Los gigantes de Vila-real se van por primera vez ‘de fiesta’
Los gigantes de Vila-real saldrán por primera vez 'de fiesta' durante la semana de actos en honor a la Virgen de Gracia. Acompañados por la charanga Vakalenta, Mariagracieta y Pasqualet saldrán a bailar por el recinto de la vila en una nueva iniciativa con la que la Colla Gegantera y la Concejalía de Tradiciones quieren implicar todavía más estas figuras en las fiestas patronales. La actividad Gegants de festa se celebrará el martes 4 de septiembre, a partir de las 20.15 horas desde la plaza Mayor.
"Desde que recuperamos la figura de los gigantes, hace ya cinco años, Pasqualet, Marigracieta, Jaumet y Pinella tienen una fuerte presencia en los principales actos de fiestas, pero nos faltaba una actividad de carácter más lúdico para que nuestros gigantes pudieran bailar con los vecinos en un ambiente festivo", señala el concejal de Tradiciones, Santi Cortells, quien destaca que el objetivo de Gegants de festa es "implicar más a los gigantes en las fiestas de Vila-real". Con esta misma finalidad, el recorrido de los gigantes y la charanga por el recinto de la vila se completará con el reparto de 400 chapas con la imagen de los gigantes, diseñadas por Carlos Chiva, miembro de la Colla Gegantera.
Además de Gegants de festa, los cuatro gigantes de la ciudad estarán presentes en los principales actos de las fiestas de la Virgen de Gracia, desde la Crida y Obertura de la Festa del viernes hasta la ofrenda y procesión de retorno de la imagen de la patrona, el domingo 9 de septiembre. Marigracieta, Pasqualet, Jaumet y Pinella tampoco faltarán a la recepción y ofrenda a la Virgen de Gracia, el viernes 1 de septiembre, la procesión tras la misa solemne del domingo 2 y la Trobada de Gràcies i bessons, el martes 4. "Con Gegants de festa, incorporamos una actividad más lúdica a la agenda de los gigantes en las fiestas patronales en una iniciativa experimental que, en función de los resultados y la respuesta ciudadana, podremos instaurar o ampliar en próximas ediciones", concluye Cortells.
