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Trabajar estudiando: el reto al que se enfrentan muchos jóvenes

Trabajar estudiando: el reto al que se enfrentan muchos jóvenes

    Trabajar y estudiar, a la vez, puede resultar verdaderamente agotador. Y muchas veces es muy difícil compaginarlo con la vida social. Pero para poder lograrlo se necesita tener muy buena organización y medianamente seguir el horario de estudio.

    Trabajar y estudiar puede surgir la necesidad de compaginarlo a cualquier edad, ya que se puede empezar a trabajar a partir de los 16 años, y estudiar se puede hacer en todas las etapas de la  vida, aunque cuanto más mayor eres, más complicado se hace, ya sea por obligaciones o por voluntad. Si se estudia y trabaja teniendo una familia, la tarea se complica aún más, puesto que también se tienen unas responsabilidades que, a edades más tempranas, aún no corresponderían.

    La vida del estudiante es estresante y agotadora. En bachillerato existe la presión de la EBAU, ya que has de puntuar con máxima nota para poder elegir la carrera. Por su parte, en la universidad hay mayor competitividad, para poder seguir con los estudios post-universitarios se necesita una nota media alta, ya que es la que cuenta para poder acceder a estos estudios. No obstante, si uno decide estudiar a edades un poco más avanzadas, se suma la presión de que todo eso tiene que valer la pena, que no estás malgastando dinero y tiempo. Y además, si se trabaja a la vez, puede darse por diversas causas: en caso de ser menor de edad, para ayudar en casa y a sus padres, ya que un estudiante logra ganar su propio dinero no tiene que apoyarse económicamente de su familia, y si ya se han independizado, es necesario trabajar para poder hacerse cargo de los gasto y llevar una vida de calidad, y si encima ya hay familia de por medio, hay que mantenerla.

    Hoy en día los jóvenes están estereotipados, como se recoge en un informe publicado por el FAD, Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud, que señala las pocas ganas de trabajar o de emanciparse, que solo quieren ser unos mantenidos y "vivir la vida", yendo de fiesta en fiesta sin tener obligación alguna. Esto no se debería de generalizar, ya que no todos los jóvenes son iguales, cada uno tiene su manera de pensar y una forma de actuar, como pasa en todas las etapas de la vida.

    Muchos son los jóvenes que se ven en la necesidad de trabajar mientras llevan a cabo sus estudios. Para ayudar económicamente en casa y poder costearse los estudios, sin necesidad del apoyo económico de los padres, que con el tiempo, se les está haciendo una tarea casi imposible a muchas familias.

    Este el caso de un joven que estudia en 1º de bachillerato en el IES Broch i Llop de Vila-real y trabaja en un restaurante de la localidad. Este joven ha explicado que "ya no salgo tanto, ya que ahora me tengo que repartir mucho mejor el tiempo", pero también valora mucho más las cosas: "valoro mucho el trabajo en general, porque ahora sé lo que cuesta levantarse por las mañanas e ir a trabajar, a atender a la gente siempre con buena cara".

    Por otra parte, cuenta su vivencia un joven jardinero que a sus 27 años retomó sus estudios, siendo padre de una niña se puso a estudiar en la universidad después de hacer las pruebas de acceso. Este joven explica que "mi motivación fue mejorar mis condiciones laborales y expectativas salariales." Preguntado por cómo pudo compaginar sus estudios con su vida privada, explica que "gracias al apoyo de mi pareja y con una organización exhaustiva del tiempo, entre semana, trabajaba de ocho a siete de la tarde, seguidamente dedicaba dos horas a los estudios. En fin de semana estudiaba por la noche hasta la madrugada, mientras que por el día, cuidaba a mi hija". Pese a todo el esfuerzo, asegura que mereció la pena: ”rotundamente sí, tanto a nivel personal como a nivel laboral, he tenido la oportunidad de cambiar del sector laboral de jardinería al sector de la tecnología de la información".

    Estudiar puede llegar a ser agotador, una idea que comparten ambos, más si se tiene que compaginar con el trabajo, pero este esfuerzo se hace con una finalidad: es necesario tener una motivación para no desistir de tus objetivos. Cuanto más mayor se hace una persona, trabajar se convierte en una necesidad y hay que afrontarlo, y si quieres estudiar, también deberás trabajar para poder costearte tus necesidades. Así, se debe aprender a compaginar los tres aspectos de la vida: el estudio, el trabajo y la vida social.

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