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La espina de no ganar fuera de casa sigue clavada en el Villarreal CF

La espina de no ganar fuera de casa sigue clavada en el Villarreal CF
  • Incontables ocasiones que faltó materializar y errores puntuales que se pagaron caros

  • El árbitro fue protagonista concediendo un gol con falta previa al Hércules y no pitando varios posibles penaltis al Villarreal

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La espina de no ganar fuera de casa sigue clavada en el Villarreal CF - (foto 2)
La espina de no ganar fuera de casa sigue clavada en el Villarreal CF - (foto 3)

Todo parecía haber mejorado en el ámbito deportivo del Villarreal. Se hablaba por parte de la mayoría de un cambio radical tras la llegada de Marcelino, de un cambio en actitud de los jugadores, intensidad, tipo de juego y en la dinámica de la competición. Tras dos partidos ganados en casa, tocaba ya ganar fuera tras varios meses sin hacerlo, por necesidad para lograr el objetivo y por poder lanzar por fin las campanas al vuelo y confirmar que ahora el submarino funciona y ha despegado hacia el objetivo sin paradas por el camino. Parece que de momento tocará guardar las campanas alguna semana más.

El Villarreal tuvo un arranque de partido como no se le recuerda en años. La expresión “acoso y derribo” se queda corta para explicar como fue el asedio del conjunto amarillo al área del Hércules. A pocos instantes del inicio, había en el contador más ocasiones de gol que minutos transcurridos del partido, con Perbet a la cabeza rematando de primeras todo lo que le llegaba cual misil teledirigido a la red pero con Falcón en plan estrella salvadora de los suyos. Dicen que después de la tormenta siempre llega la calma y el Hércules aprovechó la primera vez que pasaba de medio campo corriendo ya el minuto 22 para provocar un penalti cometido por Mussachio que una vez más demostró estar muy despistado y nervioso. Si su acción molestó a los suyos, por suerte el intento de “Panenka” Portillo hizo lo propio con la grada local al estrellarse contra el larguero.

El Villarreal aún bajando la asfixiante presión y llegadas continuas del inicio, dominaba el encuentro completamente y solo dos despistes atrás propiciaron algún acercamiento peligroso del rival. Cuando más peligroso e incierto estaba el partido, Farinós se sacó un gran chute colocado al palo desde fuera del área, que establecería el 0-1 en un marcador que para ser justo, debería haber sido bastante más abultado al descanso.

La segunda parte fue distinta. El Villarreal fue poseedor y dominador pero las jugadas de peligro fueron contadas y se volvieron a echar de menos las falladas al inicio del encuentro. El Hércules volvió a sacar petroleo de una llegada puntual y es que un chute desde fuera del área con un extraño bote que despistó a Juan Carlos (que reconoció su error al final del encuentro) colocó un empate en el marcador que por méritos, juego y ocasiones era cuanto menos injusto. El Villarreal no perdió el sitio pero con el paso de los minutos la intensidad bajaba a pasos agigantados y el número de ocasiones también descendía, viéndose cada vez más difícil aunque quedaba tiempo, el que llegara un gol, salvo jugada puntual de calidad, con los hombres más incisivos para ello ya cansados. En estos casos el balón parado puede ser un gran recurso pero se desperdiciaron los 18 córners (si, 18) de los que se dispuso. Los cambios esta vez pese a ser los esperados y los que hubieran hecho casi todos, no dieron sus frutos. La salida de Farinós (que fue de lo mejor) y la entrada de Senna (que pareció pisar el césped a menos revoluciones que el resto y sin ser consciente del minuto de encuentro y la necesidad de ganar) hizo que la velocidad bajara aún más y el juego del submarino fuera si cabe más pastoso y predecible. Aquino debutaría sin que prácticamente se le viera, entrando por un Moi ya cansado tras hacer un gran partido, el mejor de la temporada en su cuenta particular. Un Pereira de nuevo muy fallón dio entrada a un Gerard Moreno al que tampoco se le vio en el tiempo que jugó. Hablando de nombres puntuales, cabe destacar de nuevo a un gran Cani que corrió y recuperó balones como nadie.

