Para intentar prevenirlo, los expertos ofrecen una serie de consejos como son revisar los pies diariamente en busca de pequeñas heridas, lavarlos con jabón neutro y agua fría, secar los pies escrupulosamente o usar siempre calcetines de algodón, hilo o lana.

Además, revisar el calzado diariamente, acudir al podólogo y avisarle de que es diabético, no exponer los pies a temperaturas extremas, caminar 30 minutos por lo menos al día o informar a su médico de cualquier herida o cambio de coloración en la piel, son otras de las recomendaciones de los profesionales sanitarios.

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