Compromís reitera su 'no' al CETA y a la intromisión de grandes corporaciones en la elaboración del tratado
Compromís per Vila-real continúa en la lucha por dar a conocer los nefastos efectos que puede suponer el acuerdo de libre comercio entre Europa y Canadá Comprehensive Economic and Trade Agreement (CETA) para los derechos de los ciudadanos europeos y, más concretamente, para los vecinos de Vila-real.
Por ello, el grupo municipal ha presentado una nueva moción al pleno en la que recuerda las consecuencias que tendría la entrada en vigor de este tratado, considerado el hermano pequeño del Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP), ya que "no promueve el libre comercio, sino que su objetivo es facilitar la privatización de los servicios públicos y acabar con el modelo social y democrático europeo que surgió, con tanto esfuerzo, de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial", explica el concejal nacionalista Josep Pasqual Sancho.
"Lo hemos explicado sobradamente: en Compromís no tenemos ningún problema con el comercio internacional, es más, somos conscientes de los beneficios de la actividad comercial entre diferentes naciones", indica. Sin embargo, recuerda que "a pesar de todo, el mercado no es un mecanismo neutro que regula las transacciones entre países, empresas y personas, sino que es una estructura compleja donde los participantes más poderosos acaban teniendo más poder y los miembros más débiles suelen acabar dominados por los más fuertes".
Para Sancho, la Unión Europea "es más que un mercado, porque añade derechos sociales, mecanismos de protección y libertad de movimiento para sus ciudadanos". No obstante, "y a pesar de contar con todas estas medidas, se han producido desajustes que han beneficiado a unos territorios y perjudicado a otros y se han tocado algunos derechos de la ciudadanía, algo que no podemos consentir". Por ello, desde Compromís per Vila-real se hace hincapié nuevamente en la opacidad en el proceso de aprobación de este tipo de procedimientos, donde "llama la atención que los eurodiputados son excluidos, pero sí participan representantes de la industria y de otros sectores".
Esta forma de funcionar está derivando, según Sancho, "en un distanciamiento de la población hacia la Comisión Europea, porque se ve claramente que esconde información a los ciudadanos, coyuntura que aprovechan los partidos anti-europeos, que se alimentan de la desestructuración de Europa".
"Nuestro deber es evitar este escenario y por eso nos oponemos al CETA", expresa el edil, que destaca que "es fruto de un proceso oscuro y alejado de la participación ciudadana y de la transparencia". Además, recuerda que el pasado 16 de mayo el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictó una sentencia que reclama que sean los estados miembros quienes ratifiquen los tratados comerciales, en lugar de hacerlo únicamente la Comisión Europea.
"Rechazamos el CETA porque cada día se conocen nuevos datos de la influencia de las grandes corporaciones europeas en la elaboración de la legislación, por ejemplo, a la hora de decidir qué compuestos se aceptan en la fabricación de determinados productos, que no miran en absoluto por la salud de las personas", apunta Sancho. "Nuestro no al CETA es rotundo y contundente, es un no a la tiranía al servicio de unos pocos y un sí a reafirmar nuestro compromiso con una sociedad democrática, abierta y libre para las personas", indica.
"Esperamos que los partidos con representación municipal aprovechen esta segunda oportunidad que les brindamos para posicionarse de nuestro lado, ya que en enero nos quedamos solos al frente de esta reivindicación", concluye.
