Una nueva ordenanza municipal regulará las actuaciones para evitar la proliferación del mosquito tigre en parcelas privadas
Una nueva ordenanza municipal regulará las actuaciones y protocolos a seguir para prevenir la proliferación del mosquito tigre. La concejala de Sanidad, Silvia Gómez, ha presentado esta mañana la normativa, que se aprobará en el próximo pleno municipal y que se suma a los tratamientos preventivos que el Ayuntamiento de Vila-real ha iniciado hace ya 20 días para tratar de atajar posibles plagas.
“La aparición del mosquito tigre se remonta al año 2009, aunque es en los últimos años cuando hemos visto una proliferación preocupante del insecto, que ha llegado a convertirse en un verdadero problema para la población. Después de mucho pelear, finalmente logramos que la Diputación se implicara en este problema que traspasa en mucho las fronteras locales”, recuerda Gómez, quien ha querido agradecer a la corporación provincial esta “implicación”, a través de la creación del Servicio Provincial de Plagas. Una de las actuaciones surgidas de este organismo de coordinación entre municipios ha sido, precisamente, la necesidad de dotar a las poblaciones de ordenanzas que regulen la actuación en el ámbito privado. “El mosquito tigre es un insecto de carácter urbano, que se reproduce facilidad en pequeños estancamientos de agua como pueden ser macetas, jarrones o balsas que se encuentran mayoritariamente en el ámbito privado. Por eso, para combatir la aparición de las larvas resulta imprescindible la colaboración ciudadana y a eso se dirige fundamentalmente esta nueva ordenanza”, detalla.
Con este objetivo, la ordenanza para la prevención y el control del mosquito tigre contempla información y consejos para evitar la presencia y/o expansión de los mosquitos en el término municipal, dotando al Ayuntamiento de herramientas para hacer cumplir las medidas necesarias en los espacios con aguas estancadas. Se trata, en cualquier caso, de “una normativa de prevención y en ningún modo coercitiva”. En esta línea, la concejala de Sanidad puntualiza que “lo que se persigue con esta normativa es buscar soluciones para evitar la proliferación de mosquitos, no el castigo”. Por este motivo, las sanciones que por ley deben incluirse en la normativa municipal “son las menores que pueden imponerse en las tres categorías que debemos contemplar: leves, graves y muy graves”. “Lo más importante es que la población conozca qué debe hacer y qué debe evitarse para atajar la aparición del insecto, tales como mantener secos los bajoplatos de las macetas o utilizar materiales absorbentes en las flores naturales que se depositan en el cementerio”, detalla.
La elaboración de la ordenanza, que se dará a conocer a través de campañas informativas y de sensibilización ciudadana, se suma a los tratamientos que, desde hace 20 días, han comenzado a aplicarse en el término municipal, a través de una empresa local especializada. El programa contempla un total de 71 actuaciones, que se prolongarán hasta el mes de noviembre en 10 puntos del municipio, considerados por los técnicos como de actuación preferente: plaza del Labrador, cementerio, plaza de San Pascual, Cariñena, piscina cubierta, la Bóvila, partida Madrigal, Casa de Polo, zona de la Ermita y Molí Nou. “Estas actuaciones se adaptarán a las necesidades que se vayan detectando y a las indicaciones que aún estamos esperando que nos lleguen por parte del Servicio Provincial de Plagas sobre la identificación de posibles focos en el término municipal de actuación prioritaria”, concluye Gómez.
