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Siempre nos quedará el golaverage

Siempre nos quedará el golaverage
  • El Villarreal pierde en Mestalla en de nuevo un flojo partido

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Siempre nos quedará el golaverage - (foto 2)

Llego a casa y mi madre me pregunta qué ha hecho el Villarreal hoy. Al decirle que ha perdido me dice “¿Otra vez? ¿Qué le pasa últimamente? Iba muy bien este año, ¿no?”

Esa es la pregunta del millón y no sencilla de analizar. Tras una primera vuelta excepcional, por encima de lo esperado, sorprendiendo al mismo Marcelino que dijo una y otra vez que a sus equipos les costaba arrancar e iban de menos a más, el Villarreal se desinfla y salvo partidos puntuales da sensación de agotársele la gasolina por momentos. En la citada primera vuelta, el Submarino Amarillo era el segundo en la lista de equipos que más corrían, más intensidad ponían, tras el Athletic de Valverde. Los de Bilbao siguen en lo más alto del ranking y nosotros hace tiempo que abandonados el “Top”. ¿Quieren y no pueden, no quedan fuerzas, no quedan ganas, no eran tan buenos como parecían?

Por un lado es indudable que las lesiones nos han castigado mucho las últimas semanas, por otra que hay jugadores que están dando menos de lo que se esperaba, sumado a que los jóvenes como complemento funcionan pero para tirar del carro no tanto y que cambios o decisiones que antes salían siempre bien ahora salen del revés, tenemos un equipo que de luchar de tú a tú por Champions ha pasado a que lo más probable es que vaya a sudar mucho para lograr una plaza de Europa League. Alguien desde fuera pensará que nos hemos vuelto locos, que venimos de segunda y queremos ir a Europa con la gorra, pero igual que algunos rivales van a más, tú vas a menos y quedarse fuera de competiciones continentales no sería un fracaso, pero si reflejo de una segunda vuelta con números de descenso tras el gran trabajo realizado en la primera.

Enlazando una de las preguntas claves con el partido de hoy, se volvió a ver un Villarreal contemplativo, de pasiva presión y floja mordiente. ¿No quieren o no tienen la fuerza en las piernas ni la confianza como para ir a todas con el miedo a quedar destapados y no estar tan frescos como para retroceder y recuperar la pelota si se pierde? En un equipo entre otras cosas ambicioso y joven me niego a que no quieran dar más y prefiero quedarme con la segunda opción. En Mestalla se volvió a ver un Submarino muy flojo, de lo peor de la temporada, adjetivos que cuando se vienen repitiendo de un tiempo para acá, dejan patente que no se está viviendo una buena racha. El “invento” de poner a Jaume Costa en banda derecha en detrimento de Pantic (quizá también por guardar si había una baja en una defensa con Mussachio y Dorado jugando infiltrados) pasó factura al principio aunque tras ese arreón local con un Fede disfrazado de Maradona e incluso un penalti (por suerte) no pitado, las fuerzas se igualaron. Los balones colgados volvieron a dejar en evidencia a la retaguardia amarilla y significarían los dos goles del rival, resultado duro que campearía en el marcador al descanso.

La segunda parte fue algo mejor pero tampoco la panacea. Se llegaba a pocos balones, se hacía más tarde que el rival, no había conducción de juego, no se generaban ocasiones y que se chutara 3 veces en todo el encuentro es una cifra clara de que sólo un milagro podría hacer que hoy los de Marcelino sacaran algo positivo de Mestalla. A falta de 10 minutos un regalo rival hizo que Gio recortara distancias y pusiera una mínima aunque falsa emoción. El Valencia sin hacer un gran partido fue mejor y pudo obtener un resultado más abultado que por suerte no llegó y mantiene el golaveraje a favor del Villarreal, la única nota positiva de la noche. Ni circunstancias como la pronta lesión del portero local, ni los cambios de Marcelino (muy criticada la salida de Oliver cuando estaba siendo el mejor o la no entrada de Trigueros cuando no había salida de pelota y Pina tenía amarilla) cambiaron el destino de un encuentro que coloca a los de Pizzi a 6 puntos y en una tendencia de ascenso contraria a la tuya. Hablando de nombres propios, Bruno estuvo irreconocible, Cani impreciso, Uche desaparecido y pocos se salvan en un partido para olvidar.

¿Es normal estar tan fundidos físicamente jugando sólo una competición? ¿Se debe intentar jugar a otra cosa si con las armas o mimbres actuales no se consiguen resultados? Esto lo deben analizar y solucionar los técnicos, que ahora tienen 2 partidos seguidos en menos de una semana y será una prueba de fuego para que el Villarreal cambie una imagen y una dinámica que es cuanto menos mejorable.

Al finalizar Marcelino reconoció que había ganado el mejor y que generando el peligro que se generó hoy se gana un partido de cada cincuenta. Entonó además el meo culpa por haber forzado a Dorado que recae de su lesión y que a falta de pruebas, apunta a que volverá a estar unas cuantas semanas “out”.

El Villarreal no es el que era al inicio, pero nadie dijo que fuera fácil. A los técnicos les toca revertir la situación y al aficionado animar, remar y luchar desde la grada para que el año que viene se puedan volver a ver equipos de renombre europeo y mundial jugar en El Madrigal.

2 Valencia CF: Diego Alves (Guaita, 20’); Joao, Víctor Ruiz (Vezo, 46’), Mathieu, Bernat; J. Fuego, Keita; Barragán, D. Parejo, Fede (Vargas, 83’); Alcácer.

1 Villarreal CF: Asenjo; Jaume Costa, Musacchio, Dorado, Jokic; Bruno, Pina, Cani (Moi Gómez, 78’), Óliver Torres (Aquino, 61’); Uche (Perbet, 68’) y Giovani.

Goles: 1-0, min. 34: Javi Fuego. 2-0, min. 43: Javi Fuego. 2-1, min. 83: Giovani.

Árbitro: Pérez Montero (Comité Andaluz). Amonestó a Fede (76’ ) por parte del Valencia y a Pina (34’), Cani (44’) y Óliver (61’) en el caso del Villarreal.

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