Vila-real encarga un informe técnico para valorar la posible salida del Consorcio de Aguas de la Plana
El concejal de Servicios Públicos, Francisco Valverde, ha explicado que Vila-real fue “pionera” en la constitución de un consorcio para el abastecimiento de agua en la última época del alcalde socialista Enrique Ayet. Aquel consorcio inicial, con Burriana y les Alqueries, se convirtió en 2002 en el Consorcio de Aguas de la Plana, con la incorporación de Onda, Betxí, Xilxes, la Vilavella, Nules, la Vall d’Uixó, Moncofa y la Llosa. Desde sus inicios, puntualiza, la presidencia del organismo ha recaído siempre en el municipio de Vila-real, porque es ésta la ciudad con mayor aportación al consorcio, la de mayor población, la pionera en su constitución y también la más solidaria y “la que mejor puede ejercer de árbitro en las cuestiones de agua concernientes al consorcio porque no tiene necesidad de los recursos”.
Al respecto, Valverde ha explicado que Vila-real dispone en estos momentos de cuatro pozos de agua, uno de los cuales no está funcionando en la actualidad, con capacidad para generar 18.000 metros cúbicos de agua al día al 100% de rendimiento, si bien habitualmente funcionan en torno al 75% de capacidad con unos 16.000 metros cúbicos al día. “El consumo de las familias vila-realenses y sus empresas es de 10.000 metros cúbicos diarios, con lo cual con nuestra capacidad tenemos agua suficiente tanto en cantidad como en calidad”, explica el edil de Servicios Públicos. “A pesar de esta capacidad”, añade, “en el consorcio tenemos derecho a otros 5.000 metros cúbicos de agua al día que no hemos utilizado nunca porque con nuestros pozos cubrimos holgadamente nuestras necesidades”. “Es por este motivo que Vila-real siempre ha tenido el papel de árbitro en el consorcio y es el municipio que mejor puede ejercer la presidencia, además de ser el que mayor cuota paga y de manera desinteresada”, añade. Pese a estos argumentos, lamenta el concejal, la unanimidad con la que siempre se han dirimido las cuestiones del consorcio “se ha roto ahora por primera vez porque Folgado ha preferido jugar a Onda que a Vila-real y porque Moliner tampoco ha querido apostar por los vila-realenses”, denuncia Valverde.
En la misma línea, el concejal de Hacienda, Javier Serralvo, ha lamentado que el portavoz del Partido Popular en Vila-real “está más preocupado por ascender en su partido que por defender los intereses de los vecinos”. Serralvo ha insistido en que, desde su creación, el Ayuntamiento de Vila-real aporta al consorcio una cuota anual de más de 150.000 euros, “el doble de la Onda, por poner un ejemplo”, una cantidad que supone durante los nueve años de existencia del organismo que los vila-realenses han contribuido con más de 1,3 millones de euros al Consorcio de Aguas de la Plana. “Con este dinero”, apunta el responsable de Hacienda, “se podría haber construido, por ejemplo, un centro de salud”. “Se trata de una cantidad de dinero muy importante que no podemos seguir pagando sin hacer un análisis profundo del beneficio que sacan los vila-realenses de este gasto. Por eso, hemos pedido ya a los técnicos municipales que elaboren un informe exhaustivo de lo que supone para Vila-real formar parte del consorcio y que estudien las posibilidades legales de salir del organismo o de rebajar la cuota para tomar la decisión que más convenga a los intereses de Vila-real”, apunta.
Serralvo añade que “no se trata de que queramos la presidencia para Vila-real porque sí; se trata de una cuestión de respeto a los ciudadanos vila-realenses y a la solidaridad que siempre hemos mostrado en el consorcio”. “Un respeto que han roto Moliner y Folgado, quien no tiene problemas en hacerse fotos con el alcalde de Onda y se ha negado a aparecer en una imagen con el alcalde de su ciudad”, ha criticado Serralvo mostrando una fotografía publicada en los medios de comunicación del concejal popular con el primer edil ondense. El responsable municipal de Hacienda ha instado al portavoz popular a “trabajar por el interés de la ciudad” y al PP a “reconsiderar” la decisión de apartar a Vila-real de la representación del consorcio.
