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Medio siglo asando pollos

Medio siglo asando pollos

    Pascual Carrión, más conocido en el pueblo como Pacual "el de los pollos" ha cumplido 50 años al frente de un negocio familiar, Pollastre Rosat, que nació con una pequeña máquina de asar pollos, instalada en un bar de San Vicente.

    Corría el año 1968 y Pascual, con tan sólo 17 años, comenzó su andadura emprendedora, probablemente sin ser consciente, por aquel entonces, de que le llevaría a cumplir medio siglo de vida de un negocio familiar que goza de muy buena salud. Instaló, en el Bar Fuentes de San Vicente del Raspeig, una máquina que permitía asar 9 pollos y recuerda con cariño que temía no venderlos todos.

    Medio siglo después, su récord está en 1.400 pollos en una semana, sin contar con la gran variedad de platos preparados que ofrece su negocio. "Hemos sabido adaptarnos a las necesidades de la gente", le explica Pascual al alcalde de San Vicente, Jesús Villar y la edil de Comercio, Asunción París, "cuando yo empecé a hacer patatas fritas me decían que estaba loco".

    En estos 50 años, el negocio ha evolucionado. "Antes venía la gente con sus cacerolas con su nombre escrito, no había envases para llevar", explica, "y nos hemos ido adaptando a los nuevos tiempos. Cuando me casé, en 1977, incorporé las comidas caseras". Actualmente tiene una plantilla fija de 12 personas y contrata personal extra para los eventos. "Hemos hecho catering para comuniones, fiestas, comparsas de Moros y Cristianos, un poco de todo".

    Apoyado en todo momento por su familia, "primero mis padres y ahora mi mujer y mis 3 hijas", Pascual Carrión confiesa que el secreto de su negocio es la calidad de sus productos y la higiene, además de la constancia, "porque abrimos todos los días del año, excepto el 1 de enero".

    El alcalde, Jesús Villar, cliente de Pollastre Rosat, descata "la gran capacidad de trabajo de Pascual que es el capitán del negocio, siempre presente en todos los eventos que organiza. San Vicente no se podría concebir sin los pollos de Pascual, que es todo un icono en su sector".

    Este medio siglo ha dado para muchas anécdotas. "Hemos enviado pollos envasados al vacío a Alemania, para unos clientes que veranean en San Vicente", explica Pascual. "Hay clientes que nada más aterrizar en el aeropuerto nos llaman para encargar la comida". No sólo tiene clientela internacional, también de toda la provincia. "Un 20 % de nuestros clientes son celiacos porque nunca utilizamos especias molidas sino naturales".

    "El de Pascual es un ejemplo de negocio familiar bien llevado", asegura la edil de Comercio, Asunción París, además, su labor "sirve para dar a conocer nuestra localidad y su gastronomía".

    Pollastre Rosat es uno de los pocos negocios de San Vicente del Raspeig que suma la tercera generación de la familia y Pascual se muestra optimista. "Lo que funciona no hay que cambiarlo" es su máxima, la que transmite a sus hijas.

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