Treinta personas participan en la segunda sesión del curso de manejo y comportamiento de perros potencialmente peligrosos
Una treintena de propietarios de perros potencialmente peligrosos han asistido esta mañana a la segunda sesión del curso de formación gratuito sobre manejo y comportamiento de estos animales que ha organizado la Concejalía de Sanidad de San Vicente del Raspeig. Además de aprender técnicas de dominio y control del animal, los asistentes han recibido información sobre los requisitos y obligaciones que conlleva su tenencia.
Alrededor de treinta personas han participado en este curso que se ha desarrollado en dos sesiones -celebradas el pasado sábado y esta mañana- en el parque canino, donde los propietarios han acudido con sus respectivos animales ya que el curso era eminentemente práctico y dinámico. Durante ambas jornadas han podido aprender diferentes técnicas relacionadas con su manejo y ponerlas en práctica con su propio perro.
La Concejalía de Sanidad y Consumo envió una carta informativa a los propietarios de los 383 perros potencialmente peligrosos que tienen licencia otorgada o está en trámite invitándoles a participar en el curso. En el mismo se han tratado, entre otros aspectos, la genética de estos animales, técnicas de educación y aprendizaje, reconocimiento de conductas agresivas, el instinto de presa, consejos en el paseo de los perros, razas consideradas potencialmente peligrosas, conductas humanas hacia estos animales, actitud a mantener en el entorno familiar del propietario y actitudes a seguir y a erradicar.
Además, se ha informado de las responsabilidades que la tenencia de estos animales implica para sus propietarios, así como los permisos necesarios y normas a seguir y el régimen sancionador existente. En este sentido, la nueva ordenanza de tenencia de animales de San Vicente, que entró en vigor el pasado 5 de marzo, contempla sanciones de entre 200 y 1.000 euros en función de la gravedad de las infracciones.
Este curso ha tenido un carácter eminentemente preventivo, ya que el objetivo era mejorar la formación de los propietarios de perros potencialmente peligrosos para evitar los problemas que puedan surgir en su relación con sus dueños u otros ciudadanos e informarles de sus obligaciones legales para que no incurran en infracciones administrativas.
