elperiodic.com
SELECCIONA IDIOMA
Valencià

Jugando a empatar normalmente se pierde

Jugando a empatar normalmente se pierde
  • La afición pide a una la destitución de Velázquez

  • El partido ante el Alcorcón se convierte en una finalísima

El Villarreal visitaba el domingo día 2 el campo del lider con la obligación de puntuar y casi de ganar, viendo la diferencia de puntos que había antes del encuentro entre ambos y que también había quedado con el resto de rivales tras las victorias de Almería y Alcorcón.

Julio Velázquez sorprendió a todos con una alineación con novedades, algunas obligadas pero otras más achacables a un enésimo intento de probar algo diferente a ver si esta vez funcionaba, aunque bien es cierto que en semanas anteriores parecía haberse dado con la tecla e incomprensiblemente se abandonó esa idea cuando parecía que el equipo había mejorado. Difícil de explicar porque tras semanas de titularidad indiscutible, ahora que estaba siendo lo mejor del equipo y en un campo donde era más necesaria que nunca la experiencia, sienta a Cani en el banquillo. Igual o más difícil adivinar por qué yendo Bruno con problemas estomacales (al final no podría jugar por ello) no convoque a sus sustitutos naturales como Toribio o Canteros de los cuales no se sabe nada ni se les espera e Íñiguez no es que sea convocado sino que sea titular. Nos es complicado para muchos discernir como Cavenaghi no juega desde hace tiempo y que Gerard Moreno, el goleador del filial, sea convocado con todos los delanteros que tienes en plantilla y que hasta juegue por delante del citado punta argentino.

Hoy el entrenador intentó reinventarse de nuevo, darle al reset y por tercera vez esta temporada querer que el equipo nazca y crezca desde la solidez defensiva, algo que funcionó en los partidos iniciales y que ha ido yendo y viniendo toda la temporada y que a estas alturas ya suena a enésimo bandazo desesperado. La rueda de prensa del viernes desquició a muchos con frases como "debemos ir todos de la mano de una puñetera vez" y echando la culpa a medios y aficionados de la ansiedad en torno al equipo, según él totalmente inmerecida. Fruto de los nervios, semana tras semana se obceca en cosas que no funcionan, desesperando a ese entorno en el que se fija tanto y cambia otras que si están funcionando. Está claro que tenemos que ir todos a una, pero eso no quita que haya crítica constructiva y autocrítica (necesaria e inexistente muchas veces) ante la evidencia de que el equipo no funciona, las semanas pasan y los rivales se nos escapan.

Hoy el equipo amarillo hizo una buena primera parte en defensa, pero inexistente en ataque. La sensación era el ver a un equipo con poca ambición, con complejo de inferioridad, que iba al campo de un grande, a ser feliz si rasca un empate y en el 90% de las veces, se pierde con este planteamiento. El Elche tampoco hizo mucho más, de hecho en la segunda parte el Villarreal estuvo incluso mejor y las ocasiones de ambos irían a la par, siendo mínimas. Lo más justo hubiera sido el empate dado que para más inri el gol ilicitano llegaría de un balón que va a despejar Mellberg y deja en bandeja y tras un chute que rebota en Mussachio y despista a Mariño. Se podría hablar de suerte, aunque futbolísticamente este calificativo lo usaría más en aquellos partidos que tú llegas 10 veces y el rival en 1 te gana, lo cual no ha sido el caso. El gol podría haber llegado, fruto de un milagro, una jugada aislada, pero no del merecimiento.

Los cambios son de nuevo de más que discutible acierto aunque por no cansar al lector valorando uno por uno, repetiría lo comentando semanas atrás. Y es que el entrenador no se cansa de reiterar, casi como fruto de algo inculcado a fuego e inamovible el hecho de que el resto parecemos estar obsesionados con jugar con más de un punta cuando esto no asegura más gol, pero el equipo acaba jugando los últimos diez minutos con toda la carne en el asador, rompiendo el medio del campo para que encima no les cuelguen balones y la sensación sea de que está más cerca que nos aumenten la renta que el que logremos un gol. Pese a ello, el olvidado Cavenaghi, en la primera pelota que tocó, nos dio la ocasión más clara del encuentro que casi fue gol.

En resumen, un partido en el que era difícil ganar comparando la trayectoria de ambos equipos en la presente temporada y en el que se antojaba casi imposible con el planteamiento ultradefensivo del conjunto amarillo, que en defensa se mostró serio pero en ataque nulo. Aparte de la solidez defensiva, destacar la intensidad de gran parte del equipo durante casi todo el encuentro, lo cual causa aún más impotencia dado que hoy no se les puede achacar menos y por tanto tener la sensación de que poniendo más casta la cosa hubiera cambiado.

Julio Velázquez al final del encuentro dio la enhorabuena a los suyos, destacando a los debutantes y reiterando hasta varias veces lo que había marcado el partido la baja de última hora de Bruno. Mencionó que lo justo era el empate y que uno se va con cara de tonto viendo como te marcan de rebote. Confirmó haber hablado con el presidente en el vestuario y que seguirían hablando en el viaje de vuelta.

Preocupante también el cambio de discurso de las últimas semanas de frases como "para navidades debemos estar en ascenso directo" o similares donde el ascenso se veía como algo claro, directo e indiscutible a otras como "el playoff lo firmamos".

Difícil por no decir imposible, encontrar a alguien que siga confiando en el técnico. La gente pide a gritos un cambio en el banquillo, viéndolo incapaz de sacar esto hacia adelante y cuando él mismo dice que esto es lo que hay o que no se puede dar más, que solo toca seguir trabajando. Está claro que Roig es el que toma las decisiones y el dueño del club y la gente confía que se tomen pronto para que no se caiga en errores pasados. Y no por ello se deja de apoyar al equipo o ir de la mano y si no que se lo digan a esos más de 200 valientes que en bus o en coche han ido a Elche a ver a su equipo y vuelven de nuevo con frío, teniendo mañana que madrugar y sobretodo, desilusionados. Y aún así, el Domingo estarán en el Madrigal y la semana siguiente viajarán a Girona.

1 Elche: Manu Herrera; Damián, Etxeita, Pelegrín, Edu Albacar; Carles Gil (Miguel Linares, 89’), Generelo, Mantecón Fidel, Coro (Pelayo, 82’); y Powel (Xumetra, 65’).

0 Villarreal: Mariño; Venta (Cavenaghi, 82’), Mellberg, Musacchio, Oriol; Marcos Senna, Pablo Íñiguez, Moi, Jaume Costa, Trigueros (Gerard Moreno, 75’); y Pandiani (Uche, 65’).

El Gol: 1-0, min. 70: Coro.

Árbitro: Jorge Valdés Aller (Comité Castellano-Leonés). Amonestó a Damián (66’) y Linares (90’) por parte del Elche y a Marcos Senna (52’) y Musacchio (61’) en el caso del Villarreal.

Subir