El centro de día Lluís Alcanyís de Vila-real cumple 25 años

El centro de día terapéutico para la deshabituación, rehabilitación y reinserción social Lluís Alcanyís de Vila-real cumple 25 años ayudando a romper con las adicciones a más de 3.000 personas. Concretamente, el servicio ha atendido desde su puesta en marcha en 1992 a 3.164 personas, usuarios a los que se incorporan las alrededor de 70 altas que se han gestionado desde el inicio de este 2017.

La concejala de Sanidad, Silvia Gómez, ha hecho balance del último año junto al técnico Santi Agost, destacando la “gran labor que realizan los profesionales del centro de día, que tratan cualquier tipo de adicción, bien sea de sustancias como heroína, cocaína, alcohol, cannabis, anfetaminas, tabaco o de productos, como el juego o algo que está muy de moda en los últimos tiempos, la adicción al teléfono móvil y las nuevas tecnologías”.

Y es que, el equipo que trabaja en el área es “multidisciplinar y trabaja cada día por adaptarse a las nuevas circunstancias, que también afectan al perfil de los consumidores y, por lo tanto, a los tratamientos y soluciones que se les deben proporcionar”.

En este sentido, en 2016 se han abierto 152 expedientes  de tratamiento a personas con algún tipo de adicción, una cifra similar a la del año anterior, con 156 casos nuevos, y nuevamente una de las más altas en la historia del servicio, después de 1999, año en el que coincidió la derivación de pacientes de la sanidad pública afectados por ludopatía.

El perfil de quienes acuden por primera vez a pedir ayuda continúa siendo el de consumidores de alcohol (27%), cannabis (18%) y cocaína (13%), aunque destaca el perfil de politoxicómano (24%) que combina más de una adicción.

Entre quienes quieren rehabilitarse, Agost destaca un tipo de consumidor que, “tras años de relativa estabilización, vuelve a registrarse en el centro: el del cocainómano”. En este caso, Agost explica que “tras un período de fuerte crisis económica, en el que la gente se centraba en otras sustancias, vuelve el auge de la coca, pero ahora entre personas de clase media, trabajadora, con edades comprendidas entre los 30 y 40 años, mayoritariamente casados, con hijos y con una imagen social impecable”.

“El consumo de la cocaína está muy aceptado, al igual que el cannabis”, indica, “la gente está muy familiarizada, es una droga que se ha tolerado mucho en los últimos tiempos y que tiene un poder adictivo muy potente, pero del que los consumidores no son plenamente conscientes”. “Conseguir esta sustancia es relativamente fácil, ahora prácticamente hay un servicio a domicilio, ya no hablamos de un consumo en el ámbito festivo o en una discoteca, ahora se hace en el ámbito doméstico, en una comida o cena con amigos o en pareja y es aquí donde, tras creer que lo tenían controlado, se dan cuenta de que se les va de las manos y no quieren que el resto de su entorno sepan de su adicción, por lo que acaban recurriendo a nosotros para salir del agujero”, asegura el experto.

Por este motivo, en 2017 se ha vuelto a constituir un grupo de terapia de atención a cocainómanos que ya está lleno y que no se convocaba “desde la década del 2001 al 2010, cuando se produjo el auge de la cocaína”. Asimismo, continúa en marcha el grupo de mujeres que se abrió hace un año para tratar a mujeres con adicciones diversas y se ha reanudado el grupo de adolescentes que consumen cannabis, que este año se incrementa.

Agost manifiesta que “la gente cambia, a pesar de llegar desmotivados y con la sensación de que han fallado a muchas personas, si se enganchan a la terapia y a la vida, vuelven a ganar autoestima y a pensar que sí se puede vivir de otra manera”.

La edila de Sanidad, que ha felicitado al centro de día por su “esfuerzo para llegar a todos los niveles de la sociedad para seguir ayudando en esta importante tarea”, ha anunciado que en octubre se realizará una jornada técnica y de trabajo abierta a la ciudadanía, en la Biblioteca Universitària del Coneixement, para celebrar estos 25 años.