La Xulla aromatiza todas las calles de la ciudad en el lunes de fiestas
Lunes de fiestas en Vila-real es sinónimo de la xulla y nadie se la ha querido perder en el que tal vez es el día que más hermandad destila de todo el programa de fiestas. Ya a la entrada de la ciudad se podía oler la leña quemada y olorcito de la carne que iba cogiendo la temperatura, el color, la textura y el sabor ideal para que las peñas y los grupos de amigos disfrutaran de una noche magnífica y una cena sabrosa y buena.
A las 20.30 comenzaban a instalarse las hogueras y los grupos hacían el fuego. Los habían que preferían la versión parrilla y los que escogían la más tradicional con cazuela de barro y cocinada al horno. Las neveras también estaban bien habitualladas y las mesas dispuestas en todas las calles y plazas. Música, buen ambiente y muchas ganas de fiesta.
Entre las peñas las había de todos los tipos y las edades. Desde los más jóvenes que disfrutan por primera vez de esta tradición hasta los más veteranos que todos los años participan sin falta. Una vez celebrada la cena, todos alargaron la sobremesa entre conversaciones, bailes y alegría.
Más actos
Pero no sólo de xulla vivió el programa de fiestas este lunes. Además otros actos se celebraron para que todos los gustos en materia de actos fueran cubiertos. Actos culturales y sociales de todos los tipos se pudieron disfrutar a lo largo de todo el día.
A las 11.00 horas comenzó la subida al Campanar. Largas colas de gente quisieron disfrutar de las vistas que desde uno de los puntos más altos de la ciudad se puede disfrutar. Toda la Plana se controla desde lo alto y los vila-realenses quisieron disfrutar de una vista que no se puede apreciar todos los días. Aunque a algunos les costó un poco la subida por las escaleras, el premio compensaba totalmente el esfuerzo.
Por la tarde, en el Casal de Las Purisimeras se inauguró la exposición “450 anys de la professió de Sant Pasqual i 500 del naixement de Santa Teresa” que permanecerpa abierta durante toda la semana de fiestas.
