Las obras antirriadas y los sistemas de evacuación evitan una nueva inundación en los pasos inferiores del ferrocarril
El nuevo acceso entre la ronda oeste y la carretera de la Alcoraya supera sin problemas la primera tromba fuerte de agua de la temporada
El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig, Antonio Carbonell, ha informado de que el nuevo acceso entre la ronda oeste y la carretera de la Alcoraya ha superado con éxito la primera gran tromba de agua de la temporada, sin que se haya registrado problemas de acumulación de agua o de inundación.
La nueva infraestructura evacuó los más de 10 litros por metro cuadrado caídos en escaso margen de tiempo el pasado miércoles en San Vicente del Raspeig, al igual que el paso de la calle Miguel Hernández que ha protagonizado algunas de las portadas de los medios de comunicación en los últimos años al llegar a anegarse por completo.
Carbonell ha destacado “el buen funcionamiento de la red de colectores de pluviales que se han construido en los últimos años dentro del Plan Antirriadas de San Vicente del Raspeig y que han permitido que la normalidad regrese en los episodios de lluvias torrenciales a todos estos viarios de la zona oeste del municipio”.
La construcción de un nuevo acceso entre el barrio del Tubo y el casco urbano por debajo de la vías del ferrocarril tenía a los ingenieros municipales pendientes de la primera tromba de agua fuerte de la temporada para comprobar el nivel de agua que llegaba y el funcionamiento del sistema de evacuación con un resultado satisfactorio.
Buen funcionamiento
El concejal de Urbanismo ha resaltado que el resultado ha sido el esperado cuando se planificó esta actuación y el sistema de bombeo ha actuado dentro de los cálculos realizados, habida cuenta de que el colector de pluviales del polígono Canastell, conectado al colector general de pluviales de la zona oeste, recoge la mayor parte del agua caída procedente de la parte alta de la ronda. Esta aportación de caudales era la causante hace un par de años atrás de las graves inundaciones que se registraban en el paso inferior del ferrocarril.
Las obras antirriadas han permitido elaborar una red de captadores situados en la carretera de Agost, desde la fuente monumental hasta la zona final del polígono industrial Canastell que recoge con facilidad el agua caída procedente de la parte alta del municipio, evitando que este llegue a los puntos citados ocasionando inundaciones y cortes del paso a los barrios del Tubo y los Manchegos situados al otro lado de las vías del ferrocarril.