El Villarreal hizo un gran partido pese a las grandes diferencias entre la primera y la segunda parte. El fútbol es gol y el análisis cambiaría completamente simplemente con que la pelota hubiera entrado aunque fuera en una solo de las múltiples ocasiones de las que se dispuso. Pero no lo hizo y por tanto la sensación es de dejavù y de que la espina de no ganar fuera de casa sigue clavada. Se repitió el guión de fallar ocasiones y pagarlo. Y pudo ser peor si no llega a ser por Juan Carlos, que se resarció de su fallo en el gol con hasta tres paradas providenciales, incluida una rozando ya el final del partido.

No me olvido de algo que también fue clave como es la vergonzosa actuación arbitral. Dejando a un lado el dispar criterio para sacar tarjetas o algunos fueras de juego inexistentes pitados cuando había en marcha una ocasión clara del conjunto amarillo, no pitó hasta tres posibles penaltis (uno de ellos al menos clarísimo, de lo más claro que se ha visto en lo que llevamos de liga) y no pitó una falta clara sobre Cani en la jugada del gol del Hércules. Por tanto y que pese a que el Villarreal tuvo que haber sentenciado el partido antes, su actuación fue clave para el resultado.

Al final un punto que sabe a poco, por lo visto en el terreno de juego y por los resultados del fin de semana de los rivales directos, que se habían puesto totalmente de cara para recortarles puntos. La cosa sigue igual salvo con el Girona al que le hemos recortado un punto.

Tras el encuentro, Marcelino García Toral dijo que esto es fútbol y para ganar partidos tienes que meter más goles que el rival y pese a tener muchísimas ocasiones no hemos encontrado fruto al grandísimo trabajo de los jugadores, de lo cual él como técnico está orgullosísimo.

Contra un equipo que llevaba 8 goles a favor y 0 en contra no era fácil. Tenemos la satisfacción de ser un equipo que va y es ganador como ha demostrado y por otro lado es una pena que el trabajo no sea recompensado.

El inicio del partido demuestra como piensa y siente el equipo ahora. Estamos a muy buen nivel y espera que sean capaces de compensar con 3 puntos el trabajo. Ante el Guadalajara se hicieron méritos pero hoy mucho más para lograr una victoria clara. Le ha dado la enhorabuena a los jugadores y que si se da este nivel en el resto de partidos, se ganarán prácticamente todos.

Hay muchas formas de empatar y esta es la más reconfortante en sentido del juego, dominio y mentalidad ganadora del equipo. El camino es el correcto y hoy se ha dominado el juego, el partido y nos ha faltado transformar el gol en las innumerables ocasiones que hemos tenido.

Del árbitro no quiere comentar nada. Es una labor complicada y no prefiere valorar su actuación respecto al juego aunque valoró en su día lo que le pareció injusto personalmente.

1 Hércules de Alicante CF: Falcón; Juanra, Pamarot (Escassi, 70’), Cabrera, Peña; Sardinero, Paglialunga, Nacho González (Redondo, 62’), Mario, Edu Bedía (Toti, 82’) y Portillo.

1 Villarreal CF: Juan Carlos; Mario, Musacchio, Dorado, Joan Oriol; Bruno, Farinós (Marcos Senna, 76’), Cani, Moi Gómez (Aquino, 67’), Jonathan Pereira (Gerard Moreno, 81’) y Jérémy Perbet.

Goles: 0-1: Farinós (39’). 1-1: Pamarot (64’).

Árbitro: José Ramón Piñeiro Crespo. Amonestó a Musacchio (22’), Peña (35’), Farinós (54’), Bruno (60’), Redondo (73’), Sardinero (79’) y Juanra (90’).

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 26 de Segunda División disputado en el José Rico Pérez ante unos 8.325 espectadores.

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