Santa Caterina ‘sortea’ la crisis y aumenta en un 10% las paradas, priorizando las más típicas y tradicionales de la Navidad

Cuando está a punto de llegar la Navidad, la Fira de Santa Caterina, que se celebrará el domingo 25 de noviembre, pretende, una edición más, recuperar el espíritu y la esencia más típica y tradicional de la Navidad dando prioridad a todas aquellas paradas de productos artesanales y originarios de esta feria local como son los dulces, turrones, frutos secos, castanyes torraes, figuritas del belén o juguetes. Una feria que este año contará con 286 puestos de venta ante las 260 paradas del pasado año, cifra que representa un incremento de un 10%.

El concejal de Comercio y Fomento Económico, Pasqual Batalla, responsable también de la concejalía de Tradiciones, ha explicado que la distribución de las paradas será la siguiente: 71 puestos en la plaza Mayor, 56 en el Arrabal del Carme, 87 en el barranquet derecha y Aliag, 56 en el barranquet izquierda y 16 en la calle Mayor Sant Domènech. Además, l edil ha señalado que “hemos puesto las paradas de venta de productos artesanales en la plaza Mayor, respetando su ubicación tradicional” y ha recordado que allí también irán, como, cada año, las entidades sociales y ONG. Batalla ha adelantado que, en esta feria, las paradas más numerosas son las de frutos secos y golosinas que suman un total de 35 y las de artesanía que son 36.

El concejal ha destacado que, como novedad, se ha reunido con la Asociación Provincial de Artesanos para que estén representadas y ubicadas, en la plaza Mayor, todas aquellas paradas con los productos más típicos y tradicionales y también se ha dado prioridad a las personas que viven en Vila-real.

“La Fira de Santa Caterina, con más de cien años de tradición, es una feria muy querida por los vila-realenses y incluso por mucha gente de la comarca” ha detallado el responsable de Tradiciones y ha recordado que el 25 de marzo de 2011 fue declarada oficialmente una Fiesta de Interés Turístico Provincial. “Una feria que, todo y cambiar de ubicación, de cronología e incluso, de días de duración a lo largo de la historia”, según ha explicado Batalla, “ahora se celebra intensamente en un día y se ha podido conservar mientras que otras ferias de otras poblaciones con las mismas características no han continuado” y ha especificado que se trata de una feria que ha dado pie a muchas confusiones por su origen con la feria de Sant Pasqual “aunque, en estos momentos, lo que está claro, es que podemos disfrutar de dos fiestas, que no están reñidas, y que tienen sus propias peculiaridades” .

El concejal de Comercio y Fomento Económico ha recordado que se trata de una feria que ha alcanzado con los años, “una mayor fuerza comercial y de participación” y ha detallado que su origen era un porrat de preparación de la Navidad donde, entre otros productos, se vendían todos aquellos derivados de la matanza del cerdo, motivo por el cual ha sido conocida de manera coloquial como la “fira de la llonganissa”, y que, con los años, y con el incremento del número de vendedores y la venta, no tanto solo de los productos originarios sino de una gran diversidad de productos, entre ellos, los juguetes, durante un tiempo, también sería conocida como “ la fira del pito” ha concluido Batalla.