Compromís per Vila-real presenta un centenar de propuestas para mejorar la ciudad en la primera mitad de legislatura
La portavoz, Maria Fajardo, hace balance de estos dos años en la oposición y recuerda la traición de quienes necesitaron solo dos meses para subir el IBI a niveles históricos y siguen endeudando a la ciudad con su gestión
El 15 de junio de 2019 tomaba posesión la nueva corporación municipal para la legislatura 2019-2023. Dos años después, el Grupo Municipal de Compromís per Vila-real hace balance de este período, marcado por su paso a la oposición, tras ocho años de gobierno en coalición con el PSOE, destacando el intenso trabajo desarrollado por los tres ediles nacionalistas, que han presentado medio centenar de mociones y otro medio centenar de propuestas e ideas para seguir mejorando la ciudad y la calidad de vida de las personas.
La portavoz, Maria Fajardo, destaca que, a pesar de los cambios producidos en el núcleo del grupo, la actual formación goza de una gran estabilidad y recuerda que “aunque haya gente que no lo entienda, gobernar con un equipo que cuenta con mayoría absoluta no era una opción, ya que coarta nuestra manera eficiente y plural de trabajar y también el respeto hacia nuestras convicciones y las de nuestros votantes”.
En este sentido, señala que “en los últimos tiempos hemos podido comprobar que el proyecto de izquierdas que teníamos inicialmente con los socialistas se ha desviado demasiado, debido al coqueteo incesante del PSOE con la derecha y eso, unido a la falta de respeto y la opacidad a la hora de tomar decisiones mientras gobernábamos juntos, fue el principal detonante”. Por eso, Fajardo asegura que “en estos momentos, y a pesar de la difícil decisión, consideramos que hemos hecho bien y que podemos aportar más desde la oposición que desde dentro de un gobierno que, lo primero que hizo, nada más revalidar la mayoría absoluta –con el consentimiento de Podemos- fue subir el IBI de manera histórica. Ni dos meses esperaron para anunciarlo, confiando en que la gente se olvidará fácilmente”. “Una subida a traición de la que no avisaron a los votantes, lo cual supone un insulto a la inteligencia de los vecinos y vecinas y de la que hubiéramos sido cómplices de seguir gobernando con este partido, que no tiene programa”, apunta.
La edila también pone de manifiesto que todos los grupos políticos han sabido arrimar el hombro y llegar a un consenso en un momento excepcional como ha sido la llegada de una pandemia mundial, que hizo que durante varios meses cambiara la dinámica de funcionamiento de la ciudad. “A pesar de las diferencias ideológicas, también hay que decir que hemos sabido ponernos de acuerdo y desde Compromís hemos estado siempre que ha hecho falta, cuando se trata de ayudar a que la crisis no impacte tan duramente en nuestros convecinos y que la actividad no se pare”, indica.
No obstante, considera que el equipo de gobierno no siempre ha estado a la altura, ya que “se ha dedicado a votar en contra de propuestas muy ambiciosas y necesarias para la ciudad, basadas en las reivindicaciones de los y las vila-realenses, solo por el hecho de presentarlas Compromís”. “Tenemos nuestra sede abierta a todo aquel que desee trasladarnos sus inquietudes y muchas personas que confiaban en los ediles delegados prefieren venir a nosotros, porque se sienten más escuchados y porque parece ser que vale más una denuncia pública de Compromís que hablar con quien de verdad puede hacer algo”, manifiesta Fajardo, quien pide más respeto a unos gobernantes obcecados en “insistir en que no representamos a nadie. A más de 2.500 personas”.
La portavoz de Compromís reitera que el equipo de gobierno no tiene proyecto de ciudad y que tras ocho años “están obsoletos, ya que, además de vender titulares, no saben hacia donde van, ni por supuesto están centrados en resolver cuestiones muy necesarias como la creación de colectores para evitar inundaciones cada vez que caen cuatro gotas, crear un nuevo PGOU –a lo que ahora se niegan- o trasladar la EOI, entre otras cuestiones a las que han votado en contra, pero después abanderan como si fueran suyas, como lo es la creación de un cuarto instituto en la zona norte”.
La falta de espíritu reivindicativo es otra de las cuestiones que más lamenta Fajardo. “Se niegan a reivindicar de manera conjunta infraestructuras muy importantes para la ciudad, simplemente por tener que pedirlo a representantes de su partido o por el hecho de que la idea es de Compromís, su anterior socio”, explica. A eso se suma la falta de respeto con la que se ha tratado en numerosas ocasiones a los ediles de la formación nacionalista, un menosprecio que “esperamos que cambie de cara a lo que queda de legislatura, teniendo en cuenta que les guste o no, somos adversarios, pero siempre les hemos respetado y, una vez fuera del Ayuntamiento, las batallas se dejan a un lado, al menos por nuestra parte”. En este sentido, Fajardo advierte que “vamos a seguir trabajando duro desde la oposición, les guste o no, y sacando a la luz todo aquello que no veamos correcto, incluso arrimando el hombro como siempre que ha sido necesario, porque nosotros sí tenemos un Compromís con Vila-real”, concluye.
